Brasil recibe un cr¨¦dito de 6.500 millones de d¨®lares
Fue una ceremonia ansiosamente esperada la que finalmente ocurri¨® a las diez de la ma?ana de ayer en el muy exclusivo hotel Pierre, en Nueva York. El ministro de Hacienda de Brasil, Ernane Galveas, firm¨® el empr¨¦stito por 6.500 millones de d¨®lares con representantes de 670 bancos de todo el mundo. En realidad, fue una ceremonia simb¨®lica: si cada uno de los bancos tardase un minuto en firmar el documento, la ceremonia durar¨ªa 11 horas, en lugar de 20 minutos. Y ahora, a lo largo de poco m¨¢s de una semana, lo que fue firmado por el ministro brasile?o y por el se?or William Rhodes, el vicepresidente del City Bank que represent¨® a todos los dem¨¢s 669 bancos, ser¨¢ ratificado por ellos.Con eso, Brasil cumple la llamada etapa 2 de un plan para ponerse al d¨ªa con sus compromisos en el exterior y reordenar sus finanzas. Todo ello forma parte de un complicado proyecto para reactivar la econom¨ªa brasile?a, paralizada desde finales de 1982, cuando el pa¨ªs se vio en la urgente necesidad de renegociar sus compromisos por una raz¨®n muy fuerte: no ten¨ªa con qu¨¦ pagar lo que deb¨ªa.
El cr¨¦dito de 6.500 millones de d¨®lares -que los brasile?os llaman "empr¨¦stito jumbo"- cost¨® mucho esfuerzo a los estrategas de la econom¨ªa brasile?a. Deber¨ªa haber sido concedido en diciembre, pero hasta la ultim¨ªsima hora -la noche del jueves- todav¨ªa algunos bancos se negaban a participar. Al final faltaron 20 millones de d¨®lares. Pero esa cantidad fue considerada insignificante, y los acreedores extranjeros consideraron que el jumbo estaba cerrado. Gracias a los acuerdos del Brasil con el Fondo Monetario Internacional, al lograr ese cr¨¦dito, las autoridades brasile?as podr¨¢n seguir contando con el respaldo del FMI. Sin ese respaldo, ning¨²n pa¨ªs en crisis logra dinero. Y Brasil seguir¨¢ necesitando dinero.
Pago de intereses
Gracias al documento firmado ayer, Brasil tiene dinero para pagar los intereses de lo que debe. Eso, a lo largo de 1984. Brasil tiene tambi¨¦n el camino abierto para seguir renegociando su gigantesca deuda. En los pr¨®ximos cinco a?os, el pa¨ªs pagar¨¢ poco menos de 60.000 millones de d¨®lares solamente en comisiones, servicios e inter¨¦s de su deuda. Es decir, en cinco a?os m¨¢s, no habr¨¢ pagado ni un c¨¦ntimo del capital que debe, poco m¨¢s de 100.000 millones de d¨®lares. Se espera adem¨¢s que Brasil busque m¨¢s dinero prestado. El carrusel no parece tener fin. Para poder cumplir sus compromisos, el pa¨ªs entr¨® en un per¨ªodo de aguda recesi¨®n. El plan del Gobierno federal aprobado por el FMI incluye nuevos y muy severos cortes en el d¨¦ficit p¨²blico, la supresi¨®n de subvenciones gubernamentales -lo que implica corte de subsidios para alimentos, por ejemplo-, r¨ªgido control salarial y una guerra abierta contra la inflaci¨®n.Por lo menos, esa guerra el Gobierno la sigue perdiendo: la inflaci¨®n en enero de 1984 fue superior al 10%, mientras el compromiso con el FMI era mantenerla alrededor del 6%. En otras palabras, para el pueblo brasile?o nada cambi¨® ni cambia. Para las relaciones entre el Gobierno y el FMI, tampoco: en febrero llegar¨¢ a Brasil una misi¨®n del Fondo para examinar la contabilidad nacional.
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