El proyecto de mancomunidad entre Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes provoca un rebrote de antagonismo medieval
La suma de tres circunstancias con signo de mala fortuna ha originado un equ¨ªvoco que ha hecho renacer entre los municipios madrile?os de Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes una pugna que se remonta al siglo XV y que las actuales autoridades locales, pertenecientes al PSOE, cre¨ªan dormida para siempre. El fantasma del conde de Pu?onrostro, y cuanta supuesta prepotencia de Alcobendas sobre San Sebasti¨¢n de los Reyes significa, ha vuelto a ense?orearse del lugar y amenaza con dar al traste con el proyecto de mancomunar algunos servicios municipales elaborado por ambos ayuntamientos.
Una mesa redonda que se realiz¨® el pasado viernes, en la que se iba a tratar el tema de la mancomunidad p¨²blicamente, termin¨® casi como anta?o, cuando los vecinos de uno y otro pueblos se liaban a cantazo limpio, con un arroyo de por medio, para reafirmar su ancestral inquina.Todo el mundo cre¨ªa que la pugna medieval que a un tiempo separaba y un¨ªa a los pueblos madrile?os de Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes se hab¨ªa olvidado por completo con el paso de los a?os, especialmente desde la d¨¦cada de los a?os sesenta de este siglo XX, cuando ambos fueron reconfigurados por el agigantamiento urbano fruto del desarrollismo industrial. Y, sin embargo, han bastado las declaraciones de un concejal, una tarjeta de boda y un panfleto para mostrar que el fantasma del conde de Pu?onrostro sigue vivo y amenazante.Las corporaciones locales de Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes intentan, desde 1981, la constituci¨®n de una mancomunidad que gestione de manera m¨¢s eficaz y rentable algunos servicios municipales. Este proyecto, ya terminado, iba a ser sometido en este mes a la aprobaci¨®n de los respectivos plenos municipales.Hasta aqu¨ª todo discurr¨ªa pl¨¢cidamente. M¨¢s a¨²n, ambos ayuntamientos ya gestionan en com¨²n un vertedero municipal y una depuradora de aguas. Asimismo, servicios centrales de la Administraci¨®n del Estado como la oficina de empleo, la comisar¨ªa de polic¨ªa, el servicio del Documento Nacional de Identidad y un ambulatorio del Instituto Nacional de la Salud son comunes para ambas localidades.
En v¨ªsperas de formalizar el acuerdo de mancomunar algunos servicios muncipales de diferente tipos -culturales, urban¨ªsticos y administrativos, entre otros-, circunstancias nacidas con mal pie han creado un equivoco que ha resucitado viejos fantasmas y que pone en riesgo el madurado proyecto de colaboraci¨®n intermunicipal.
Estalla la tormenta
El viernes, d¨ªa 10, es taba convocada una mesa redonda para tratar el tema en la biblioteca municipal de San Sebasti¨¢n de los Reyes Convocaban el acto el Patronato Municipal de Servicios, el ?rea de Cultura y la Universidad Popular de este pueblo. A alguien de la Universidad Popular, tradicionalmente encargada de hacer la publicidad de los actos culturales -parece ser que "todos a una, como Fuenteovejuna, y sin mala intenci¨®n", que dice uno de los autores-, se le ocurri¨® imprimir las invitaciones en una tarjeta de las que se utilizan usualmente para las bodas, con un grabado de palomas d¨¢ndose el pico y dos anillos entrelazados. La cartulina impact¨® como una especie de s¨ªmbolo de uni¨®n de los dos pueblos en el inconsciente de algunos vecinos.El nubarr¨®n se torn¨® en tormenta cuando el concejal de San Sebasti¨¢n de los Reyes, Jos¨¦ Luis Pe?a, apunt¨® la posibilidad de la unificaci¨®n de ambos muncipios a largo plazo, en unas declaraciones que public¨® el diario Ya el pasado d¨ªa 8, dos d¨ªas antes de la mesa redonda.
La tormenta se convirti¨® en un tif¨®n por obra del reparto de un panfleto que corri¨® por San Sebasti¨¢n de los Reyes como reguero de p¨®lvora encendida, en el que se dec¨ªa que se quer¨ªa convertir a este pueblo "en un barrio" de Alcobendas y se impulsaba a los vecinos a acudir a la mesa redonda, a las 19 horas del d¨ªa 10.
La biblioteca municipal, donde se celebr¨® el acto, est¨¢ situada encima de la comisar¨ªa de polic¨ªa. Los participantes en la mesa redonda eran los alcaldes de Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes, Jos¨¦ Caballero y Adolfo Conde, ambos socialistas; el cronista oficial de Alcobendas, Manuel Alonso de la Torre; Juan L¨®pez Mar¨ªn, un m¨¦dico que reside desde hace 30 a?os en San Sebasti¨¢n de los Reyes y Gabriel Izquierdo, un vecino de este pueblo, concejal en anteriores corporaciones y cuya rama familiar tiene ra¨ªces en este municipio desde hace 200 a?os. "La bronca que organizaron algunos vecinos fue tal que no se pod¨ªa establecer el orden, y hasta los cristales de un coche de la Polic¨ªa Municipal fueron hechos a?icos", se?alan varios testimonios. Finalmente, los ¨¢nimos se calmaron cuando Alfonso Conde consigui¨® hacerse entender y afirm¨® que no se trataba de unir los dos pueblos.
Alfonso Conde, alcalde de San Sebasti¨¢n de los Reyes, prefiere pagar un duro y mantener la paz en mi pueblo". Es una manera de decir que no habr¨¢ mancomunidad de algunos servicios municipales de Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes si sus convecinos creen que el resultado ser¨¢ en beneficio de aquel pueblo y en perjuicio de ¨¦ste. "La verdad es que esta explosi¨®n nos ha cogido de sorpresa. Nadie pod¨ªa imaginar que estuviera latente en la memoria colectiva de estos pueblos, tal como son actualmente, aquella vieja historia", dice Adolfo Conde.
Cinco siglos atr¨¢s
Pero el hecho es que ahora han descubierto que hay mujeres de San Sebasti¨¢n de los Reyes que nunca han comprado en Alcobendas "ni una bobina de hilo". O que todav¨ªa el martes pasado, d¨ªa 13, los clientes de un bar dirig¨ªan abucheos hacia el aparato de televisi¨®n en el que el alcalde de Alcobendas, Jos¨¦ Caballero, clarificaba este tema en el programa Antena Regional. "Muy buenas palabras, pero algo te traer¨¢s entre manos", replic¨® uno de ellos a la imagen del alcalde.La pugna data del siglo XV. Vecinos de Alcobendas huyeron de este pueblo "cansados de padecer los atropellos de don Juan Arias D¨¢vila, se?or de Alcobendas" -seg¨²n el resumen hist¨®rico de los folletos municipales- y se establecieron "en terrenos cercanos a una ermita dedicada a san Sebasti¨¢n".
Los Reyes Cat¨®licos intervinieron en defensa de estos vecinos y en contra del poder de don Juan Arias, conde de Pu?onrostro, y fundaron el municipio de San Sebasti¨¢n de los Reyes en 1492. Pero la pugna no qued¨® resuelta. Alcobendas era el municipio poderoso y su mayor pujanza permanece en la actualidad.
A veces, en la antig¨¹edad, los vecinos de ambos pueblos se acercaban hasta el arroyo que separaba sus t¨¦rminos municipales y la emprend¨ªan unos contra otros a pedradas. Ahora ese arroyo es una calle asfaltada -la avenida de Espa?a- que sirve de linde entre los dos cascos urbanos, que forman un todo continuo y aparantemente indiferenciado.
La poblaci¨®n de ambos pueblos no superaba en la d¨¦cada de los a?os sesenta los 3.000 habitantes, descendientes de aquellos tiempos remotos de Pu?onrostro. Con el desarrollismo industrial, Alcobendas, m¨¢s pr¨®ximo a Madrid, ha gozado de un mayor empuje industrial. Gran parte de las tierras de San Sebasti¨¢n de los Reyes son propiedad de familias de Alcobendas. Algo similar ocurre con el comercio, lo cual ha llevado a la formaci¨®n de dos c¨¢maras de comercio locales. La poblaci¨®n de Alcobendas se acerca a los 70.000 habitantes, mientras que San Sebasti¨¢n de los Reyes apenas supera los 40.000. El paro laboral afecta m¨¢s a este municipio con 5.000 parados, que a aqu¨¦l, con 3.000.
Sin embargo, la extensi¨®n de los t¨¦rminos municipales es similar. Y los vecinos de San Sebasti¨¢n piensan que el futuro juega en su favor: "Alcobendas ya no tiene capacidad de expansi¨®n, mientras que a nosotros nos queda libre todo el t¨¦rmino", indica orgulloso el due?o de un establecimiento de hosteler¨ªa.
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