Clima de uni¨®n en la clausura del congreso del PS franc¨¦s

El Partido Socialista franc¨¦s (PS), que actualmente es mayoritario en la Asamblea Nacional y aporta a la direcci¨®n del pa¨ªs no s¨®lo el presidente, Mitterrand, sino la mayor¨ªa de los ministros del Gobierno que dirige el tambi¨¦n socialista Pierre Mauroy, cerr¨® ayer su congreso bianual en un clima de uni¨®n: as¨ª lo manifest¨® al aprobar una moci¨®n, s¨ªntesis de las tres que fueron presentadas a discusi¨®n durante los debates.De hecho, la moci¨®n triunfante ha sido la gubernamental, presentada por el primer secretario del partido, Lionel Jospin, ligeramente enmendada para que se sumaran las otras dos minoritarias. Esto quiere decir que Jospin ser¨¢ reelegido de nuevo primer secretario, y que su poder queda reforzado. El l¨ªder del PS est¨¢ considerado como un pol¨ªtico absolutamente fiel al presidente Mitterrand.

El objetivo consist¨ªa en "reconquistar la opini¨®n": los socialistas no han hecho m¨¢s que perder electorado desde que ganaron las elecciones presidenciales en 1981. Por ello, y con vistas a los comicios legislativos de 1986, el PS ha querido ofrecer una imagen que vuelva a seducir a los votantes.

S¨®lo el tiempo dir¨¢ si el PS ha conseguido su objetivo. En todo caso, sus manifestaciones durante estos d¨ªas en Bourg (al lado de Lyon) no han parecido a todos apropiadas para la reconquista de los franceses.

Los oradores hablaron m¨¢s para sus militantes que para los 54 millones de franceses. El primer ministro pronunci¨® un discurso izquierdista con el fin, sobre todo, de contentar a los comunistas. Y durante tres d¨ªas lo que m¨¢s se aplaudi¨® fue el laicismo radical, de igual manera que se les zurr¨® m¨¢s a los americanos que a los sovi¨¦ticos al hablar de pol¨ªtica exterior, e incluso se exalt¨® una pol¨ªtica de reparto y no rigor.