El Tesoro s¨®lo logro captar el 78% de los recursos previstos en sus emisiones de deuda p¨²blica
La Direcci¨®n General del Tesoro s¨®lo logr¨® colocar 154.300 millones de pesetas en deuda p¨²blica del Estado durante 1983, lo que representa un 77,9% de las emisiones interiores durante el pasado ejercicio, que preve¨ªan la captaci¨®n de 198.000 millones. Para cubrir la diferencia de los restantes 43.700 millones de pesetas, el Tesoro ha tenido que apelar al recurso del Banco de Espa?a.
Para 1984, los Presupuestos Generales autorizan al Gobierno para que emita deuda p¨²blica amortizable por valor de 411.000 millones de pesetas. De esta cifra, 336.000 millones corresponden a emisiones de deuda interior, en sus tres modalidades: bonos del Estado, obligaciones del Estado y deuda p¨²blica desgravable, y 75.000 millones de pesetas a deuda exterior. El hecho de que se autorice al Gobierno para emitir el doble de deuda p¨²blica en 1984 que en 1983, a pesar de los bajos niveles de colocaci¨®n registrados en este ¨²ltimo a?o, obedece fundamentalmente a la necesidad de afrontar una importante cifra de amortizaciones que vencen en 1984. En efecto, para 1984 est¨¢ prevista la amortizaci¨®n de 190.058 millones de pesetas de deuda p¨²blica interior. Los vencimientos m¨¢s importantes se registran en mayo (28.000 millones), julio (20.000), octubre (81,000) y diciembre (56.000).El fuerte incremento de amortizaciones, y el pago de intereses crecientes que han tenido las emisiones anteriores no se produce s¨®lo en las emisiones del Estado a medio y largo plazo sino que tambi¨¦n tienen una fuerte repercusi¨®n sobre el volumen de emisiones necesario para mantener los saldos de t¨ªtulos a cualquier plazo. El mantenimiento de la cifra final de d¨¦ficit p¨²blico que tiene la Administraci¨®n obliga a sacar al mercado sumas crecientes de deuda para compensar las amortizaciones finales de las que vencen. En este sentido se explica la aparici¨®n de activos a plazos m¨¢s largos de vida, con¨ªo las obligaciones del Estado, y el mayor volumen bruto de t¨ªtulos a corto y medio plazo que se ofrecen al p¨²blico.
Competencia de las emisiones privadas
Fuentes de la Subdirecci¨®n General del Tesoro han se?alado el diferente grado de aceptaci¨®n por el p¨²blico que se ha registrado entre la deuda del Tesoro (emisiones con un plazo de amortizaci¨®n igual o inferior a 18 meses), constituida fundamentalmente por los pagar¨¦s, y la deuda del Estado (emisiones a medio y largo plazo, con un plazo de amortizaci¨®n superior a los 18 meses). La preferencia del p¨²blico por las operaciones a corto mediante pagar¨¦s del Tesoro, que ha quedado reflejada con la adquisici¨®n de unos 450.000 millones durante 1983, podr¨ªa ser una de las causas que justifiquen las dificultades de colocaci¨®n de la deuda del Estado.Sin embargo, las mismas fuentes han se?alado que las verdaderas causas que explican las dificultades que encuentra el Tesoro para colocar la deuda a medio y largo plazo hay que buscarlas en la falta de una red comercial propia y en las ventajosas condiciones que ofrecen las entidades privadas a los intermediarios financieros para colocar sus emisiones. En este sentido hay que se?alar que, frente al 1 % que ofrece el Tesoro, algunas emisiones de bonos bancarios y de sociedades el¨¦ctricas tienen una prima de colocaci¨®n de hasta el 5%. Ello significa que el ¨²nico instrumento de que dispone el Tesoro para fomentar la colocaci¨®n de sus emisiones es la publicidad, principalmente televisiva, a la que destin¨® 1.250 millones de pesetas, lo que equivale el 0,8% del valor del pasivo captado.
Otra desventaja significativa es la corta duraci¨®n de los per¨ªodos de suscripci¨®n de la emisiones p¨²blicas frente a las privadas, que en la mayor¨ªa de los casos operan pr¨¢cticamente sin limitaci¨®n dentro del per¨ªodo.
La fuerte competencia que supone la avalancha de emisiones que se ha efectuado en 1983 s¨®lo en el ¨²ltimo trimestre, alcanzando los 250.000 millones de pesetas entre p¨²blicas y privadas, es un elemento decisivo para quienes consideran necesario que el Tesoro disponga de su propia red comercial de colocaci¨®n si contin¨²a pensando en recurrir a estos instrumentos para financiar el d¨¦ficit p¨²blico.
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