La reforma universitaria
Descorazona ver con qu¨¦ satisfacci¨®n el Estado conf¨ªa, cada vez m¨¢s, las tareas de reforma a los textos escritos, desentendi¨¦ndose a continuaci¨®n de los avatares que ¨¦stos hayan de sufrir en el proceloso mar societario. Desespera ver con que pr¨ªstina inocencia ignora/ silencia la realidad sobre la que proyecta sus normas. Todo ello viene a cuento de la universidad, que es al docente universitario lo que la calavera a Hamlet: una cotidiana duda entre seguir o no seguir, y todo por un pu?ado de lentejas. ?Por qu¨¦ el Gobierno no toma el toro por los cuernos y decide algo tan impopular como el numerus clausus? ?Por qu¨¦ no po-tencia la ense?anza profesional, la vida sin t¨ªtulo, la antimeritocracia ... ? Hay que desenmascarar la demagogia que cubre la afirmaci¨®n de que la universidad es un bien para todos: la universidad, tal como es, acent¨²a dram¨¢ticamente la diferencia de recursos, y un titulado sin padre burgu¨¦s es ya como una bicicleta sin ruedas. / profesor de Derecho Civil.
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