Ante el aborto legal, los colegios m¨¦dicos quieren plantear la objeci¨®n de conciencia
El Consejo General de Colegios Oficiales de M¨¦dicos quiere exigir una legislaci¨®n que ampare el derecho de los m¨¦dicos, y de los dem¨¢s profesionales sanitarios, a negarse a practicar abortos, se?al¨® ayer Jos¨¦ Luis del Pi?al, presidente de la comisi¨®n deontol¨®gica de la organizaci¨®n m¨¦dica colegial.En su intervenci¨®n en un debate sobre la objeci¨®n de conciencia ante la ley de despenalizaci¨®n del aborto, organizado por la Fundaci¨®n Humanismo y Democracia, Del Pi?al record¨® que los colegios de m¨¦dicos investigar¨¢n todos los casos de interrupci¨®n voluntaria del embarazo que se produzcan, para ver si se ajustan a los tres supuestos legales previstos en la modificaci¨®n del C¨®digo Penal, y sancionar¨¢n a los colegiados que no se ajusten a ellos.
En el debate se subray¨® el apoyo de los sectores antiabortistas a una resistencia pasiva ante el aborto, acudiendo a los derechos constitucionales a la objeci¨®n de conciencia y a la vida, a los tratados con la Santa Sede y al Derecho Comparado.
Dura batalla
Del Pi?al afirm¨® tambi¨¦n que la organizaci¨®n colegial va a emprender una dura batalla para defender al m¨¦dico que sea objeto de cualquier tipo de discriminaci¨®n por razones ¨¦ticas. Se?al¨® que el aborto no puede ser considerado un acto m¨¦dico, puesto que no salva, cura, previene ni mejora, y, afirm¨®, "los m¨¦dicos no queremos que nos den m¨¢s facultades, no queremos que nos den la facultad de matar".En la mesa redonda, moderada por Juan Carlos Guerra Zunzunegui, vicepresidente del Senado por Alianza Popular, participaron tambi¨¦n Rafael Alcal¨¢, catedr¨¢tico de Medicina; Manuel Sagard¨ªa, presidente del PDP en Sevilla; Jos¨¦ Antonio Clavero, catedr tico de Ginecolog¨ªa y Obstetricia; Mar¨ªa del Carmen Cabestany, enfermera; Mar¨ªa Braojos, matrona, y Juan Antonio Sagardoy, catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo.
Clavero afirm¨® que los ginec¨®logos se ven crecientemente afectados por problemas derivados de situaciones legalizadas que repugnan a aquellos que siguen el juramento hipocr¨¢tico. Cit¨®, adem¨¢s del aborto, la cirugia de transexuales, la inseminaci¨®n y fecundaci¨®n artificiales, y diversos m¨¦todos de planificaci¨®n artificial. Abog¨® por llegar a un criterio unificado sobre ¨¦tica profesional para los m¨¦dicos y acudir a abogados para hallar m¨¦todos de objeci¨®n de conciencia efectiva.
Sagardoy, por su parte, se?al¨® que la jurisprudencia existente en Espa?a dispensa del deber de obediencia a los trabajadores cuando existen razones objetivas y poderosas. Cit¨® dos casos distintos: el de un trabajador que se niegue a participar en un aborto cuando este supuesto est¨¢ incluido en su contrato, en cuyo caso podr¨¢ ser despedido, no por la negativa, sino por incumplimiento de contrato, y el de un trabajador en un establecimiento sanitario de tipo general, en cuyo caso podr¨¢ negarse, con anticipaci¨®n, a practicar abortos. Esta negativa est¨¢ amparada, seg¨²n Sagardoy, por la ley y por los derechos recogidos en la Constituci¨®n.
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