"Con vida los llevaron, con vida los queremos"

A las nueve de la noche del viernes, una se?ora, con m¨¢s edad en los ojos que en el cuerpo, se tumb¨® bajo los arcos del Cabildo y sac¨® de su bolso bocadillos y refrescos. Diecisiete horas despu¨¦s, a las dos de la tarde del hirviente s¨¢bado, varios brazos j¨®venes con el distintivo de la Cruz Roja la sacaban de entre las primeras filas de la multitud con los pies por delante. El implacable sol la desmoron¨®. El pa?uelo blanco que le cubr¨ªa la cabeza no sirvi¨® m¨¢s que como gu¨ªa para que otras cabezas blancas pudieran seguirla hasta la sombra, donde un cubo de agua fr¨ªa la despert¨® cantando "ahora, ahora, resulta indispensable, aparici¨®n con vida y castigo a los culpables". El coro corri¨® como un r¨ªo de l¨¢grimas: "Con vida los llevaron, con vida los queremos".Arriba, en el balc¨®n central, Ra¨²l Alfons¨ªn renovaba en su primer mensaje como presidente al pueblo argentino el compromiso por la defensa de los derechos humanos. Las madres de la Plaza de Mayo agitaron sus pancartas.

Sobre el coche descubierto en el que Ra¨²l Alfons¨ªn recorri¨® de pie el trayecto desde el Congreso, donde prest¨® juramento por la ma?ana, hasta la casa de Gobierno, en el otro extremo de la avenida de Mayo, se derramaron todos los afectos posibles.

Pero entre tanta lluvia de papel y palmas agitadas junto con banderas y pancartas -"Alfons¨ªn, te amo, firmado: Mar¨ªa Libertad"-, no pod¨ªa imaginarse que de pronto un hombre intentara abalanzarse, respondiendo a un plan largo tiempo planeado, sobre el auto de Alfons¨ªn para besarle en la boca o donde fuera posible, siempre que la escena quedara registrada por los fot¨®grafos; result¨® ser Jos¨¦ Alves de Mouras, Besuqueiro, ciudadano brasile?o que se ocupa de estos menesteres desde hace a?os. En la lista de famosos que han recibido sus ¨®sculos se encuentran Frank Sinatra, Pel¨¦, Wilson Ferreyra Aldunate, el pol¨ªtico uruguayo exiliado que daba una conferencia de prensa, y hasta el Papa.

"Por fin nos toca bailar con la m¨¢s linda", era el anuncio de las fiestas populares programadas. En escenarios montados en los barrios m¨¢s tradicionales de la ciudad se dibujaron pasos de m¨²sica latinoamericana. Grupos de chilenos, uruguayos y paraguayos recogieron la esperanza y se la llevaron puesta.