Un informe del ICI denuncia la descoordinaci¨®n de la ayuda espa?ola para el desarrollo
A pesar de que el Estado espa?ol dedica un 0,15% anual de su producto Interior bruto a ayuda al desarrollo de terceros pa¨ªses y de que en 1984 se conceder¨¢n unos 22.000 millones de pesetas en cr¨¦ditos a bajo inter¨¦s con ese motivo, la cooperaci¨®n t¨¦cnica espa?ola se encuentra en estado de absoluta descoordinaci¨®n, sin que sea posible conocer el dinero que se destina a cada proyecto espec¨ªfico, y menudeando los casos de duplicidad y superposici¨®n de funciones y actividades por falta una planificaci¨®n efectiva.
Un estudio de tres vol¨²menes, preparado por la actual direcci¨®n del Instituto de Cooperaci¨®n Iberoamericana (ICI) y enviado al Congreso de los Diputados, presenta una imagen desoladora del estado de la cooperaci¨®n espa?ola en general y con las naciones hispanohablantes en particular. El Gobierno socialista decidi¨® hace un a?o poner remedio a este caos con una ley de Cooperaci¨®n Exterior, que se encuentra todav¨ªa en fase muy primaria de estudio, "debido, por una parte, a un mal enfoque del tema, y por otro lado, a la dificultad de romper la tendencia burocr¨¢tica de los ministerios por conservar sus peque?as parcelas de poder", declararon fuentes de la Administraci¨®n.
Nadie controla los programas
Seg¨²n el actual esquema organizativo de la Administraci¨®n p¨²blica espa?ola, corresponden al Ministerio de Asuntos Exteriores las funciones de representaci¨®n, canalizaci¨®n y gesti¨®n de las relaciones bilaterales y multilaterales. Esta funci¨®n permite la intervenci¨®n del ministerio como mediatizador de todas las actividades de cooperaci¨®n internacional, pero en la pr¨¢ctica nadie controla efectivamente los programas y las partidas destinadas a esa acci¨®n."La inexistencia de presupuestos espec¨ªficos y la dotaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado por partidas y no por programas concretos, condiciona el desarrollo de actividades de cooperaci¨®n de forma inconexa con aquellas que realizan otras unidades del mismo ministerio. El esquema organizativo que cubre la cooperaci¨®n responde en gran medida a los objetivos desiguales de cada ministerio, y su tratamiento corresponde a los departamentos y organismos que la tienen asignada como objeto", dice el estudio del ICI.
Algunos parlamentarios que han tenido conocimiento del informe y que coinciden en la apreciaci¨®n general de la descoordinaci¨®n existente en materia de cooperaci¨®n, est¨¢n considerando la posibilidad de organizar un debate en las comisiones de Asuntos Exteriores y de Econom¨ªa incluso antes de que el Gobierno presente su proyecto de ley de Cooperaci¨®n.
La principal queja que presenta el amplio inventario que ha realizado el ICI de cara a contar con un sistema que, como ocurre con los programas de cooperaci¨®n de Francia, Italia o Alemania, por citar s¨®lo algunos ejemplos, obtienen tambi¨¦n una rentabilidad para el cooperante, es que la mayor¨ªa de las actividades "se realizan por pasiva" y confundidas con las propias de las relaciones internacionales.
"Por ejemplo, de un total de 1.252 actividades de cooperaci¨®n de la Administraci¨®n p¨²blica examinadas, el 30% corresponden a actividades con esas caracter¨ªsticas", a?ade el inventario mencionado.
Salvo el Ministerio de Administraci¨®n Territorial, los otros 14 ministerios y algunos organismos, como el Consejo del Poder Judicial, participan en esos 1.252 programas contabilizados, correspondientes a los tres primeros a?os de la d¨¦cada de los ochenta.
Uno de los problemas encontrados por el ICI es que no ha conseguido conocer los datos sobre el desembolso econ¨®mico que conllevan esos programas, "porque no llevan aparejada directamente una dotaci¨®n presupuestaria identificable".
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