Guerra qu¨ªmica: datos para el Holocausto
Los generales romanos se negaban a envenenar las aguas como t¨¢ctica incivilizada, pero las armas qu¨ªmicas y bacteriol¨®gicas han sido utilizadas varias veces en el curso de este siglo y los grandes bloques militares poseen gases suficientes para matar 4.000 veces a la poblaci¨®n mundial. Pese a todo, seg¨²n explica el autor de este art¨ªculo, las armas qu¨ªmicas y bacteriol¨®gicas han tenido menos repercusi¨®n p¨²blica.
Las recientes propuestas de la Uni¨®n Sovi¨¦tica sobre la reducci¨®n y eventual destrucci¨®n del arsenal qu¨ªmico de ambos bloques en Europa y el anuncio de pr¨®ximos acuerdos sobre el tema no hacen m¨¢s que sacar de nuevo a la luz la existencia de un tipo de armamento con una potencialidad homicida comparable -y en algunos aspectos superior- a la de las armas at¨®micas.A pesar del Protocolo de Ginebra (1925) prohibiendo el uso de armamento qu¨ªmico y biol¨®gico, la historia militar de los ¨²ltimos 50 a?os est¨¢ repleta de ejemplos de su utilizaci¨®n, a veces masiva y escandalosa. Aparte de multitud de casos de menor incidencia -japoneses en China (1937-1945) y brit¨¢nicos en Malasia (mediados de los cincuenta)-, los norteamericanos en Vietnam (1961-1975) usaron grandes cantidades de gases t¨®xicos y herbicidas como elemento esencial de las operaciones militares.
Asimismo, la Administraci¨®n norteamericana ha venido acusando en los ¨²ltimos a?os a la Uni¨®n Sovi¨¦tica y a sus aliados de usar armamento qu¨ªmico y biol¨®gico en el sureste asi¨¢tico y Afganist¨¢n.
Naturaleza agentes agresivos
Aunque normalmente se asiocia la guerra qu¨ªmica a la bacteriol¨®gica, existe una diferencia esencial entre las dos, que se deriva de la naturalela de los agentes agresivos utilizados.
El descubrimiento y perfeccionamiento en las ¨²ltimas d¨¦cadas de compuestos qu¨ªmicos como los gases nerviosos ha despertado en los c¨ªrculos militares un inier¨¦s creciente en las posibilidades t¨¢cticas de estos agentes.
Por el contrario, el armamento biol¨®gico presenta por ahora el inconveniente de su incontrolabilidad despu¨¦s de su eventual utilizaci¨®n. Por este motivo, el horizonte de guerra biol¨®gica, aunque cad a vez m¨¢s preocupante, queda relegado en la actualidad muy por detr¨¢s del de la guerra qu¨ªmica.
El armamento y tas t¨¢cticas de guerra qu¨ªmica son disciplinas que se estudian en todas las academias militares del mundo (incluidas las espa?olas), y en las maniobras rutinarias de los ej¨¦rcitos de la Organizaci¨®n del Tratado de la Alianza Atl¨¢ntica (OTAN) y del Pacto de Varsovia se desarrollan sistem¨¢ticamente sofisticadas t¨¢cticas de guerras de gases que nos indican la posibilidad real de su uso en caso de conflicto.
Los gases nerviosos o neurot¨®xicos han supuesto un salto cualitativo en la letalidad y en la eficacia t¨¢ctica de la guerra qu¨ªmica. Son compuestos impalpables, sin color ni olor, y pueden matar en menos de un minuto al ejercer sobre el organismo humano una acci¨®n comparable a la de los insecticidas en organismos inferiores.
Los primeros gases nerviosos, el Tab¨²n y ¨¦l Sar¨ªn, se descubrieron en Alemania durante la etapa preb¨¦lica de la segunda guerra mundial (1936-1938). Un tercer gas nervioso, m¨¢s t¨®xico, el Soman, se introdujo en el conjunto en el a?o 1944. La muerte provocada por todos estos agentes, tanto en seres humanos como en animales, es horrible. Dosis subletales producen lesiones neurol¨®gicas y ps¨ªquicas permanentes.
Estos gases no llegaron a usarse en la segunda guerra mund¨ªal, pero los vencedores en esta contienda trasladaron a sus respectivos pa¨ªses las f¨¢bricas y las t¨¦cnicas de producci¨®n.
,Los gases de origen alem¨¢n fueron sustituidos en Estados Unidos, a finales de los a?os sesenta, por el compuesto derion¨²nado VX, cuyas caraicter¨ªsticas mejoraban notablemente a aqu¨¦llos. Por su parte, los sovi¨¦ticos desarrollaron un denivado del gas Sar¨ªn denominado, VR-55.
Necesidades t¨¢cticas
El uso de estos gases nerviosos ha sido adaptado A las distintas necesidades t¨¢cticas de los ej¨¦rcitos: pueden incluirse en proyectiles de artiller¨ªa, cabezas de misiles, bombas de aviaci¨®n y minas de tierra, o bien pueden pulverizarse desde aviones-tanque apropiados.
La siguiente generaci¨®n de armas qu¨ªmicas con gas nervioso se desarrolla sin interrupci¨®n, desde 1954, con el dise?o del as¨ª llamado armamento qu¨ªmico binario. Este tipo de armas evita los inconvenientes que tiene para el bando que las usa el almacenamiento de grandes cantidades de compuestos extremadamente t¨®xicos.
Para ello, los vectores del agente letal (misiles, Proyectiles de artiller¨ªa y bombas de aviaci¨®n) no portan ¨¦ste como tal, sino que por su especial construcci¨®n tienen dos o m¨¢s conipartimientos que guardan por separado los precursores inocuos. Los precursores se mezclan in situ, tras el impacto con el blanco o por la fuerza centr¨ªfuga asociada al disparo del proyectil, para generar el t¨®xico durante el camino hacia su objetivo.
Las investigaciones sobre nuevos gases y la mejorade los conocidos est¨¢n actualmente en plena expansi¨®n y han recibido un fuerte respaldo de la Administraci¨®n Reagan. D¨ªas despu¨¦s del derribo del jumbo surcoreano, el Congreso de EE UU aprob¨® un presupuesto para la fabricaci¨®n masiva de armamento binario.
Arsenales qu¨ªmicos en Europa
S¨®lo tres pa¨ªses (Estados Unidos, la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Francia) poseen en la actualidad un arsenal qu¨ªmico con un volumen adecuado para su utilizaci¨®n militar. De acuerdo con los informes del Instituto Internacional de Investigaciones. para la Paz (SIPRI), EE UU posee alrededor de 38.000 toneladas de agentes t¨®xicos utilizables en una guerra qu¨ªmica. La mitad aproximadamente corresponde al agente vesicante conocido como gas mostaza, y el resto, a gases nerviosos, fundamentalmente Sar¨ªn y VX. La cantidad almacenada de gases ser¨ªa suficiente para matar 4.000 veces a toda la, poblaci¨®n mundial (las armas nucleares s¨®lo ser¨ªan capaces de hacerlo un m¨¢ximo de 20 veces). Se estima que un 10% de este arsenal est¨¢ fuera del territorio estadounidense y que los almacenamientos de gas nervioso en la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) son de cerca de 1.000 toneladas de gas nervioso, cantidad que se considera equivalente a todo el arsenal qu¨ªmico franc¨¦s.
El armamento qu¨ªmico de la OTAN se compone de unos tres millones de municiones de artiller¨ªa con gas Sar¨ªn y VX, varios miles de bombas de aviaci¨®n con Sar¨ªn, miles de cohetes de 115 mil¨ªmetros con VX, cientos de miles de n¨²nas de tierra con VX y miles de dep¨®sitos de VX preparados para su pulverizaci¨®n desde aviones adecuados.
No existe un consenso sobre el volumen del arsenal qu¨ªmico sovi¨¦tico, aunque los servicios de inteligencia occidentales indican que la URSS no ha ampliado notablemente sus almacenamientos de armas qu¨ªmicas desde 1970.
En cualquier caso, la capacidad para la guerra qu¨ªmica de los dos bloques militares parece comparable en el momento actual.
Una producci¨®n incontrolada
La producci¨®n de armamento qu¨ªmico est¨¢, en la pr¨¢ctica, fuera de todo control por organismos internacionales. Este tipo de armas no entr¨® en las negociaciones SALT y START.
De igual manera, la convenci¨®n sobre la prohibici¨®n del armamento biol¨®gico aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1971 excluye a los t¨®xicos obtenidos Por s¨ªntesis qu¨ªm¨ªca.
Desde 1976, el Comit¨¦ de Desarme de las Naciones Unidas ha propiciado conversaciones entre las superpotencias para la firma de una convenci¨®n internacional sobre la proscripci¨®n de la guerra qu¨ªmica, pero la sucesi¨®n de gestos hostiles desde aquella fecha ha frustrado hasta el momento cualquier intento serio de limitaci¨®n de este, tipo de arsenal.
Los generales romanos se llegaban a envenenar las aguas como t¨¢ctica militar, por considerar incivilizadas estas pr¨¢cticas.
En nuestros d¨ªas, la potencialidad de las armas qu¨ªmicas como agentes del holocausto final es comparable desde hace tiempo a la d¨¦ las armas nucleares. Los movimientos en contra de estas ¨²ltimas han de serlo tambi¨¦n (y al mismo nivel) de oposici¨®n a las primeras si queremos que quede para el futuro algo de nuestra (as¨ª llamada) civilizaci¨®n.
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