Al final se forzaron las sonrisas
Al final se consigui¨®. No se sab¨ªa muy bien c¨®mo, pero hab¨ªa que terminar el a?o ofreciendo un aspecto amable en los mercados de acciones, tras las carreras bajistas que se hab¨ªan producido en las ¨²ltimas semanas. El reto estaba planteado, y las fuerzas vivas del mercado aceptaron la apuesta, consiguieron que se retirara una parte sustancial de la oferta, con lo que, sin tener que realizar grandes esfuerzos compradores, se consegu¨ªa generar las mejoras precisas para que los ¨ªndices generales observasen unos discretos avances.El apoyo fundamental a este proceso vino de la mano del sector bancario, que al final se desperez¨® y recuperaron algunos de los muchos puntos que hab¨ªan venido dejando a lo, largo de las ¨²ltimas semanas. A, los bancos, a lo largo del a?o pasado les ha ocurrido lo que a las ostras: realmente constituyen el summun de la exquisitez burs¨¢til, pero los sucesivos rumores que se han desatado en tomo a la salud de estas entidades les han restado compradores. En las ¨²ltimas jornadas del a?o tuvieron que hacer lo misimo que Ram¨®n, el popular pescadero, del madrile?o mercado de La Paz: quedarse ellos mismos con el g¨¦nero que no quisieron lo:; compradores.
Fue el grupo el¨¦ctrico el que concentr¨® las mayores iras de los vendedores. Su ¨ªndice particular en la Bolsa de Madrid termin¨® 1983 casi un 18% por debajo de las posiciones de principio de a?o. Los problemas latentes en el sector, especialmente los financieros, han constituido un fuerte lastre para estas acciones, que, adem¨¢s, se han visto hu¨¦rfanas de sus tradicionales ampliaciones de capital, con lo que han perdido una buena parte de su atractivo para los inversores. Adem¨¢s, se han planteado con bastante virulencia las diferencias que han mantenido los responsables de las grandes empresas de este sector con la Administraci¨®n, fundamentalmente en lo que se refiere a sus programas nucleares, que pueden verse definitivamente frenados. Este c¨²mulo de circunstancias han constituido un importante elemento desincentivador para los inversores, que, en general, han preferido evitar los riesgos.
Las acciones del grupo sider¨²rgico, de la mano de una FASA-Renault plet¨®rica, han sido, en su conjunto, los t¨ªtulos que han experimentado unas mayores plusval¨ªas. Por su parte, las empresas constructoras y cementeras observaron una evoluci¨®n espectacular en los primeros meses del a?o' aunque su actuaci¨®n qued¨® un tanto ensombrecida por las realizaciones de beneficios de las ¨²ltimas sesiones. Pero con todo, fue El Aguila el centro de atenci¨®n de los bolsistas durante muchas de las sesiones del pasado ejercicio. Su sorprendente evoluci¨®n -su precios pasaron, de estar en torno al 40% en el mes de enero al 205% a principios de noviembre, con una vertiginosa ca¨ªda desde ese precio hasta perder la par- ha constituido un acontecimiento.
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