La retirada de placas a la Guardia Civil fue debida a presiones de sindicatos policiales

La decisi¨®n del Ministerio del Interior de ordenar la retirada "inmediata" de las placas acreditativas que deb¨ªan repartirse entre los miembros de los servicios de informaci¨®n de la Guardia Civil de toda Espa?a fije motivada por la presi¨®n de los sindicatos policiales ante el Gobierno, y no por el hecho de que, seg¨²n algunas fuentes, las chapas llevaran grabada la palabra Polic¨ªa.Esas pol¨¦micas acreditaciones, que motivaron hace una semana la protesta de los representantes sindicales de la polic¨ªa, s¨®lo llevaban grabadas en su anverso las palabras Guardia Civil y Servicios de Informaci¨®n; y en su reverso, el n¨²mero personal del guardia. La postura oficial del ministerio intentaba esconder, pues, un serio conflicto de competencias entre estos dos cuerpos de seguridad.

El Ministerio del Interior envi¨® a los servicios de informaci¨®n de la Guardia Civil unas placas acreditativas para repartirlas entre los investigadores que pertenecen a ese cuerpo de seguridad, quienes deber¨ªan exhibirlas a partir del 1 de enero (v¨¦ase: EL PAIS del pasado d¨ªa 12). La noticia, que evidenciaba una vez m¨¢s el intento gubernamental de potenciar a la Guardia Civil, era un reconocimiento externo de las funciones de este cuerpo como polic¨ªa judicial.

El pasado viernes se recibi¨® una comunicaci¨®n en todas las comisar¨ªas en la que el director general de la Guardia Civil Jos¨¦ Antonio S¨¢enz de Santa Mar¨ªa, explicaba que hab¨ªa ordenado la retirada de las placas.

Polic¨ªa judicial

Los sindicatos policiales criticaron en su d¨ªa al ministro y solicitaron la retirada inmediata del nuevo documento met¨¢lico. Esa placa acreditativa ha puesto de relieve las diferencias que existen entre los inspectores del Cuerpo Superior de Polic¨ªa y los miembros de los servicios de informaci¨®n de la Guardia Civil, que en el fondo se centran en una. sola cuesti¨®n: cu¨¢l es la leg¨ªtima polic¨ªa judicial de las ciudades.Para los polic¨ªas, la Guardia Civil debe operar tan s¨®lo en los ¨¢mbitos rurales y nunca pisar las calles de las grandes ciudades, que deber¨ªan quedar reservadas para los inspectores; del Cuerpo Superior de Polic¨ªa. Para los guardias civiles, su trabajo en las grandes ciudades se justifica por la existencia de ¨®rdenes judiciales, que legalizan sus actuaciones como polic¨ªa judicial, por las normativas que les autorizan a actuar de paisano en cualquier punto del territorio, y por el argumento de que las ciudades son el refugio obligado de buena parte de los delincuentes que act¨²an en las zonas rurales.

Esta situaci¨®n ha originado dobles servicios, con el consiguiente peligro de enfrentamiento entre inspectores y guardias, y el encubrimiento de ¨ªnformaciones, sobre todo las relacionadas con actuaciones terroristas. El enfrentamiento entre ambos cuerpos ha llegado a tal punto que ahora, en puertas de un conflicto colectivo en el seno de la polic¨ªa, son muchos los inspectores que opinan que "si vamos a la huelga, los servicios de informaci¨®n de la Guardia Civil intentar¨¢n limpiar las calles de las ciudades para demostrar que ellos son la mejor polic¨ªa judicial".