Un nuevo programa de Brahms

Seguimos con Brahms. Como si fuera un ap¨¦ndice de la conmemoraci¨®n brahmsiana del a?o pasado, aprovechada entre nosotros con una aplicaci¨®n que para s¨ª quisieran todas las efem¨¦rides de grandes m¨²sicos, la Orquesta Nacional de Espa?a ha ofrecido otro concierto monogr¨¢fico sobre el m¨²sico de Hamburgo.La sesi¨®n fue in crescendo. Escuchamos primero una interpretaci¨®n tan correcta como plana y gris de las Variaciones sobre un tema de Haydn. Subi¨® un poco el inter¨¦s con las Canciones, op. 17, para coro femenino, con acompa?amiento de dos trompas y arpas, y subi¨® porque se trataba de una novedad que adem¨¢s nos acercaba a un Brahms juvenil muy dado a la pr¨¢ctica del lied coral, como compositor y como int¨¦rprete, que todav¨ªa guarda muchas bellezas raramente escuchadas por el aficionado espa?ol.

La arpista ?ngeles Dom¨ªnguez y los trompas Colmenero y Burguera -ambos muy seguros y matizando el sonido con gran musicalidad- hicieron muy bien el triple y comprometid¨ªsimo papel; pero la versi¨®n, globalmente considerada, no parec¨ªa el viernes suficientemente madurada: ni la afinaci¨®n fue redonda, ni el coro, acaso con demasiadas voces para este tipo de m¨²sica, se mostr¨® asentado en el estilo intimista y leve de la obra.

Mejor anduvieron las cosas en el Canto de las parcas, op. 89, con el coro y la orquesta al completo. Era la primera vez que estos conjuntos interpretaban tan bella p¨¢gina sinf¨®nico-coral, hermana de las op. 54 y 55 que Jes¨²s L¨®pez Cobos interpretara el pasado a?o, y constituy¨® una buena conclusi¨®n de la primera parte.

Finalmente, la Orquesta Nacional de Espa?a volv¨ªa a ofrecer la Sinfon¨ªa n'?1, de Brahms, que muy probablemente podr¨ªa citarse como la pieza del repertorio que m¨¢s veces haya interpretado en versiones dignas de recordaci¨®n. Ahora ha sido uno de los momentos m¨¢s felices del maestro Peter Maag en sus temporadas como director principal invitado de la Nacional. Sonido empastado, expresividad c¨¢lida, tensi¨®n mantenida. Cierto desajuste en alguna entrada habr¨¢ sido, probablemente, salvado en las repeticiones, y tambi¨¦n el term¨®metro de los aplausos -ya alto el viernes- habr¨¢ ido in crescendo en las sesiones de s¨¢bado y domingo. Colmenero y Tudela -trompa y oboe- destacaron en los solos y fueron se?alados por el director, as¨ª como los solistas de viol¨ªn, flauta y clarinete.