El contencioso sobre las Malvinas puede entrar en la v¨ªa de la negociaci¨®n

La primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, envi¨® ayer un caluroso mensaje personal al nuevo presidente, Ra¨²l Alfons¨ªn, en el que aseguraba que, a pesar de las diferencias que puedan existir, ve con alegr¨ªa la restauraci¨®n de la democracia en Argentina.La llegada al poder de Ra¨²l Alfons¨ªn puede permitir un cambio del clima con Londres y, eventualmente, afectar al contencioso brit¨¢nico-argentino sobre las islas Malvinas, aunque ambas partes mantienen posiciones dif¨ªcilmente conciliables.

Un elemento positivo reside en la decisi¨®n del nuevo presidente de que, en todo caso, la soluci¨®n del problema se buscar¨¢ por medios pac¨ªficos.

Tal vez por ello, la Administraci¨®n norteamericana de Ronald Reagan decidi¨® hace unos d¨ªas levantar el embargo sobre la venta de armas a Argentina, si bien la postura de Washington se justific¨® en la sustancial mejora producida en el terreno de los derechos humanos. El embargo se estableci¨® cuando Jimmy Carter era el inquilino de la Casa Blanca y las denuncias sobre la actuaci¨®n de la Junta Militar se multiplicaban.

La decisi¨®n norteamericana ha despertado recelos en Londres, si bien se reconoce que "se trata de un acto legal, no de pol¨ªtica". The New York Times asegura que, con ocasi¨®n de la reuni¨®n del Consejo Atl¨¢ntico, el jueves y el viernes en Bruselas, el secretario de Estado, George Bush, asegur¨® a su colega brit¨¢nico, Geoffrey Howe, que EE UU consultar¨ªa muy cuidadosamente con el Reino Unido toda venta de armas a Argentina.

En una entrevista para la cuarta cadena de la televisi¨®n brit¨¢nica, el vicecanciller argentino, Hugo Gobbi, afirm¨® el viernes que "el problema de la soberan¨ªa de las Malvinas no es de la Junta Militar ni del Gobierno Alfons¨ªn, es un problema del pueblo argentino". La diferencia, en su opini¨®n, estriba en que los militares quisieron recuperar el archipi¨¦lago por la fuerza, y el Gobierno democr¨¢tico pretende lograrlo por medios pac¨ªficos, informa Efe. Sin embargo, matiz¨® que caben pocas esperanzas de negociacion tras las ¨²ltimas declaraciones de Thatcher (la soberan¨ªa no es negociable) y del ministro de Defensa, Michel Heseltine (sobre la importancia estrat¨¦gica de las islas).