ETA Militar se responsabiliza del asesinato de Miguel Solaun y amenaza a quienes, como ¨¦l, se aparten de esa organizaci¨®n
La organizaci¨®n terrorista ETA Militar se responsabiliz¨® ayer, mediante llamadas telef¨®nicas a diversos medios informativos del Pa¨ªs Vasco, del asesinato del industrial Miguel Solaun, al que califica de "traidor y colaborador de la polic¨ªa". El portavoz afirm¨®, seg¨²n informa la agencia France Press, que este atentado es "una advertencia para todos aquellos que buscan una salida personal a su situaci¨®n". Asimismo, ETAm ha asumido la autor¨ªa del atentado contra el guardia civil Jos¨¦ Herrero, herido el domingo en Lasarte de un disparo en la cabeza.
Miguel Solaun, el ingeniero bilba¨ªno antiguo activista de ETA que fue asesinado el s¨¢bado pasado, se sab¨ªa condenado a muerte por la organizaci¨®n terrorista, seg¨²n comunic¨® a sus familiares en dos cartas escritas en 1982 desde la c¨¢rcel, y de las que ayer publicaba amplios extractos el diario Deia.Seg¨²n una de las cartas, un miembro de la direcci¨®n de ETA se dirigi¨® a Solaun en el verano de 1980, solicitando entrevistarse con ¨¦l en la localidad vasco-francesa de San Juan de Luz. Dicho dirigente, "del cual soy un viejo conocido, ya que somos de la misma edad, del mismo barrio e incluso en el 69 del mismo comando", insult¨® a Solaun, reproch¨¢ndole colaborar con la Guardia Civil por trabajar como ingeniero en la construcci¨®n de un edificio destinado a viviendas para miembros de ese cuerpo de seguridad.
A ese primer contacto siguieron otros en los que ETA exigi¨® a Solaun, bajo amenazas, que facilitase la entrada a las obras a un comando que colocar¨ªa una bomba. Pese a su negativa, dos terroristas acabaron entrando en contacto con ¨¦l y lograron ser contratados por el capataz de la obra, en la que permanecieron tres d¨ªas, inspeccionando el lugar, hasta ser despedidos "por falta de rendimiento". Con los informes de esos dos activistas, la direcci¨®n de ETA decidi¨® colocar una carga de 50 kilogramos de dinamita en un falso techo de la parte alta del edificio.
Solaun fue encargado de conectar el artefacto con el sistema el¨¦ctrico, una vez que ¨¦ste fuera instalado. "Naturalmente, no toqu¨¦ absolutamente nada y dej¨¦ todo como estaba, sin conectar". Convocado nuevamente por ETA, en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, el ingeniero les minti¨® asegur¨¢ndoles que todo estaba listo, y a partir de dicha cita tom¨® ciertas precauciones para evitar ser localizado por los dos miembros de ETA que hab¨ªan colocado el artefacto.
Posteriormente, y a ra¨ªz del estallido en las obras de una bomba de escasa potencia, Solaun indic¨® a los artificieros de la Guardia Civil que acudieron al lugar la conveniencia de inspeccionar las instalaciones con un perro especialmente adiestrado para el descubrimiento de explosivos, en la esperanza de que la dinamita fuera descubierta. "Desgraciadamente, el perro pas¨® por delante de la puerta, pero no oli¨® nada".
En noviembre de 1981, tras la detenci¨®n en Guip¨²zcoa de los dos activistas que hab¨ªan colocado el explosivo, la polic¨ªa localiz¨® el artefacto y detuvo tambi¨¦n a Solaun. Tres meses despu¨¦s, en la prisi¨®n de Soria, el ingeniero era v¨ªctima de una paliza por parte de varios miembros de ETA Militar, seg¨²n relataba en la segunda carta: "He sido cobardemente agredido por cuatro milis que, tap¨¢ndose la cara con bolsas y manteniendo intimidados a varios miembros de la comuna polimili, me han dado una paliza bastante respetable haciendo uso de palos".
El balance, seg¨²n el mismo escrito, fue "una costilla rota por dos sitios, tres brechas en la cabeza que necesitaron un total de 13 puntos de sutura, una herida en la mu?eca -cuatro puntos-, y golpes generalizados en todo el cuerpo. Y lo malo es que despu¨¦s de haber ido los polimilis a pedir explicaciones les han dicho que en esto no acaba la cosa y que no parar¨¢n hasta llegar al final, o sea mi desaparici¨®n f¨ªsica".
La carta, fechada el 21 de marzo de 1982, finaliza con estas palabras: "Te escribo esta carta con el coraz¨®n en la mano. Tengo miedo ?miedo!, ya que aunque los pm en cierta manera me protegen y los funcionarios y Polic¨ªa Nacional est¨¢n al corriente de lo que pasa, no puedo evitar pensar que un simple descuido de alguno de ellos haga que me convierta en cad¨¢ver".
Por otra parte, Fernando L¨®pez Castillo, antiguo dirigente de ETA VII Asamblea y uno de los dos ex activistas acogidos a las medidas de reinserci¨®n recibidos hace poco por el lendakari Carlos Garaikoetxea, declar¨® ayer que, si bien "en lo personal no estamos asustados, lo que s¨ª nos asusta es la din¨¢mica que este nuevo l¨ªmite franqueado por ETA puede abrir. Para la ETA actual, todo el que no sea un incondicional suyo es un enemigo, alguien a quien se puede pegar un tiro en la nuca. Seguramente lo que pretenden no es tanto intimidarnos a nosotros como amedrentar a aquellos de sus propios militantes que pudieran inclinarse, ahora o en el futuro, a abandonar la v¨ªa de las armas. Con ello demuestran, de paso, cierta debilidad interna, porque la militancia revolucionaria s¨®lo es tal si es voluntaria. Lo contrario es terrorismo fascista".
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