Carolina de M¨®naco contrae hoy matrimonio civil con el millonario Stefano Casiraghi
St¨¦fano Casiraghi, 23 a?os, italiano, 1,85 metros de esta joven millonario de mirada lacia y aspecto ani?ado, se convertir¨¢ esta ma?ana en el marido de Carolina de M¨®naco, durante una ceremonia ¨ªntima a la que ¨²nicamente asistir¨¢n 30 invitados y un ¨²nico fot¨®grafo, designado por la novia.
El m atrimonio civil comenzar¨¢ a las 11. 30 horas de hoy y ser¨¢ presidido por, No?l Museux, presidente del Consejo de Estado y director de los servicios jur¨ªdicos del principado. Asistir¨¢n, entre otros, el pr¨ªncipe Raniero; Estefan¨ªa de M¨®naco, no se sabe si sola o acompa?ada por Jean-Paul Belmondo, hijo; Glisanne Levi, hermana de la fallecida princesa Grace; Giovanni y Fernanda Casiraghi, padres del novio; sus hermanos Marco, Rosalba y Daniele, as¨ª como amigos ¨ªntimos de la pareja. Los testigos de Carolina en esta ceremonia son sus dos mejores amigas: H¨¦l¨¦ne Boitel y Marina Palma, al igual que los del novio: Marco Ballestreri y Marco Colombo.La ceremonia se llevar¨¢ a cabo en el sal¨®n de los espejos del palacio Grimaldi, habitualmente destinado a las fiestas y recepciones que organiza el pr¨ªncipe Rani¨¦ro. La novia, c¨®mo no, vestir¨¢ un modelo exclusivo chez Dior, de tonos claros. En el centro de Prensa del Principado, en donde participan,con el mismo inter¨¦s en este acontecimiento que la propia Carolina, han insistido en que ¨¦sta no llevar¨¢ sombrero el d¨ªa de su boda.
En la oficina de prensa del Principado ya han advertido a los informadores que nadie, excepto el fot¨®grafo designado por Carolina -cuyo nombre no ha sido facilitado-, estar¨¢ presente en la boda. La ceremonia durar¨¢ alrededor de 20 minutos y, oficialmente, la pareja no saldr¨¢ a saludar desde el balc¨®n principal del palacio de los Grimaldi.
Este mismo centro de Prensa distribuir¨¢ a todos los informadores gr¨¢ficos acreditados un juego de fotografias de la ceremonia. Es la ¨²nica concesi¨®n que ha hecho la familia Grimaldi a los cientos de informadores que se han desplazado a M¨®naco para cubrir el acontecimiento.
Ayer, por lo dem¨¢s, hac¨ªa un d¨ªa soleado y agradable en M¨®naco, y el primer canal de la Radio Televisi¨®n Francesa ofreci¨® por la noche un cl¨¢sico para enamorados: Sissi emperatriz, la pel¨ªcula m¨¢s adecuada para. el momento.
Imagen de felicidad
Las ¨²ltimas fotograrias oficiales de Carolina con Stefano Casiraghi ofrecen la imagen de felicidad propia de dos j¨®venes enamorados en puertas de su matrimonio. La Prensa francesa ha destacado que esta boda es la culminaci¨®n de Carolina en su lucha por ser fea. Tras el fracaso de su matrimonio con Philippe Junot -quien, por cierto, estar¨¢ hoy en Dallas, como el propio J. R.- y sus escarceos con Guillermo Vilas y Robertino Rossellini, esta princesa de cuen to de hadas que pronto cumplir¨¢ 27 a?os ofrece hoy una nueva prueba de su car¨¢cter cas¨¢ndose con un joven italiano del que ha sido novia formal en los ¨²ltimos cuatro meses.
"Ha luchado hasta el final por casarse con el hombre que quiere", titulaba ayer un semanario franc¨¦s de gran tirada. En s¨®lo cuatro meses, Carolina ha recuperado, por lo que se ve, la tranquilidad de esp¨ªritu necesaria para casarse. Stefano Casiraghi ha hecho lo propio, dejando en el camino unas relaciones casamenteras, que se prolongaban desde hace cinco a?os, con la joven Giuseppa Macheda, Pinuccia.
"Stefano", ha declarado Pinuccia a la revista Jours de France, "es ante todo extremadamente gentil. Su poder de seducci¨®n con las mujeres ha sido siempre muy grande. Me enviaba muchas flores, siempre ten¨ªa una palabra, un pensamiento agradable".
Sea as¨ª o no, lo cierto es que uno de los ¨²ltimos pensamientos de Stefano Casiraghi ha sido dejar a su novia de siempre y casarse, aunque sea civilmente y en la clandestinidad, con una de las mujeres m¨¢s cotizadas de este universo. Los. monegascos aprecian y conocen a su princesa y, quiz¨¢ por eso, se preguntan, con soma un tanto grosera: "?Cu¨¢ntos asaltos le aguantar¨¢ Stefano esta noche?".
El matrimonio civil de la princesa Carolina no ha despertado especial inter¨¦s en el principado: ayer, los turistas no superaban el n¨²mero habitual en esta ¨¦poca del a?o, y ¨²nicamente se hab¨ªa formado un peque?o grupo de curiosos, periodistas y fot¨®grafos, a primera hora de la tarde, frente a la casa que ser¨¢ la residencia de la pareja en M¨®naco, situada junto al Museo Oceanogr¨¢fico, en el n¨²mero 11 de la avenida Saint-Jacques.
Parece que toda la pompa y el boato est¨¢ reservada para la boda religiosa, que se llevar¨¢ a cabo tan pronto como la Santa Sede anule el anterior matrimonio de Carolina con Philippe Junot, celebrado el 28 de junio de 1978. Los monegascos piensan que la boda importante ser¨¢ la religiosa, cuando ¨¦sta pueda celebrarse, y que la ceremonia de hoy es algo as¨ª como un matrimonio clandestino para tres decenas de invitados.
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