Una alternativa inaceptable
Ante las crecientes dificultades para almacenar residuos radiactivos de alta actividad en tierra y de verter los de media y baja actividad al mar, las grandes potencias nucleares del mundo occidental iniciaron hace una d¨¦cada diversas investigaciones, encaminadas a lograr una alternativa consistente en depositarlos en los sedimentos marinos de una o varias ¨¢reas del Atl¨¢ntico norte y del Pac¨ªfico.Las enormes movilizaciones y la consecuente pol¨¦mica desatada en torno a las operaciones de vertido en la fosa atl¨¢ntica han aconsejado a los Gobiernos interesados acelerar dicho programa, y, pese al secretismo usual con el que se cubren este tipo de actuaciones, existen ya datos fiables suficientes para afirmar que estas nuevas y peligrosas operaciones comenzar¨ªan a partir de 1990 en diversos emplazamientos del archipi¨¦lago canario, tal como viene denunciando desde hace varios a?os el Movimiento Ecolog¨ªsta del Valle de La Orotava-Amigos de la Tierra.
Dos recientes documentos, a¨²n no hechos p¨²blicos, producidos, respectivamente, por el Subseabed Disposal Program (SDP), de EE UU, y el Seabed Working Group, de la NRA/ OCDE, confirman las denuncias ecologistas y se transformar¨¢n, sin duda, en un importante foco de pol¨¦mica en la reuni¨®n anual de la convenci¨®n, que comienza el pr¨®ximo lunes en la capital brit¨¢nica. De estos documentos se deduce que, superadas las primeras fases de investigaci¨®n, las dos grandes ¨¢reas del Atl¨¢ntico que aparecen en el mapa adjunto han sido consideradas como las m¨¢s id¨®neas.
Dentro de la zona m¨¢s cercana a Canarias se han realizado ya siete importantes programas de investigaci¨®n por los buques Tydemen (Holanda), Discovery y Farnella (Reino Unido), y Tyro (Holanda), tras lo cual quedar¨ªan solamente por delimitar mejor las sub¨¢reas m¨¢s adecuadas, definir ciertos. aspectos t¨¦cnicos de cara a la colocaci¨®n de los contenedores y a las caracter¨ªsticas de ¨¦stos, y justificar legalmente las operaciones en el marco del derecho internacional vigente.
Puesto que la argumentaci¨®n favorable a esta nueva tecnolog¨ªa no s¨®lo no deshace las inc¨®gnitas que han conducido a la oposici¨®n generalizada al tipo de vertido actual, sino que agrava las posibles consecuencias contaminantes, al incluir en su horizonte residuos de alta actividad, las voces cr¨ªticas han comenzado ya a o¨ªrse, con el anuncio de campa?as internacionales de denuncia bajo formas no violentas por parte de la Federaci¨®n Internacional de Amigos de la Tierra (FOEI) y de la asociaci¨®n Green Peace.
es presidente de la Federaci¨®n de Amigos de la Tierra, y asesor de la delegaci¨®n espa?ola que asiste a la reuni¨®n de Londres.
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