Presur, la historia de un cambio
Los pasados d¨ªas 26 y 27 de octubre se reun¨ªan en el palacio de la Moncloa, residencia del presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, -el propio Gonz¨¢lez; el ministro de Industria y Energ¨ªa, Carlos Solchaga; el presidente de la Junta de Extremadura, Jos¨¦ Carlos Ibarra; el representante sindical de Minera de And¨¦valo, SA, Tom¨¢s Vera; el presidente de la empresa Presur, Federico de Lora, y el vicepresidente del Instituto Nacional de Industria, Juli¨¢n Garc¨ªa Valverde. La reuni¨®n, si se hace abstracci¨®n del lugar donde ten¨ªa lugar y a personalidad del convocante, parec¨ªa normal y su objetivo podr¨ªa englobarse dentro de los proyectos industriales que tiene pendiente este pa¨ªs para desarrollar zonas deprimidas y generar empleos.Los encuentros, sin embargo, encerraban dentro de su normalidad uno, de los cap¨ªtulos m¨¢s pol¨¦micos y oscuros de la historia pol¨ªtica del ¨²ltimo a?o de Espa?a. Eran la conclusi¨®n, por el principio o por el final, de uno de los proyectos empresariales m¨¢s controvertidos, sorprendentes y pol¨ªticamente explotados de lo que se ha venido a llamar la etapa del cambio. El proyecto Presur, o Prerreducidos del Sur, SA, idea que puede resumirse como el intento de aprovechamiento de los minerales, b¨¢sicamente de hierro y carb¨®n, de una de las regiones con menos posibilidades de generar riqueza de la geograf¨ªa espa?ola.
Prerreducidos del Sur o similares ha sido proyecto desde que alguien tuvo la feliz y sospechosa idea de vincular los pobres recursos de la zona a la pol¨ªtica. Pero sin necesidad de tener que remontarse a los mejores momentos desarrollistas del franquismo, a nadie sorprender¨ªa descubrir que proyectos como el de Presur s¨®lo prosperan cuando la pol¨ªtica y el sector p¨²blico caminan de la mano como ¨²ltimos paganos de una costos¨ªsima entelequia que, o bien beneficia directamente a alguien, o sirve de tapadera de las l¨®gicas y comprensibles aspiraciones de una comunidad para sobrevivir.
Hacer de la capa un sayo
En Presur, como la realidad ha puesto de manifiesto, hubo de todo esto algo m¨¢s que un poco. Proyecto heredado del Gobierno de UCD, que incluso se complic¨® en puesta en marcha por la v¨ªa directa del Bolet¨ªn Oficial del Estado o de las referencias en el Consejo de Ministros, preve¨ªa construir en la zona fronteriza entre Huelva y Badajoz una planta industrial de transformaci¨®n del mineral de hierro de Cala y La Berrona en un producto -conocido como prerreducidos de hierro. Es decir, un sustituto de la chatarra importada, destinado a alimentar los hornos el¨¦ctricos de nuestra siderurgia y hacerla as¨ª m¨¢s competitiva.La inversi¨®n prevista para este proyecto se situaba en torno a los 30.000 millones de pesetas y con taba de una serie de obras de infraestructura, modernizaci¨®n de las minas e instalaci¨®n de una planta de llave en mano, que ser¨ªa facilitada por una firma alemana al coste de 14.000 millones de pesetas. El n¨²mero de empleos generados era de 508, a ocupar en las plantas de pelletizaci¨®n y prerreducci¨®n mediante gas, extremo este ¨²ltimo que se abandon¨®, sustituy¨¦ndolo en una fase ¨²ltima por el carb¨®n cuando se comprob¨® que no hab¨ªa gas suficiente en C¨¢diz. Asimismo, se manten¨ªa el empleo en las minas, que rondaba el centenar de personas.
El problema se planteaba al descubrir los estudios de viabilidad realizados en el Instituto Nacional de Industria, sobre el que iba a pesar el mayor coste de la inversi¨®n, que el proyecto no era rentable, e incluso en el mejor de los casos (bajo coste de financiaci¨®n, etc¨¦tera) se pod¨ªa llegar a perder m¨¢s de 2.000 millones de pesetas anuales. En otras palabras, con una inversi¨®n de 30.000 millones de pesetas se estaba creando un nuevo monstruo o empresa p¨²blica o semip¨²blica que s¨®lo iba a generar p¨¦rdidas, en unos momentos en los que precisamente lo que necesitaba el pa¨ªs era ir cerrando o limitando la media docena de excesos parecidos que existen en el pa¨ªs.
Pese a la publicaci¨®n de estos estudios del INI y a otros de organismos oficiales que llegaron a similares conclusiones, tanto el Gobierno de UCD como el PSOE forzaron la marcha para la realizaci¨®n del proyecto, que, adem¨¢s de su inviabilidad, presentaba aspectos empresariales de dudosa transparencia. El hecho de que los problemas del empleo generado y los agravios regionales -temas tab¨² en medio de una campa?a electoral- aparecieran vinculados a una empresa como Minas de And¨¦valo, en proceso de suspensi¨®n de pagos, con una aparente quiebra de dudosa legalidad en perspectiva y con accionistas como un Mart¨ªnez Bordi¨² o un Enrique Fern¨¢ndez Vial por medio, no fueron obst¨¢culo para que se dudara de su conveniencia, pese a la campa?a montada en su contra por los t¨¦cnicos independientes que estudiaron su rentabilidad.
El caso es que, concluidas las elecciones y nombrado el nuevo Gobierno, el proyecto pas¨® aparentemente a una situaci¨®n de olvido, s¨®lo recordada con las promesas del titular de Industria y Energ¨ªa, Carlos Solchaga, de mantener los compromisos de la campa?a electoral para con la regi¨®n. Esas promesas, sin embargo, consiguieron tranquilizar a los mineros y a los responsables pol¨ªticos de la comunidad extreme?a y la andaluza, al parecer, mucho m¨¢s tranquilos tras la llegada del PSOE al Gobierno que con los compromisos v¨ªa Bolet¨ªn Oficial del Estado del anterior Gobierno.
Fecha l¨ªmite
La fecha del pasado 1 de noviembre fue, sin embargo, la barrera para que el tema saltara a la luz p¨²blica. Esta fecha hab¨ªa sido dada por Carlos Solchaga como l¨ªmite para la puesta en marcha del proyecto, pese a que en los meses anteriores las ¨²nicas novedades que experiment¨® el tema se refirieron a la batalla jur¨ªdica que se libraba entre los accionistas de Minera de And¨¦valo y los de Presur para resolver la inc¨®gnita del aprovechamiento del mineral de hierro, especialmente despu¨¦s de solicitarse la suspensi¨®n de pagos de la sociedad propietaria de las minas.Tras la acci¨®n judicial y el nombramiento de la empresa Carmonsa (Carbones Monta?eses, SA) como uno de los representantes de los acreedores de Minera de And¨¦valo, precisamente cuando se sospecha la presencia de accionistas comunes en ambas sociedades, ha motivado acciones cautelares del resto de los acreedores de la empresa minera, que han conseguido ejecutar sus cr¨¦ditos e intervenir la sociedad. Se trata de Finanzauto, SA, y del Banco de Cr¨¦dito industrial, a los que Minera de And¨¦valo debe m¨¢s de 2.000 millones de pesetas.
La presencia de Carmonsa en la batalla legal ha motivado a¨²n m¨¢s sospechas, al descubrirse la existencia de un contrato de relaci¨®n comercial entre Mineras de And¨¦valo y Carmonsa, por la que la primera paga a la segunda un canon por la venta de sus minerales a Ensidesa. El contrato prev¨¦ una indemnizaci¨®n de 100 millones de pesetas a Carmonsa en el caso del cambio de titularidad en las acciones de Minera de And¨¦valo.
Lo que a algunos les suena a un fen¨®meno muy similar a la Rumasa exterior ha dificultado, a su vez, la puesta en marcha de un proyecto alternativo que t¨¦cnicos del INI reconstruyeron como alternativa al original Presur. El proyecto alternativo, aprobado por Felipe Gonz¨¢lez en las reuniones de finales de octubre como cumplimiento del compromiso establecido en la campa?a electoral, prev¨¦ la reducci¨®n de la inversi¨®n a la tercera parte, el mantenimiento del empleo a los mismos niveles que el proyecto original y la construcci¨®n de un embalse hiperanual que facilite agua a las plantas industriales.
T¨¦cnicamente, el proyecto ha sido calificado de muy avanzado, ya que incluye la instalaci¨®n de una planta piloto de sinterfeed, que permitir¨¢ obtener concentrado de hierro con un sistema mucho m¨¢s barato que el anterior. La baja de los precios de los pellets en los mercados internacionales y una mayor demanda de sinterfeed y esponja de hierro han permitido salvar al PSOE y a su presidente de un compromiso electoral que muy bien le pod¨ªa haber costado la credibilidad en sus intentos de racionalizar y reconvertir el tejido industrial de Espa?a.
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