Decadente protagonismo de los toreros espa?oles en Am¨¦rica

La temporada taurina americana se encuentra en pleno desarroll¨® y, como siempre, los toreros espa?oles son sus protagonistas. Sin embargo, ese protagonismo es decadente, pues las figuras apenas se renuevan y menos a¨²n el toreo que casi todas ellas practican. La monoton¨ªa t¨¦cnica y art¨ªstica que durante d¨¦cadas ha deteriorado la fiesta en Espa?a se extiende a los pa¨ªses americanos.Diferente es la versi¨®n que dan de la actualidad taurina americana las agencias de informaci¨®n, principalmente Efe, y los taurinos que viajan acompa?ando a sus pupilos o a defender otros intereses. Las agencias de informaci¨®n transmiten mensajes triunfalistas respecto a las actuaciones de los diestros espa?oles, y a los taurinos viajeros se les llenan los ojos de l¨¢grimas cuando relatan el ambiente apasionado del p¨²blico americano, las proezas de los espadas, la bravura de los toros.

Sin embargo, Am¨¦rica ya no es Eldorado para los toreros espa?oles. La crisis econ¨®mica general, unida a la m¨¢s concreta crisis de valores en la torer¨ªa, ha recortado muchos presupuestos y honorarios para quienes se visten de luces, lo mismo de oro que de plata. Pero la crisis afecta menos o no afecta en absoluto a los m¨¢s importantes empresarios espa?oles, que negocian mediante ofertas globalizadas, tanto en toreros como en ganader¨ªas, v¨¢lidas para ambos continentes.

Odisea de Ojeda

Este a?o s¨®lo un torero, Paco Ojeda, ha viajado a Am¨¦rica con fuerza taquillera de primer¨ªsima figura, si bien los primeros resultados que obtuvo fueron catastr¨®ficos. Su presentaci¨®n ante la afici¨®n mexicana, en Quer¨¦taro, se organiz¨® de tan estrafalaria forma que produjo un esc¨¢ndalo sin precedentes en aquella plaza.Con ser normalmente terciados y de escasa fuerza los toros que habitualmente se lidian en M¨¦xico, los que el ganadero Jos¨¦ Chafic hab¨ªa preparado para Ojeda eran tan diminutos que indignaron al p¨²blico, el cual arm¨® un alboroto may¨²sculo, con lanzamiento de objetos contundentes al ruedo y gritos de "?rateros!". Ojeda escuch¨® divisi¨®n de opiniones en su primer minitoro, y en el otro, que salt¨® a la arena despu¨¦s de que le fueran devueltos dos becerros al corral, escuch¨® los tres avisos.

En este festejo el famoso espada sufri¨® adem¨¢s un revolc¨®n, se lesion¨® un hombro, rompi¨® compromisos y regres¨® a Espa?a para restablecerse y serenar los ¨¢nimos. El fracaso de M¨¦xico ten¨ªa como precedente el que un mes antes hab¨ªa cosechado en Venezuela, donde, seg¨²n France Press, "estuvo muy lejos de sus pretendidas cualidades. Ojeda", continuaba la agencia, "no calza los puntos que se le han acreditado y no pasa de ser uno m¨¢s". Recientemente volvi¨® a viajar a Am¨¦rica, y el pasado domingo consigui¨® cortar una oreja en Colombia.

Otros diestros espa?oles que se encuentran en buen momento, como Luis Francisco Espl¨¢ y Yiyo, han tenido buenas actuaciones en las plazas americanas, y con ellos Ruiz Miguel, los hermanos Campuzano, D¨¢maso Gonz¨¢lez, El Soro, Ni?o de la Capea, Julio Robles, Jos¨¦ Mari Manzanares, Pepe Luis Vargas, Curro Dur¨¢n, Espartaco; y Anto?ete, que ofrece pinceladas de su magisterio. Palomo Linares ha reaparecido, despu¨¦s de dos a?os de inactividad, precisamente en Am¨¦rica, donde tiene importante cartel, y lo mantiene, aunque sus actuaciones hayan sido irregulares.

Una muestra de c¨®mo las temporadas americanas son prolongaci¨®n de las espa?olas, pues se montan con los mismos criterios, es la primera corrida de la feria de Lima, donde se lidiaron toros de Eduardo Miura y, naturalmente, los lidiaron Ruiz Miguel, D¨¢maso Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Antonio Campuzano; igual que siempre en cualquier feria.

Determinados movimientos contra el fraude y el monopolio empresarial se est¨¢n produciendo en la Am¨¦rica taurina, sin excesiva proyecci¨®n, no obstante, pues sus estamentos carecen de la necesaria solidez. Por ejemplo, el esc¨¢ndalo de Quer¨¦taro ocasion¨® la suspensi¨®n de alg¨²n festejo anunciado en M¨¦xico para fechas posteriores a causa de la falta de presencia del ganado y, por el mismo motivo, la sustituci¨®n de corridas ya adquiridas en firme.

La ocupaci¨®n de la Embajada de Espa?a en Bogot¨¢ por toreros colombianos, el pasado mes de noviembre, fue en protesta contra la especie de colonialismo taurino que ejercen en Colombia los empresarios espa?oles y los toreros que administran en r¨¦gimen de exclusiva.