La filtraci¨®n de la sentencia

(...) No es a¨²n el momento de comentar el contenido de una sentencia que sigue sin conocerse oficialmente. Tampoco queremos unimos a quienes censuran al medio informativo que en la ma?ana del domingo desvel¨¦ para sus lectores, de manera pormenorizada, las deliberaciones y las resoluciones del Tribunal Constitucional y las posturas de cada uno de sus 12 miembros. Si un peri¨®dico tiene acceso a una informaci¨®n de este calibre y no sobrepasa los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n, obra bien apunt¨¢ndose el ¨¦xito profesional, que evidentemente ha conseguido.Lo lamentable es que por segunda vez en cuatro meses se ha violado el secreto que la ley impone en estos casos y se ha producido una filtraci¨®n indiscutiblemente interesada. Es necesario desenmascarar a sus autores. ( ... )

( ... ) A la espera de la obligada investigaci¨®n sobre los hechos, entendemos que la ejecutoria y la reputaci¨®n profesional y personal del presidente del Tribunal Constitucional deben impulsarle a presentar la dimisi¨®n de su cargo. El prestigio de este alto organismo ha sido puesto en entredicho por los acontecimientos, y la postura l¨®gica, mientras llegue la necesaria aclaraci¨®n, es la que se?alamos.

No debe verse en ello un af¨¢n de prejuzgar conductas ni atribuir culpabilidades. Pero el grave quebrantamiento de las normas legales se ha producido y hay que obrar en consecuencia.

El gigantesco embrollo pol¨ªtico y jur¨ªdico del caso Rumasa, que la sentencia contribuir¨¢ a simplificar, pero no a hacerlo desaparecer, adquiere una nueva dimensi¨®n, cuya trascendencia no se puede desestimar. ( ... )

6 de diciembre