El bizco y el jiboso
Alguien con un acusado estravismo ¨®ptico debi¨® mirar la Bolsa el pasado viernes con aviesa intenci¨®n, y los interesados en este negocio no fueron aparentemente capaces de encontrar ning¨²n personaje con una desviaci¨®n lumbar lo suficientemente pronunciada como para conjurar el maleficio del bizco. Por tanto, hubo que cruzar con fuerza los dedos, echar mano de los remedios anti mal fario al uso, prodigar los golpes de pecho y dejar en la rec¨¢mara, corno n¨²mero fuerte, una posible salida en andas de San Apapurcio o cualquier otro distinguido miembro del santoral al uso para semejantes ocasiones, ante la org¨ªa. vendedora desatada el pasado viernes en los mercados de valores nacionales.Los pecados acumulados erzai muchos, y el castigo, por tanto, l¨®gico. Esta era la s¨ªntesis de las impresiones mayoritarias que circulaban al cierre de las operaciones el ¨²ltimo d¨ªa h¨¢bil de la semana que hoy concluye. Las plusval¨ªas acumuladas a lo largo de las ¨²ltimas reuniones hubieran constituido, en cualquier otra ocasi¨®n, un est¨ªmulo suficiente como para que hubiesen comenzado a prodigarse las realizaciones de beneficios, y, con ellas, la vertical alcista acometida por los precios de algunos de los valores m¨¢s significativos habr¨ªa podido ofrecer algunos puntos para la reflexi¨®n y el descanso.
Sin embargo, en esta ocasi¨®n, la presencia de una demanda bien nutrida, que pretend¨ªa tomar posiciones con una cierta prisa, constitu¨ªa un fuerte est¨ªmulo al proceso alcista y hac¨ªa que las vanguard¨ªas de los ej¨¦rcitos burs¨¢tiles, los operdores a corto plazo, optasen por apurar sus respectivas jugadas al m¨¢ximo, y no conformarse con materializar diferencias positivas de forma escalonada, conforme mandan los manuales de este viejo oficio. La avaricia determinaba este comportamiento. Se pod¨ªa conseguir un mayor beneficio ante la persistente tendencia positiva. Pero en paralelo se iba ahondando la mala conciencia de este tipo de inversores, que transgred¨ªan de esta forma las m¨¢s elementales normas de su oficio. En su descargo puede decirse que muchos de ellos no recordaban un episodio alcista tan extendido y prolongado como el que entr¨® en cuarenteria el pasado viernes.
Pero lo cierto es que sirvi¨® la publicaci¨®n de una noticia tan conocida en medios burs¨¢tiles como es el consejo cursado desde el Ministerio de Industria a las empresas del sector el¨¦ctrico sobre la conveniencia de moderar los magn¨¢nimos repartos de beneficios en este sector, que en una buena parte de los casos se corresponden m¨¢s con la alquimia contable que con la generaci¨®n de super¨¢vit, de explotaci¨®n reales, para que todo el mercado se conmoviera. Pero la conmoci¨®n fue bastante medida.
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