Varios de los ganaderos multados por 'afeitado' son reincidentes
Varios de los ganaderos que recientemente ha multado o inhabilitado el Ministerio del Interior por afeitar toros son reincidentes. La norma es que a la tercera sanci¨®n quedan inhabilitados, y por este motivo no podr¨¢n lidiar reses durante un a?o los se?ores N¨²?ez Moreno de Guerra.Pero en parecido caso est¨¢n otros; por ejemplo, los herederos de Baltasar Ib¨¢n, que ya acumulan tres multas por afeitado. La ¨²nica diferencia es que dos de ellas pertenecen a temporadas anteriores y, al parecer, Interior s¨®lo contempla la reincidencia cuando se produce dentro de un mismo a?o, con olvido de lo que sucedi¨® en los anteriores. Adem¨¢s, no tiene en cuenta el n¨²mero de toros afeitados para determinar la inhabilitaci¨®n, sino el de corridas en que se produjo el afeitado.
Son curiosas interpretaciones, descaradamente favorables a los infractores, que no parecen ajustarse mucho a derecho. Su consecuencia es que ocasionan agravios comparativos y conducen a que no siempre es inhabilitado el ganadero que m¨¢s infracciones comete. Por ejemplo, un ganadero sancionado tres veces durante una temporada por afeitar un solo toro en tres corridas distintas incurre en inhabilitaci¨®n, mientras se libra de ella otro ganadero que cada a?o afeite 12 toros, a condici¨®n de que los divida en dos corridas completas.
Seg¨²n la relaci¨®n facilitada por el ministerio, hay corridas en las que s¨®lo se afeit¨® un toro. Carece de l¨®gica, pues el afeitado se produce por exigencia del matador, y si en la corrida s¨®lo hay una res en estas condiciones, ser¨¢ porque sab¨ªa de antemano que su lidia le iba a corresponder, de donde se deducir¨¢ que no hubo sorteo o que fue falseado, con burla de la autoridad, la cual debe estar presente en el mismo; o ser¨¢ porque la manipulaci¨®n fraudulenta se produjo despu¨¦s del sorteo, en los propios corrales de la plaza, en cuyo caso es presumible la complicidad de la empresa del coso.
Se han remitido a examen de la Escuela Nacional de Sanidad 264 astas correspondientes a la temporada 1983. De ellas, 16 han dado positivas de afeitado; 66, negativas, y quedan pendientes 182. Es decir, que a¨²n puede haber m¨¢s multas, y quiz¨¢ inhabilitaciones tambi¨¦n. Seg¨²n el senador Juan Antonio Ar¨¦valo, presidente de la Comisi¨®n de Presidencia del Gobierno e Interior, hay escasez de medios, de la que se derivan dificultades "para un estudio y publicaci¨®n inmediata de los resultados".
La escasez de medios, sin embargo, no es de tanta relevancia que impida terminar con las corruptelas en la fiesta. Lo que hace falta es verdadera voluntad pol¨ªtica para terminar de una vez tanto con el afeitado como con las ca¨ªdas de los toros y otras manipulaciortes. No ser¨ªa complicada una investigaci¨®n a fondo, pues; el circuito de intereses es muy corto.
Hay, por a?adidura, distintos puntos de partida a elegir. A t¨ªtulo de ejemplo: los toreros que m¨¢s act¨²an en las corridas sospechosas de afeitado; los ganaderos cuyas reses son m¨¢s multadas; los empresarios de las plazas donde m¨¢s se produce el fraude. Y tambi¨¦n los empleados de los cosos, los corraleros, los contratistas de caballos. Y en esta l¨ªnea, la droga que emplean dichos contratistas para los caballos de picar, d¨®nde la adquieren, cu¨¢ntas unidades emplean, cu¨¢ntas les sobran y qu¨¦ hacen con ¨¦stas.
La pr¨®xima temporada debiera comenzar ya limpia de fraudes y de defraudadores. Y si en el invierno la investigaci¨®n policial no ha concluido (en el supuesto de que empiece, naturalmente), bastar¨¢ con extremar la vigilancia en los primeros festejos. Est¨¢ demostrado que las multas son ineficaces. Un torero que gana tres millones de pesetas por corrida, de buena gana paga la multa del ganadero para que le quiten agresividad a sus toros. En cambio, la inhabilitaci¨®n, no s¨®lo del ganadero sino de cuantos intervienen en la cadena del fraude, ya tendr¨ªa otro efecto.
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