Posturas
Es algo que no falla desde hace una transici¨®n. Cada vez que los cat¨®licos espa?oles la arman, gritan anatema, se movilizan furibundamente, y la jerarqu¨ªa pierde la circunspecci¨®n de siglos y se enfrenta con acritud a los chicos socialistas, es que anda por medio un acontecimiento de rango sexual, demogr¨¢fico en ¨²ltima instancia.Cuando suenan los cat¨®licos espa?oles con viejo clamor airado no hay que buscar desviaciones teol¨®gicas, herej¨ªas espirituales, perturbadores descubrimientos cient¨ªficos o filosof¨ªas infernales; hay que buscar la p¨ªldora, el divorcio, el aborto, el celibato eclesi¨¢stico, las tasas de fecundidad, la guerra de los catecismos, esa educaci¨®n sexual. Ignoro si tambi¨¦n ser¨¢ as¨ª en otras democracias, pero en la nuestra existe una ¨ªntima y constante relaci¨®n entre las duras posturas cat¨®licas y las dulces posturas amatorias.
La ¨²nica literatura espiritual que produce en la actualidad la Iglesia espa?ola es la que se refiere a la conducta reproductora de sus fieles. Y esto es algo que nos desconcierta profundamente a los que somos devotos sinceros de la enorme tradici¨®n literaria del catolicismo nacional. Porque esa beligerancia discutidora que ahora exhibe nuestra Iglesia por asuntos relacionados con la educaci¨®n sexual de la pubertad, la liturgia n¨²bil o los ¨ªndices de natalidad matrimonial durante siglos fue utilizada para dirimir hermosas cuestiones acerca de la contemplaci¨®n infusa, la oraci¨®n mental, el pasmo m¨ªstico o el arte de cuadrar el entendimiento.
Adi¨®s a todo un g¨¦nero literario que ha sido el orgullo de nuestra cultura escrita. Cuando los eruditos de la era Blade Runner computen la literatura espiritual producida por el catolicismo espa?ol de ahora, ¨²nicamente encontrar¨¢n prosaicas admoniciones contra posturas sexuales il¨ªcitas, agrias pol¨¦micas sobre metodolog¨ªas anticonceptivas, doctrina acerca de la fecundidad conyugal, teolog¨ªa antiabortiva, tratados contra la libre educaci¨®n genital o apolog¨ªas de la familia numerosa. Esos eruditos del 2019 creer¨¢n que las computadoras se han vuelto locas de remate. C¨®mo van a pensar que la ancestral y arraigada creencia religiosa s¨®lo haya generado en la democracia esa literatura tan demogr¨¢fica.
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