Exigencia de responsabilidades tras las inundaci¨®n de la zona de Lisboa

Los ayuntamientos de la periferia de Lisboa, duramente. castigados por las inundaciones del pasado fin de semana, no admiten el borr¨®n y cuenta nueva sobre las causas de la tragedia y exigen responsabilidades y medidas de prevenci¨®n que eviten que sucesos similares puedan volver a ocurrir en el futuro.La versi¨®n oficial es que "lo peor ya pas¨®" y que los servicios competentes hicieron frente a sus obligaciones "dentro de la normalidad posible", pero, las poblaciones afectadas se resisten a admitir que se ha tratado de una tragedia natural y se?alan que los estragos no fueron causados por un r¨ªo que se sali¨® repentinamente de su cauce o por la ruptura, de un embalse.

Simplemente, aseguran los afectados, llovi¨®. Torrencialmente, es cierto (cayeron un total de 125 litros por metro cuadrado en tan s¨®lo 18 horas), pero ¨¦se es un nivel que se registra c¨ªclicamente en la regi¨®n, aproximadamente cada 15 a?os. En el a?o 1967, por ejemplo, un fen¨®meno meteorol¨®gico id¨¦ntico caus¨® cerca de 300 v¨ªctimas.

La construcci¨®n clandestina (sin previa autorizaci¨®n y en zonas sin urbanizar) es se?alada como la principal responsable de las muertes causadas por las aguas; pero la poblaci¨®n rechaza esta explicaci¨®n, a la que consideran demasiado simplista.

Los barrios clandestinos y de chabolas son la consecuencia de la falta de viviendas y de la especulaci¨®n inmobiliaria.

El propio gobernador (socialdem¨®crata) de Lisboa reconoce que, para evitar la repetici¨®n de cat¨¢strofes como ¨¦sta, seria necesario destruir muchas de las construcciones levantadas en los 10 ¨²ltimos a?os y realojar a centenares de miles de personas.

Adem¨¢s, los da?os causados en la infraestructura de la capital portuguesa muestran claramente que no han sido ¨²nicamente las construcciones particulares las que han pecado contra las normas m¨¢s elementales de previsi¨®n.

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