Un juez proh¨ªbe la salida de Argentina al ex presidente Videla y a sus compa?eros de junta

Un juez federal de La Plata (capital bonaerense) ha prohibido la salida del pa¨ªs de los tres integrantes de la primera Junta Militar argentina, que derroc¨® a Isabel Per¨®n en 1976: teniente general Jorge Rafael Videla (ex presidente de la Rep¨²blica), brigadier del Ej¨¦rcito del Aire Orlando Agosti y almirante Massera (en prisi¨®n preventiva).La prohibici¨®n se extiende a los generales Harguindeguy, ex ministro del Interior con Videla; Ram¨®n Camps, ex jefe de polic¨ªa de Buenos Aires, y Su¨¢rez Mason, ex comandante del primer cuerpo de Ej¨¦rcito.

La nueva lista obedece a las investigaciones judiciales sobre la desaparici¨®n en 1976 de un ciudadano tras ser secuestrado. Tanto estas medidas judiciales como la aparatosa orden de busca y captura del ¨²ltimo presidente militar, Reynaldo Bignone (nunca ha abandonado su domicilio), nada tiene que ver con la decisi¨®n del Gobierno de exigir responsabilidades a los militares que ordenaron la represi¨®n indiscriminada o a los que se excedieron s¨¢dicamente por su cuenta. -

Lo que se est¨¢ produciendo en la Argentina democr¨¢tica es una carrera entre jueces nombrados por el r¨¦gimen anterior para ver qui¨¦n es m¨¢s dem¨®crata y qui¨¦n ocupa m¨¢s espacio en las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos. Pero la fragmentaci¨®n de las responsabilidades y los juicios caso por caso pueden acabar creando tal sensaci¨®n de alarmismo en las fuerzas armadas que las obligue a reaccionar de alguna manera en defensa propia.

Lo que ha prometido el Gobierno son dos tipos de procesos: por arriba, a las tres primeras juntas militares, y por abajo, a aquellos militares distinguidos por su vesania. Las tres juntas citadas ya se encuentran bajo proceso ante la suprema corte marcial, una vez derogada la ley de autoamnist¨ªa. Aprobada ya por la C¨¢mara de los Diputados la ley que hace apelables ante la jurisdicci¨®n ordinaria las sentencias castrenses, salta a la sanci¨®n del Senado.

Posteriormente, habr¨¢ que recomponer la formaci¨®n del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. Luego vendr¨¢n los juicios y las posibles apelaciones del fiscal de la naci¨®n y de los particulares.

Es un trabajo de marqueter¨ªa pol¨ªtica y militar que s¨®lo puede hacerse con tiempo y mucho cuidado. Pero los juicios se ver¨¢n. Pero lo que no se ver¨¢ es a cientos o a incluso miles de jefes y oficiales atados a la picota de la justicia en la mitad de la Plaza de Mayo.