Cr¨ªticas a EE UU por su actitud sobre los presos pol¨ªticos de La Habana

El 25? aniversario del triunfo de la revoluci¨®n cubana se produce en un momento en el que existen agudos desacuerdos en Estados Unidos sobre la forma de ayudar a los presos pol¨ªticos de la isla, estimados por Washington en unos 10.000. Algunos cr¨ªticos acusan a la Administraci¨®n de Ronald Reagan de hacer que una situaci¨®n mala se convierta en peor, al negarse a permitir a La Habana que los prisioneros liberados puedan ser enviados directamente a EE UU.Frank Calzon, director ejecutivo de un peque?o grupo cubano-norteamericano de defensa de los derechos humanos en la isla caribe?a, ha denunciado que los prisioneros se ven obligados a permanecer desnudos durante d¨ªas, e incluso semanas, en celdas muy fr¨ªas y en una oscuridad total.

Seg¨²n Wayne S. Smith, que estuvo al frente de la secci¨®n de intereses de Estados Unidos en La Habana entre 1979 y 1982, la Administraci¨®n norteamericana y grupos como el de Calzon -que muestra orgulloso fotograf¨ªas suyas con el presidente Reagan- han estado m¨¢s interesados en ataques ret¨®ricos contra el r¨¦gimen de Castro que en la adopci¨®n de medidas pr¨¢cticas que pueden permitir la liberaci¨®n de algunos prisioneros.

Para Smith, la actitud de Washington, al negarse a permitir que anteriores presos pol¨ªticos cubanos puedan llegar a Estados Unidos directamente desde la isla, es "hip¨®crita" y viola un compromiso en este sentido que proviene de los tiempos del mandato del dem¨®crata Jimmy Carter, adem¨¢s de proporcionar a Fidel Castro un pretexto para no liberar a los encarcelados.

America's Watch, un grupo privado que promociona la libertad de expresi¨®n y el respeto de los derechos humanos tanto en los reg¨ªmenes derechistas como en los izquierdistas, ha rechazado recientemente tanto "la represi¨®n castrista" como la "inmoral e ineficaz pol¨ªtica" de la Administraci¨®n Reagan. Funcionarios del Departamento de Estado aseguran, por su parte, que esta pol¨ªtica est¨¢ justificada por el rechazo cubano a permitir el retorno a Cuba de los criminales e indeseables que llegaron en barco a Estados Unidos en 1980.