Una incompatibilidad ciega da?ar¨ªa la investigacion

VICENTE ALEIXANDRE (*)La nueva ley de Incompatibilidades que el Gobierno ha presentado al Congreso pondr¨ªa en grave peligro el desarrollo intelectual del pa¨ªs, por faltarle una cl¨¢usula o v¨¢lvula de escape que permita establecer puentes entre la investigaci¨®n y la docencia en ¨¢reas con requisitos singulares.

La ley en s¨ª es muy loable: acabar¨¢ con los dobles, sueldos y solucionar¨¢, de esta manera, la duplicaci¨®n ineficaz de empleos en la Administraci¨®n p¨²blica. Se ha resuelto este problema de la misma manera en otros pa¨ªses, por que nadie quiere abarcar dos tareas con un solo sueldo y la gente se va retirando de uno voluntariamente.

Pero el Gobierno ha confundido el problema del doble sueldo con otro problema, el de la doble funci¨®n; y al prohibir toda duplicaci¨®n de funciones destruir¨¢ esos puentes intelectuales que unen la docencia y la investigaci¨®n all¨ª donde el centro o laboratorio de investigaci¨®n y pr¨¢cticas pertenece (o debe pertenecer) a otro ministerio o departamento que el de la docencia. Esto puede ocurrir, por ejemplo, entre un observatorio y la Universidad, un instituto, centro o museo y la Universidad, y en el ¨¢rea de estudios sociales, donde es muy importante aunar la teor¨ªa y la experiencia. En estos casos, el catedr¨¢tico desligado de su materia de investigaci¨®n ir¨¢ perdiendo nivel progresivamente, y el investigador separado de la docencia no podr¨¢ conectar con los estudiantes ni transmitir sus conocimientos ni formar escuela. La excesiva compartimentaci¨®n intelectual es, en todo caso, regresiva y lleva a un estancamiento de tipo medieval.

Es frecuente llegar a descubrir un nuevo campo de investigaci¨®n al unir estructuralmente dos campos dispares, y se desarrolla a veces este nuevo campo al des

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doblar la docencia con la investigaci¨®n. Pero la Universidad espa?ola no tiene, en algunos casos, ni los medios ni el ambiente para la investigaci¨®n; de all¨ª la importancia de los centros e institutos como laboratorios para el investigador en ciertas ¨¢reas que rebasan las posibilidades de la Universidad.

Entre los a?os 1910 y 1936, la Junta para Ampliaci¨®n de Estudios cre¨®, para Ram¨®n y Cajal y otros catedr¨¢ticos, una serie de laboratorios y centros en donde investigar y formar un equipo de expertos. El mayor est¨ªmulo y entrenamiento que puede recibir un estudiante es presenciar el desarrollo de las ¨²ltimas investigaciones: ¨¦sta es la meta que se viene siguiendo en la mayor¨ªa de las universidades de los pa¨ªses desarrollados.

Para G¨®mez-Moreno, en cambio, se hizo el puente en direcci¨®n contraria. Era jefe de secci¨®n del Centro de Estudios Hist¨®ricos, y se dot¨® para ¨¦l una c¨¢tedra de Arte y Arqueolog¨ªa ?rabe en la Universidad Central. Pero en 1934 se cometi¨® el mismo error que va a cometer ahora el Gobierno con la ley de Incompatibilidades. La Universidad exigi¨® a G¨®mez-Moreno que investigara con sus disc¨ªpulos en la facultad (donde no ten¨ªa medios) y no en el Centro de Estudios Hist¨®ricos (donde ten¨ªa biblioteca, material fotogr¨¢fico y aulas). Ante esta situaci¨®n imposible, G¨®mez-Moreno se jubil¨® anticipadamente en 1935, sigui¨® investigando en el centro, pero tuvo que abandonar la labor de formar escuela, con lo que, a su muerte en 1970, desaparecieron los estudios de arte musulm¨¢n en Espa?a, y los institutos extranjeros han ido tomando posesi¨®n de este campo. La Mezquita de C¨®rdoba, la Aljafer¨ªa de Zaragoza y el Cristo de la Luz de Toledo est¨¢n publicados por el Instituto Arqueol¨®gico Alem¨¢n en lengua alemana, para verg¨¹enza de los espa?oles y gloria de los alemanes.

El actual proyecto de ley de Incompatibilidades dar¨ªa la incre¨ªble y tajante orden de que todos los puentes intelectuales de este tipo en el pa¨ªs queden autom¨¢ticamente destruidos en 1985, sin derecho a crear ninguno nuevo. El Gobierno ni siquiera se reserva el derecho legal a distinguir en el futuro entre una duplicaci¨®n ineficaz de trabajos y un puente intelectual: los destruye todos por igual.

Como el problema de dobles funciones puede surgir tambi¨¦n en otras ¨¢reas de la Administraci¨®n y no s¨®lo en la docencia, ser¨ªa importante idear una soluci¨®n en t¨¦rminos generales. Habr¨ªa que introducir una modificaci¨®n a la nueva ley, exceptuando de incompatibilidad los casos donde las dos funciones que desarrolla una misma persona se complementen y puedan ser consideradas como una sola labor, o donde la parcelaci¨®n de esta labor en dos o m¨¢s personas llevar¨ªa a una gran p¨¦rdida de eficacia, en el trabajo y no fuera de inter¨¦s p¨²blico. Habr¨ªa que a?adir, naturalmente, que la persona que abarca dos funciones recibir¨¢ el equivalente de un solo sueldo. As¨ª se ha resuelto este problema en otros pa¨ªses, dando a veces dos, Medios sueldos y otra combinaci¨®n equivalente al catedr¨¢tico que dirige tambi¨¦n otro centro.

Si no se introduce una enmienda de este tipo a la nueva ley de Incompatibilidades, dando al propio Gobierno espacio para maniobrar en el futuro, los investigadores extranjeros se enterar¨¢n muy pronto de que estos campos de, investigaci¨®n han sido destruidos en Espa?a, e ir¨¢n invadiendo este terreno. Espa?a no se podr¨¢ defender ante el resto del mundo ni en la docencia ni en la investigaci¨®n en bastantes ¨¢reas importantes del saber.