Espa?a gasta anualmente 15,7 pesetas por habitante en seguridad
J. P., Espa?a gasta 15,7 pesetas por habitante en protecci¨®n civil, cifra verdaderamente modesta en relaci¨®n con otros pa¨ªses. Lo afirma el propio director general de Protecci¨®n Civil, Antonio Figueruelo, de 47 a?os, ex delegado de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona.
Sin embargo, el m¨¢ximo responsable estatal en esta materia considera que los problemas no son s¨®lo presupuestarios, sino de falta de sensibilidad ciudadana y de dificultades para conseguir la unidad de mando en la actuaci¨®n frente a eniergencias.
Pregunta. El proyecto de ley de Protecci¨®n Civil atribuye muchas competencias a los ayuntamientos. ?Cree usted que ¨¦stos se encuentran en condiciones de organizar tal servicio?
Respuesta. Puede y debe organizarse, y nadie puede dimitir de esta responsabilidad, a mi juicio b¨¢sica, proyect¨¢ndola -por insuficiencia de medios o por falta de personal- hacia instancias superiores. Estimo que la defensa de la vida y las haciendas de los ciudadanos tiene prioridad, con todos los respetos, sobre cualquier otra competencia municipal.
Todas las administraciones tenemos problemas financieros y funcionales y, adem¨¢s, atravesamos un dif¨ªcil momento econ¨®mico: no podemos pedir mucho m¨¢s. Es preciso hacer un decidido esfuerzo de imaginaci¨®n pol¨ªtica. Espa?a es un pa¨ªs en proceso de desarrollo, posee medios y recursos suficientes para articular una pol¨ªtica de seguridad que no se base exclusivarnente en el socorrido procedimiento de acudir al presupuesto p¨²blico.
Es preciso, en consecuencia, saber qu¨¦ recursos tenemos, d¨®nde est¨¢n, qui¨¦n los tiene y qui¨¦n los puede operar con eficacia en caso de necesidad para integrarlos en planes de Protecci¨®n Civil que los hagan operativos en tales situaciones. Y digo esto a todos los niveles: desde la base, los ayuntamientos y sus t¨¦rminos municipales, las comarcas. las provincias, las comunidades aut¨®nomas y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, naturalmente, el Gob¨ªerno dela naci¨®n. Por lo que respecta al caso concreto de los ayuntamientos, basta inicialmente con destinar a este fin un peque?o n¨²cleo t¨¦cnico capaz de inventariar los riesgos del t¨¦rmino, preparar el cat¨¢logo de recursos movilizables y articularlos en un plan de acci¨®n.
De mi experiencia en el Ayuntamiento de Barcelona, con el alcalde Narc¨ªs Serra, data la constituci¨®n de la Comisi¨®n Municipal de Emergencias, a la que se encomend¨® la preparaci¨®n de estos trabajos; para desarrollarlos no se precis¨® habilitar cr¨¦dito alguno.
P. ?Qu¨¦ cambios se pretenden?.
R. Tres fundamentalmente. En primer lugar, divulgar entre la ciudadan¨ªa y las administraciones p¨²blicas los conocimientos b¨¢sicos de la autoprotecci¨®n. En segundo t¨¦rmino se pretende crear el marco jur¨ªdico en cuyo contexto se produzca la coordinaci¨®n ordenada, r¨¢pida y eficaz de todos los servicios en caso de emergencia; el grueso del cuerpo legal est¨¢ orientado en esta direcci¨®n, es decir, en la prefiguraci¨®n de la indispensable unidad de mando, a nuestro juicio factor clave en el buen ¨¦xito de todas las operaciones de Protecci¨®n Civil.Escaso presupuesto
P. ?Cu¨¢l es el nivel presupuestario de Protecci¨®n Civil en Espa?a en comparaci¨®n con otros pa¨ªses europeos?
R. Es claramente modesto. No debemos olvidar, sin embargo, que partimos de cotas baj¨ªsimas. Aunque exist¨ªa una estructura administrativa desde hace bastantes a?os, el concepto actual de Protecci¨®n Civil, tal y como se entiende desde 1950 en los pa¨ªses de nuestra ¨¢rea cultural, no se descubri¨® aqu¨ª hasta 1980. Debemos recuperar, pues, un enorme atraso. Frente a los 29 d¨®lares (4.500 pesetas) por habitante y a?o que destina Suiza a este cometido, o los 18 (2.800 pesetas) de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, los 20 (3.100 pesetas) de Suecia, los 10 (1.500 pesetas) de Dinamarca, Noruega o Finlandia, los casi 7 (algo m¨¢s de 1.000 pesetas) de la Rep¨²blica Federal de Alemania, etc¨¦tera, Espa?a debe bajar el list¨®n de los d¨®lares y ponerse en la relaci¨®n de pesetas / habitante / a?o: 7,8 pesetas en 1982, 3,68 en 1983 y, en salto cuantitativo significante de la nueva sensibilidad del Gobierno, 15,7 pesetas / habitante para el a?o 1984.
P. ?Cu¨¢ntos funcionarios trabajan actualmente para Protecci¨®n Civil?
R. La Direcci¨®n General de Protecci¨®n Civil, del Ministerio del Interior, cuenta con medio centenar de funcionarios en el departamento central, y una centena y media en las secciones de los respectivos gobiernos civiles. Pero no se trata de un problema de n¨²mero, sino de idoneidad. A esos funcionarios deben sumarse los pertenecientes a las direcciones de Protecci¨®n Civil que est¨¢n creando numerosas administraciones publicas, principalmente las comunidades aut¨®nomas.
P. ?El personal voluntario o a tiempo parcial puede ser una soluci¨®n?
R. No debe confundirse el papel cualificado y profesional de los cuadros directores, del otro, auxiliar y eminentemente c¨ªvico, correspondiente a las agrupaciones de voluntarios, o del personal obligado por ley, en su momento, que desarrollar¨¢ funciones subsidiarias respecto a los servicios profesionales.
P. ?C¨®mo es que la protecci¨®n al ciudadano no ocupa un lugar m¨¢s adecuado al alto riesgo en nuestro pa¨ªs?
R. El retraso o la desidia que padecemos no puede achacarse a nadie en concreto: es la resultante de un estado general de educaci¨®n c¨ªvica. El d¨ªa que nuestros bosques o nuestras playas est¨¦n limpios, por poner s¨®lo un ejemplo, podremos empezar a estimar los problemas de Protecci¨®n Civil en relaci¨®n a su importancia. No se trata, pues, de un problema presupuestario o administrativo; existe un clima c¨ªvico que, lamentablemente, s¨®lo despierta cuando ocurre una cat¨¢strofe.
Los costos de seguridad no terminan de aceptarse en una econom¨ªa anquilosada en los viejos conceptos capitalistas. Pero el ahorro para la econom¨ªa nacional ser¨ªa superior.
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