La declaraci¨®n turco-chipriota, consecuencia l¨®gica de 23 a?os de enfrentamientos en la isla
La proclamaci¨®n unilateral de la independencia de la parte norte de Chipre parece ser una l¨®gica conclusi¨®n de 23 a?os, de creciente distanciamiento entre las dos comunidades asentadas en la isla del Mediterr¨¢neo oriental El momento elegido para anunciarla coincide con el per¨ªodo de transici¨®n pol¨ªtica en Turqu¨ªa, potencia aliada y casi tutora de los turcochipriotas.
Rauf Denktash, l¨ªder de la comunidad turcochipriota elegido el martes presidente de la nueva Rep¨²blica Turca de Chipre del -Norte, declar¨® la independencia justo cuando en Ankara el r¨¦gimen militar se dispone, tras las ,elecciones generales del pasado d¨ªa 6, a devolver parcialmente el poder a los civiles y no est¨¢ en condiciones ¨®ptimas de presionar e impedir una iniciativa que perjudicar¨¢ sus relaciones con Estados Unidos y dem¨¢s pa¨ªses de la Alianza Atl¨¢ntica.Si el l¨ªder turcochipriota, de 59 a?os de edad, ha colocado a Ankara y a las dem¨¢s capitales de la OTAN ante el hecho consumado, su decisi¨®n hab¨ªa sido precedida por una serie de medidas unilaterales que permit¨ªan preverla.
El propio Denktash revel¨¦ en octubre en entrevistas con peri¨®dicos turcos y en el Consejo de Europa en Estrasburgo que ten¨ªa la intenci¨®n de proclamar la in dependencia del autodenominado Estado federado turco de Chipre, que ¨¦l mismo hab¨ªa fundado en febrero de 1975, seis meses despu¨¦s de que 40.000 soldados turcos interviniesen en la isla para contrarrestar el golpe de Estado dado por oficiales greco chipriotas favorables a la dicta dura de los coroneles griegos.
El protector turco
La expedici¨®n militar turca de agosto de 1974 consagr¨® la divisi¨®n de Chipre en una zona turcochipriota poblada por cerca de 100.000 personas, que disponen del 36% del territorio de la isla, y otra grecochipriota con unos 450.000 habitantes, cuyo Gobierno, presidido por Spyros Kyprianu, es el ¨²nico que goza de reconocimiento internacional. Ambas zonas est¨¢n separadas por la llamada l¨ªnea Atila, que vigilan 2.350 cascos azules de la ONU, puestos en estado de alerta el pasado martes.Carente de un reconocimiento internacional que no buscaba, aislado del resto del territorio, ignorado por la ayuda internacional empezando por la de la ONU, y poblado por la comunidad m¨¢s pobre, el Estado de Denktash no podr¨¢ sobrevivir sin echarse en brazos de su protector turco, que siempre mantuvo en el norte de la isla un contingente militar de entre 10.000 y 18.000 hombres y que no dud¨® en facilitarle una generosa ayuda econ¨®mica.
Los turcochipriotas -de religi¨®n musulmana y con un nivel cultural medio m¨¢s elevado que los turcos- adoptaron paulatinamente la libra turca para sus transacciones comerciales, vincularon su red postal y telef¨®nica con la de Turqu¨ªa, viajaron al extranjero con pasaporte turco y a trav¨¦s de los aeropuertos de Estambul y Ankara y, finalmente, empezaron a dotarse de instituciones pol¨ªticas pr9pias, incluida una asamblea legislativa elegida democr¨¢ticamente en junio de 1981 y cuyos 40 miembros aprobaron por unanimidad la declaraci¨®n de independencia.
El alejamiento pol¨ªtico y econ¨®mico de ambas comunidades no impidi¨® la celebraci¨®n de conversaciones en el hotel Lefra, Palace, justo en la l¨ªnea de demarcaci¨®n, en las que el representante turcochipriota reivindicaba la creaci¨®n de un Estado federal mientras el delegado grecochipriota propon¨ªa para los turcos de la isla un estatuto de minor¨ªa, al tiempo que exig¨ªa que los miles de grecochipriotas expulsados del Norte en 1974 pudiesen regresar a sus hogares. A corto plazo, la medida unilateral de Denktash reforzar¨¢ a¨²n m¨¢s el aislamiento de los turcochipriotas, cuya Rep¨²blica s¨®lo ha sido reconocida hasta el momento por el Gobierno de Ankara. Y en este sentido se manifestaban algunos habitantes del norte de la isla, que el martes hab¨ªan" sin embargo, aclamado a sus parlamentarios a la salida de la sesi¨®n extraordinaria convocada para proclamar la independencia.
Mientras, en el sector grecochipriota, miles de j¨®venes coreaban en las calles, por segundo d¨ªa consecutivo, consignas antiturcas y ped¨ªan a gritos el derecho para los refugiados de volver a sus casas en zona turca.
Reconocimiento internacional
Pero Denktash, pol¨ªtico h¨¢bil y experimentado, ha apostado a largo plazo. El abogado londinense, que, tras haber sido expulsado de la isla eh 1963 por Makarios, logr¨® convertirse en su vicepresidente 10 a?os m¨¢s tarde, espera obtener el reconocimiento de entre 10 y 15 capitales isl¨¢micas -entre las que destaca Tr¨ªpoli-, satisfechas de la creaci¨®n de un nutvo pa¨ªs musulm¨¢n y dispuestas a suministrarle una abundante ayuda financiera.Si acaba por obtener un m¨ªnimo reconocimiento internacional, la zona secesionista podr¨¢ conseguir cr¨¦ditos exteriores y, sobre todo, reactivar la importante industria tur¨ªstica en plena recisi¨®n desde hace 10 a?os, a causa de las trabas existentes para viajar hasta all¨ª y que obligan, por ejemplo, a los pocos vuelos charters procedentes de Londres y Francfort a transitar por Turqu¨ªa. Toda la infraestructura econ¨®mica de la isla, absolutamente infrautilizada, est¨¢ concentrada en el Noreste, una de las regiones m¨¢s hermosas y baratas del Mediterr¨¢neo.
En cierta medida, declarar su independencia puede significar a largo plazo para los turcochipriotas reducir su dependencia de Turqu¨ªa, cuyos soldados fueron aplaudidos el martes por el Gabinete turcochipriota. Un elemento de fricci¨®n en las relaciones entre los turcochipriotas y Ankara es la presencia de los 5.000 campesinos de Anatolia asentados en los ¨²ltimos a?os en el norte de la isla a instancias del Gobierno turco, agricultores que no son mirados con simpat¨ªa por la poblaci¨®n.
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