El gigante, un descenso en eslalon
El eslalon gigante naci¨® en el esqu¨ª como un intermedio casi obligado entre el descenso y el eslalon especial. Es un descenso en forma de eslalon. Aunque ha habido esquiadores en la historia con capacidad para vencer en las tres modalidades, lo normal, con el paso del tiempo, ha sido la especializaci¨®n. La aparici¨®n del gigante, criticado en su tiempo como h¨ªbrido sin raz¨®n de ser, vino a llenar un hueco cuando comenz¨® a disputarse oficialmente a partir de 1946.La creaci¨®n del supergigante (m¨¢s parecido a¨²n al descenso, en una sola manga y casi con tanta longitud, aunque con puertas) se produjo al comprobarse que el gigante hab¨ªa quedado m¨¢s cerca del eslalon especial.
El supergigante, Por eiemplo, no ten¨ªa raz¨®n de existir cuando el gigante se corr¨ªa en una sola manga y se parec¨ªa m¨¢s, por sus largos recorridos, al descenso. Precisamente, los especialistas de esta ¨²ltima modalidad encontraban en el gigante una ampliaci¨®n, pero relajada, de su prueba preferida. Sin embargo, desde que en 1966 la Federaci¨®n Internacional de Esqu¨ª (creada en 1924) decidi¨® la disputa de las pruebas en dos mangas, quienes salieron beneficiados fueron los especialistas en eslalon especial. Al reducirse los recorridos para equiparar en dureza la prueba, la habilidad se empez¨® a imponer a la fuerza y a la resistencia por el mayor recorrido, y los mejores hombres en descenso ya no brillaron tanto en el gigante. El supergigante no tardar¨ªa en llegar a cubrir el hueco, aunque, curiosamente, la especializaci¨®n del descenso en unos pocos a?os supuso ya el aislamiento de sus hombres.
Los desniveles en gigante oscilan entre los 300 y los 500 metros, y para los Juegos Ol¨ªmpicos y Campeonatos del Mundo se tiende a que sean m¨¢ximos. Las puertas, a diferencia del eslalon especial, que son simples palos de diferentes colores, tienen en este caso m¨¢s forma de tales, pues se unen cada dos palos, del mismo color, por unas banderolas. Tambi¨¦n se alternan, rojas y azules, pero se pueden colocar m¨¢s separadas (entre 4 y 8 metros), pues en el gigante manda m¨¢s el ritmo que la velocidad.
En el gigante la velocidad, al ser los recorridos m¨¢s largos que en el eslalon, es m¨¢s elevada, pero el encuentro con los obst¨¢culos no es tan precipitado como en el eslalon. Es m¨¢s f¨¢cil no ser descalificado por pasarse una puerta si se desciende a 80 kil¨®metros por hora, pero las puertas est¨¢n cada 6 metros, que si se baja a 50, pero las tienes que negociar a 2. En cual quiercaso, dada la mayor velocidad alcanzada, es mejor utilizar esqu¨ªs m¨¢s largos que en eslalon. Se consigue as¨ª m¨¢s seguridad en giros y curvas tambi¨¦n m¨¢s amplias, pues se podr¨ªa producir la ca¨ªda o el enganche si al bajar tan deprisa no se tiene tiempo de recuperar la posici¨®n tras el paso de una puerta.
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