Espa?a y Zaire firmar¨¢n un acuerdo marco de cooperaci¨®n, por iniciativa de Mobutu

Espa?a y Zaire firmar¨¢n hoy, a petici¨®n del presidente Mobutu, un acuerdo marco de cooperaci¨®n cuyos puntos b¨¢sicos no est¨¢n totalmente definidos. Algunas de las partes ya han sido acordadas, pero las sustanciales est¨¢n a la espera de la reuni¨®n de hoy. Por parte espa?ola no existe especial optimismo por la cuesti¨®n, y el punto conflictivo que da lugar al desacuerdo espa?ol reside en la moneda de pago, ya que Zaire pretende imponer la suya.

La jornada de los Reyes de Espa?a durante el domingo se inici¨® con la misa concelebrada por 10 sacerdotes, el cardenal primado de Zaire, monse?or Malula, y los obispos Make y Tshibango, que, como el resto de los 17 obispos que residen en el pa¨ªs, sonde nacionalidad zaire?a. La Iglesia cat¨®lica, que es la religi¨®n que practica la mayor¨ªa del pa¨ªs, mantiene con Mobutu cordiales relaciones desde 1981, pero los enfrentamientos de la Iglesia con el r¨¦gimen han sido notables. Los obispos de Zaire han tenido en lo pol¨ªtico una posici¨®n aperturista y ello les ha creado serias complicaciones.En este momento no existen grandes contenciosos, y el Gobierno ayuda a la Iglesia fundamentalmente en las zonas m¨¢s deprimidas. No obstante, la labor que realizan quienes est¨¢n en el interior ?el pa¨ªs no est¨¢ bien remunerada. As¨ª, por ejemplo, una enfermera de las que poseen las misioneras espa?olas percibe como sueldo mensual unos 250 zaires, mientras que el salario de un sereno es de 1.000 zaires. La monja espa?ola mejor pagada, por llevar una vicar¨ªa de 17.000 personas, recibe 850 zaires, que suponen al cambio unas 3.200 pesetas.

La homil¨ªa del cardenal primado tuvo como introducci¨®n una salutaci¨®n a los Reyes, a los que agradeci¨® la. labor que realizan las m¨¢s de 500 personas espa?olas dedicadas a las misiones. El resto de la colonia espa?ola no llega al centenar y medio. Se especulaba con la posibilidad de que el cardenal tuviera alg¨²n gesto de distanciamiento hacia Mobutu y su esposa, pero no fue as¨ª, y en sus palabras no hubo la m¨¢s m¨ªnima alusi¨®n pol¨ªtica. Los Reyes, Mobutu y su esposa tomaron la comuni¨®n de manos del cardenal.

La misa fue concelebrada en la iglesia de San Leopoldo, que fue fundada por el rey belga del mismo nombre y es actualmente la iglesia del seminario. El coro de la parroquia, acompa?ado por un acorde¨®n, que hace las veces de ¨®rgano, y varios bongos, interpret¨® diversos motivos religiosos de marcado signo popular. La iglesia, de ladrillo, con arcos apuntados, tiene su escasa iconograf¨ªa representada por un mosaico en el que Cristo es negro y la representaci¨®n de Dios tambi¨¦n. Unicamente la imagen de la Virgen, la ¨²nica que existe en el templo, es blanca.

Turr¨®n y medicamentos

Las monjas de los Sagrados Corazones, que asistieron a la misa, mostraron ante las de otras congregaciones su contento por el hecho de que la reina do?a Sof¨ªa les haya hecho llegar una carta, respuesta a la que recibi¨® de ellas en Madrid, en la que les comunica que su petici¨®n ha sido atendida. Efectivamente, en el avi¨®n real han viajado desde Madrid m¨¢s de 1.000 kilos de medicamentos, una peque?a partida de turr¨®n para celebrar las pr¨®ximas Navidades y varias m¨¢quinas de coser.

A los miembros del s¨¦quito real se les pidi¨® que vinieran con un equipaje lo m¨¢s ligero posible a fin de que pudiera tener cabida el cargamento que la Reina ha regalado.

Las monjas, seg¨²n contaron ayer en sus lugares de residencia, han de atender labores tan dispares como la de la sanidad y la construcci¨®n de casas. Una vivienda en la selva zaire?a no dura m¨¢s de cinco a?os. Las monjas han ense?ado a construir con adobe, y ello ha posibilitado la creaci¨®n de viviendas m¨¢s dignas que las tradicionales chozas. No obstante, este tipo de viviendas todav¨ªa mantiene techumbres a base de varias capas de hojas de palmera cosidas. El cemento es inaccesible para esta clase de construcciones porque un solo saco cuesta el salario de un mes.

Los reyes embarcaron al mediod¨ªa en un buque-recreo del Gobierno zaire?o para hacer un recorrido por el r¨ªo Congo, que hoy lleva tambi¨¦n el nombre de este pa¨ªs africano. Pocos minutos despu¨¦s de zarpar aterriz¨® en la cubierta de popa un helic¨®ptero del Ej¨¦rcito en el que se transport¨® la comida caliente que fue servida durante el recorrido. Fue todo un alarde de boato, por otra parte totalmente innecesario. La jornada real finaliz¨® con la recepci¨®n en la embajada a la colonia hispana.