La decisi¨®n de controlar las cuentas del futbol ser¨¢ respaldada por la Intervenci¨®n del Estado

Los trabajos de la Intervenci¨®n General del Estado sobre la Federaci¨®n de f¨²tbol est¨¢n a punto de concluir. No hay duda de que su contabilidad est¨¢ muy mal Nevada, y los ¨²ltimos trabajos se destinan a determinar si existe malversaci¨®n de fondos, concretamente en las cuentas relacionadas con el Mundial-82. La La decisi¨®n del Consejo Superior de Deportes (CSD) quedar¨¢ respaldada a la vista de los ¨²ltimos datos. Las posibilidades de actuaci¨®n sobre Pablo Porta pasan por cuatro vertientes: inhabilitaci¨®n, intervenci¨®n, dimisi¨®n o cese. En el Ministerio de Cultura estiman que en septiembre de 1984. como fecha l¨ªmite, Porta ya no ser¨¢ presidente de la federaci¨®n. Por otra parte, la auditor¨ªa de cuentas podr¨¢ extenderse a los clubes de f¨²tbol.

Oficialmente, se emplea la fecha del 1 de diciembre como, d¨ªa en el que, si los trabajos no vuelven a sufrir un retraso, se entregue a las autoridades correspondientes el resultado de la auditor¨ªa efectuada por la Intervenci¨®n General del Estado sobre la contabilidad de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol en 1982. Los destinatarios ser¨¢n: ministro de Cultura, ministro de Hacienda y el Consejo de Ministros.Las dificultades para encotrar datos fiables sobre todo lo relacionado con el Mundial-82 ha obligado a retrasar los trabajos. Los interventores se encontraron, adem¨¢s del obstruccionismo de ciertos empleados federativos, con que los documentos m¨¢s importantes relacionados con el Mundial-82 se encontraban en Zurich. ? partir de que surgieron los problemas con el Mundial-82 se estim¨® la posibilidad de entender que pod¨ªa existir malversaci¨®n d fondos.

La continuidad de Porta

En cualquier caso, y a la vista de los ¨²ltimos retoques, la responsabilidad pol¨ªtica de la Administraci¨®n, al tomar la decisi¨®n de controlar las partidas de dinero enviada s a la federaci¨®n, quedar¨¢ salvada. La contabilidad de la Federaci¨®n de F¨²tbol no cumple con los m¨ªnimos exigibles. Con la Ley de Cultura F¨ªsica y Deportes en la mano, el Consejo Superior de Deportes se ver¨ªa obligado a suspender toda subvenci¨®n a dicha federaci¨®n. No valdr¨ªa, despu¨¦s del trabajo de la Intervenci¨®n General, el control. La federaci¨®n dejar¨ªa de recibir dinero.Pero otra cuesti¨®n paralela ser¨ªa la continuidad de Pablo Porta como presidente de la Federaci¨®n de F¨²tbol. Si se descubre malversaci¨®n de fondos, ser¨ªa el Fiscal del Estado quien pudiera decretar inhabilitaci¨®n temporal en tanto se solucionara el caso. Este ser¨ªa el extremo m¨¢s negativo y, a¨²n en este caso, Pablo Porta podr¨ªa defenderse arguyendo que la responsabilidad contable de la federaci¨®n no era cosa suya sino de Agust¨ªn Dom¨ªnguez, secretario general, aspecto que, jur¨ªdicamente, no es desechable. En este caso, Porta podr¨ªa eludir alguna responsabilidad. En algunos c¨ªrculos, Porta siempre se jact¨® de no haber firmado nada.

Otro aspecto improbable, a la vista de la experiencia de estos ¨²ltimos a?os, ser¨ªa que Porta dimitiera. Ello no le, salvar¨ªa, adem¨¢s, del proceso que se desenca denase tras la auditor¨ªa. Nombrar un interventor dentro de la Federaci¨®n, que controlase desde dentro la actividad contable de dicho organismo, no aparece contemplado por la ley. Por ¨²ltimo, queda la posibilidad "democr¨¢tica": que Porta no saliera elegido en septiembre de 1984 tras unas elecciones plenamente democr¨¢ticas y representativas, obligadas por el Consejo Superior de Deportes mediante un decreto-ley extensivo a todas las federaciones.

Por ¨²ltimo, los clubes de f¨²tbol podr¨¢n ser sometidos a auditor¨ªas contables caso de que se acordara una mayor subvenci¨®n con fondos p¨²blicos procedentes, de las quinielas. Recientemente, Miguel, Boyer, ministro de Econom¨ªa, Hacienda y Comercio, manifest¨® la posibilidad de que las auditor¨ªas alcanzasen a entidades privadas o, al menos, a todas aquellas que deseen dinero del Estado.

Este nuevo control en los clubes ser¨ªa una sorpresa con la que se encontrasen tras las presiones que ejerzan para recibir mayor dinero del Estado. El control contable no existe en los clubes de f¨²tbol y as¨ª el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de Espa?a decidi¨® intervenir ante aquellos auditores que firmaban su visto bueno en las contabilidades de ciertos clubes, que posteriormente eran presentadas en las Asambleas Ordinarias.