'La fuerza de los sentimientos', de Kluge, eleva el tono del Festival de Sevilla
Densa, tensa e inteligente es la pel¨ªcula de Alexander Kluge que ayer se exhibi¨® en el Festival de Cine de Sevilla. La fuerza de los sentimientos es una gran ¨®pera moderna montada con fragmentos de la historia, de la historia vivida y la historia filmada, de la historia inventada para que se filme y de la historia cantada en las ¨®peras que cantan la historia humana. Es, por todo ello, un enorme collage -Kluge es un gran aficionado a utilizar y superponer retazos de lo que sea, como muestra su filmograf¨ªa anterior-, una introspecci¨®n y una exteriorizaci¨®n al mismo tiempo, realizada por uno de los directores m¨¢s intelectuales de cine alem¨¢n.
ENVIADA ESPECIAL, El autor de Artistas bajo la lona del circo: perplejos no ha llegado al cine por el camino de la imagen, sino m¨¢s bien por el del pensamiento. Y esta caracter¨ªstica, que en otro realizador menos dotado podr¨ªa resultar temible, es un verdadero alivio para el espectador, que tiene que deglutir d¨ªa a d¨ªa un lamentable y costoso c¨²mulo de trivialidades sintetizadas en celuloide.Wagneriana y y brechtiana, La fuerza de los sentimientos es una pelicula dura y reconfortante a la vez, porque muestra el desastre, pero tambi¨¦n la forma en que se es capaz de reflexionar ante el desastre. Y su intenci¨®n se resume en las palabras del veterano cantante de ¨®pera que aparece al principio del filme: aun despu¨¦s de 84 representaciones, uno puede sonre¨ªr con esperanza en el primer acto, porque uno no puede saber todav¨ªa en el primer acto que todo acabar¨¢ tan mal en el quinto.
Junto a la intensidad de la pel¨ªcula de Kluge -rodada en el escenario impresionante de una ciudad alemana del Rhine-Main en reconstrucci¨®n, destaca desfavorablemente la artificiosidad del filme franc¨¦s L'¨¦t¨¦ meurtrier, de Jean Becker.
Trauma fetal
Est¨¢ basado en una novela de S¨¦bastien Japrisot, el conocido novelista de serie negra. No ha tenido suerte Japrisot con la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de esta novela, y cabe suponer que en parte ha sido por su culpa, pues es autor del gui¨®n. Becker ha trabajado con morosidad, atrapado entre dos alternativas: el respeto total a Japrisot -lo que le hace prescindir casi de las elipsis y caer en el relato costrumbrista- y la necesidad de convertir la pel¨ªcula en un festival personal de Isabelle Adjani.La Adjani, que en estos momentos es quiz¨¢ la actriz m¨¢s taquillera de Francia -y lo prueba el hecho de que L'¨¦t¨¦ meurtrier est¨¢ obteniendo un ¨¦xito extraordinario en Par¨ªs-, lleva pr¨¢cticamente encima todo el peso de la acci¨®n, en un personaje de jovencita pueblerina trastornada por la violaci¨®n de que fue objeto su madre y de la cual ella fue el fruto. De hecho, ¨¦sta puede ser la primera pel¨ªcula con trauma retrospectivo de feto incipiente: el realizador no ha dudado en introducir flash-back de un acontecimiento en el que la protagonista s¨®lo estuvo presente en train de fecundaci¨®n.
Mucho p¨²blico juvenil
Para ma?ana est¨¢ prevista la proyecci¨®n del filme checoslovaco La abeja milenaria, de Jurai Jakubisko, que se encuentra en Sevilla asistiendo al festival. La presencia de Jakubisko provoca alguna que otra situaci¨®n kafkiana, ya que el hombre s¨®lo habla eslovaco, y viene acompa?ado por una funcionaria que traduce al alem¨¢n cuanto ¨¦l dice; posteriormente, otra traductora nos lo explica en espa?ol.De cualquier modo, sus respuestas son siempre muy cautas, limitadas a su pel¨ªcula, sin entrar en honduras pol¨ªticas, aunque de vez en cuando deja escapar comentarios negativos sobre su colega polaco Wadja, de quien dice que no puede representar con fidelidad la realidad polaca, dado que vive en el extranjero.
Por lo dem¨¢s, el festival, pese a los retrasos en las proyecciones, a las interrupciones inesperadas y a un funcionamiento m¨¢s bien aficionado, est¨¢ consiguiendo que mucha gente, sobre todo j¨®venes, asistan a las sesiones p¨²blicas.
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