La campa?a contra el hambre

Con motivo de la campa?a contra el hambre que se celebrar¨¢ el 10 de febrero quiero dar algunos datos:Las cifras son estremecedoras: dos tercios de la humanidad padece hambre, 400 millones son ni?os; 20 millones de leprosos nos necesitan; 1.000 millones de analfabetos; 800 millones de enfermos no conocen un m¨¦dico; centenares de millones de pobres sin abrigo pasan fr¨ªo; 100 millones de muertos y desaparecidos en la segunda guerra mundial, 150 guerras desde entonces; unos 10.000 tratados de paz y la amenaza de guerra contin¨²a; 60.000 armas nucleares nos vigilan; 600.000 millones de d¨®lares se gastan diariamente en armamento.

?Nos hemos vuelto locos? Tal parece. En un mundo que se llama civilizado, nuclearizado, la injusticia y la miseria, el hambre, azotan a dos terceras partes de la humanidad. El resto somos los buenos por necesidad. Es f¨¢cil sentirse bueno con el est¨®mago lleno, la cama limpia, la escuela gratuita y el jornal medio asegurado.

Por ello quiero hacer un llamamiento en favor de los pobres. Ellos son los despreciados por todos, los vencidos de antemano. Es muy sencillo: dad para los pobres el equivalente a un d¨ªa de vuestro trabajo, cada mes. He dicho bien, un d¨ªa de vueltro sueldo, cada mes, para los pobres, los desheredados.

Vosotros, maestros, compa?eros de profesi¨®n, escuchad. Somos 170.000 en el cuerpo, y nuestro salario de un d¨ªa oscila entre las 2.000 y las 3.000 pesetas. Haced cuentas; seguramente comprender¨¦is lo que supondr¨ªa para los desamparados. No nos conformemos con hacerlo s¨®lo el pr¨®ximo 10 de febrero. Ganaremos en coraz¨®n si cada mes nos desprendemos de una peque?a parte de nuestro sueldo. Os pido un d¨ªa de vuestro sueldo. ?Ser¨¢ nuestra respuesta "All¨¢ se pudran"?

Los pobres no son exclusivos de nadie. Son el producto de una sociedad enferma y mal organizada en la cual existe un reparto desigual de la riqueza y de los bienes tanto materiales como del esp¨ªritu. No deseo criticar a nadie. /

Profesor de EGB.