Recelos mutuos y problemas comerciales dificultan la ¡®cumbre¡¯ hispano-portuguesa
De Espanha, nem bom yento nem hom casamento. La frase, que pertenece al refranero popular portugu¨¦s ilustra algunos sentimientos ancestrales entre dos pa¨ªses vecinos condenados a entenderse y que en la actualidad sufren el m¨¢s bajo nivel en sus relaciones de las ¨²ltimas d¨¦cadas. La cumbre entre ambos pa¨ªses ib¨¦ricos, que tendr¨¢ lugar en la ciudad portuguesa de Sintra a finales de esta semana, servir¨¢ presumiblemente para lograr escasos avances concretos, aunque el propio Felipe Gonz¨¢lez opinaba la pasada semana que ¡°ser¨¢ una meta de llegada o, al menos, un punto de partida¡±. Los mutuos recelos hist¨®ricos se unen ahora a una congelaci¨®n, en la pr¨¢ctica, de las relaciones comerciales, a un callej¨®n aparentemente sin salida en las negociaciones pesqueras y al temor espa?ol de que ante su actual aislamiento, Lisboa acabe por caer en una excesiva dependencia respecto de Washington.
"Me pasar¨ªa de diplom¨¢tico si no expresara mi preocupaci¨®n" ante la reuni¨®n hispano-portuguesa, confesaba a mediados de la pasada semana el jefe del Gobierno espa?ol a un grupo de periodistas portugueses que acudieron a visitarlo al palacio de la Moncloa. "Tengo esperanzas en la cumbre, pero los trabajos previos no est¨¢n suficientemente maduros. La reuni¨®n, en todo caso, tiene un inter¨¦s en s¨ª misma: marcar el inicio de un despegue en las relaciones".El presidente del Gobierno espa?ol expresaba no poco optimismo y buena voluntad acerca del futuro de las relaciones entre los dos vecinos tradicionalmente vueltos de espaldas, seg¨²n gustan de afirmar los portugueses: "Me he planteado personalmente muchas veces la supresi¨®n de las barreras aduaneras con Portugal; es un tema asumible para Espa?a, y yo estoy dispuesto a estudiar los desequilibrios estructurales". Para Gonz¨¢lez, "es imprescindible" que los dos pa¨ªses se planteen un estatus econ¨®mico semejante al que rige en Benelux o entre los pa¨ªses escandinavos.
Los deseos expresados por el presidente Gonz¨¢lez parecen, no obstante, chocar con la realidad inmediata: la cumbre, que, por incre¨ªble que parezca, constituir¨¢ uno de los actos diplom¨¢ticos m¨¢s dif¨ªciles del Gabinete socialista espa?ol, se celebrar¨¢ con escasa preparaci¨®n, apenas habr¨¢ documentos concretos sobre la mesa de negociaciones y, al menos este fin de semana, ni siquiera estaba a¨²n definitivamente concluida la lista de la delegaci¨®n espa?ola.
Rumores de nuclearizaci¨®n
Ni las relaciones comerciales, pr¨¢cticamente congeladas desde hace un a?o, ni las bloqueadas negociaciones pesqueras, ni los tradicionales recelos de Portugal hacia "los vecinos castellanos" parecen ser los temas que m¨¢s preocupan a la diplomacia espa?ola ante la reuni¨®n que los pr¨®ximos d¨ªas 11 y 12 celebrar¨¢n los jefes de Gobierno de ambos pa¨ªses, Felipe Gonz¨¢lez y Mario Soares, acompa?ados de nutridas delegaciones (por el momento, la espa?ola estar¨¢ compuesta, a falta de confirmaci¨®n oficial, por Miguel Boyer, Fernando Mor¨¢n, Carlos Romero, Juli¨¢n Campo y altos funcionarios de media docena de departamentos ministeriales).Las mayores inquietudes de los gobernantes espa?oles parecen centrarse en dos puntos concretos: la conjunci¨®n de esfuerzos para negociar la adhesi¨®n a la Comunidad Econ¨®mica Europea y el que podr¨ªa ser "excesivo acercamiento" de Lisboa hacia una dependencia de Estados Unidos, lo que, afirman temerosamente en el palacio de Santa Cruz, podr¨ªa concluir en una nuclearizaci¨®n de hecho del pa¨ªs vecino. Rumores fundamentados llegados a Madrid afirman que un portaviones norteamericano, portando armas nucleares, podr¨ªa estacionarse permanentemente en el complejo portuario de Sines, no lejos de Lisboa, con el aumento del riesgo que ello significar¨ªa para toda la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. En todo caso, tanto Gonz¨¢lez como Mor¨¢n insisten en que Espa?a no puede proponer en la cumbre de esta semana que Portugal se comprometa a no admitir armas nucleares en su territorio.
Esta eventualidad parece preocupar seriamente al equipo de Fernando Mor¨¢n, quien ya en su intervenci¨®n ante el Congreso de los Diputados, con motivo del reciente debate sobre pol¨ªtica exterior, insinu¨® los peligros de una "satelizaci¨®n" de Portugal respecto a EE UU, lo que convert¨ªa en "objetivo de m¨¢xima importancia" el acercamiento al pa¨ªs vecino, algo que exige "una voluntad pol¨ªtica una imaginaci¨®n".
Dif¨ªcil competencia militar
Esta voluntad pol¨ªtica, mostrada con infinidad de buenas palabras por ambos lados, se ve trabada por no pocos escollos: econom¨ªa, pesca y, sobre todo, recelos. Portugal siempre ha temido que, al entrar en la OTAN, su ¡°poderoso vecino¡± se hiciese con el mando atl¨¢ntico ¨²nico, posibilidad desmentida esta semana por Felipe Gonz¨¢lez: ¡°Si se diese la hip¨®tesis de una entrada de Espa?a en el ala militar de la OTAN, antes deber¨ªamos ponernos de acuerdo con los vecinos, y especialmente con Portugal. Pero creo que dif¨ªcilmente se dar¨¢ esa hip¨®tesis y, por tanto, esa competencia militar. Y aun en el caso de que se produjese, f¨¢cilmente podr¨ªamos llegar a un acuerdo, porque Espa?a s¨®lo aspirar¨ªa a la defensa de su plataforma territorial y mar¨ªtima¡±. Mor¨¢n a?ade que un comando atl¨¢ntico ib¨¦rico bajo mando espa?ol es una posibilidad ya desechada desde los tiempos de UCD.Los recelos ante la celebraci¨®n de la cumbre se multiplican: un error de transcripci¨®n de una agencia informativa, que convirti¨® una frase de un discurso de Mor¨¢n -¡±el arbotante atl¨¢ntico de Portugal¡±- en el ¡°arrogante atl¨¢ntico de Portugal¡±, levant¨® recientes oleadas de malestar en la Prensa portuguesa, que tambi¨¦n se llen¨® de suspicacias cuando la pasada semana fue imposible televisar una entrevista con Felipe Gonz¨¢lez destinada a la RTP; la ausencia de c¨¢maras fue transformada en falta de deseo presidencial.
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