El Consulado espa?ol en Mosc¨²

Hojeando uno de los n¨²mero atrasados de la publicaci¨®n que usted encabeza, le¨ª en la secci¨®n de cartas una de un tal se?or L¨®pez acusando de falta de tacto al personal del Consulado de Espa?a en la URSS. Siendo mi experiencia diametralmente opuesta a la de dicho se?or (y no creo constituir la excepci¨®n, sino la regla), me dirijo a usted con el ruego de que incluya estas letras en su peri¨®dico.

Por una serie de circunstancias he visitado el Consulado espa?ol muy a menudo. A trav¨¦s de sus oficinas se gestion¨® mi pensi¨®n de viudedad (mi esposo, el escritor espa?ol de la generaci¨®n del 27 C¨¦sar M. Arconada, fue oficial de Correos desde que gan¨® oposiciones en 1919 hasta que, por causas tr¨¢gicas, ajenas a su voluntad, sali¨® de Espa?a en febrero de 1939). El consulado me asesor¨®, aconsej¨®, ayud¨® en todo, hasta que se consigui¨® establecerla. Cada dos meses voy all¨ª por la fe de vida, y ¨²ltimamente, con motivo de mi pr¨®xima repatriaci¨®n, acudo a menudo para arreglar los papeles y siempre, siempre, me han tratado con toda correcci¨®n y respeto. Como en la sala de espera hay invariablemente varios espa?oles que acuden a resolver asuntos diversos, nunca fui testigo de un trato descort¨¦s por parte del personal.

Es m¨¢s: como en v¨ªsperas de nuestra repatriaci¨®n no se ha resuelto a¨²n el problema de la ciudadan¨ªa espa?ola de mi hijo, que solicit¨® en 1980 y no teniendo familiares en Madrid, tuve la osad¨ªa de pedir la direcci¨®n del se?or Chamorro, que fue funcionario de este consulado, solicitando su ayuda, cosa que cumpli¨® inmediatamente, y aunque ¨¦l no pod¨ªa resolver el asunto, estuvo en el Ministerio de Justicia, indag¨® y me escribi¨® a vuelta de correo. Desde aqu¨ª, mi agradecimiento al personal del Consulado espa?ol en la Uni¨®n Sovi¨¦tica. /