Cantidad y calidad de vida
El s¨¢bado 4 de febrero nos reunimos por primera vez en Madrid algunos de los que hab¨ªamos respondido a una iniciativa de Miguel ?ngel Lerma para crear una asociaci¨®n que luche en este pa¨ªs por la aceptaci¨®n del testamento biol¨®gico. Cuando, para conocernos y saber qu¨¦ era lo que a todos y cada uno de nosotros nos hab¨ªa llevado all¨ª, fuimos diciendo cu¨¢les eran nuestras propias ideas en torno a la eutanasia y cu¨¢les eran las experiencias que nos hab¨ªan llevado a pensar en ella, tuvimos ocasi¨®n de o¨ªr explicaciones muy diversas, pero qued¨® claro que el com¨²n denominador de quienes all¨ª est¨¢bamos no era nada que pudiera calificarse de necrofilia. Hab¨ªa mayor¨ªa de gente joven o- de mediana edad, y, sin duda, de gente que disfrutaba de la vida, que la afirmaba, pero que, en un tiempo en que los avances de la medicina pod¨ªan prolongar esta vida en condiciones espantosas, quer¨ªan estar seguros de que no iban a verse alguna vez convertidos en carnaza para los m¨¦dicos. Creo que la mayor¨ªa de nosotros pens¨¢bamos que val¨ªa la pena despertar y crear cada ma?ana el mundo, pero que, si alguna vez, por lo que fuese, el mundo nos parec¨ªa una dolorosa carga, la vida no hab¨ªa de convertirse para nosotros en una c¨¢rcel sin salida, y que en ning¨²n caso hab¨ªamos de vivir por miedo a morir. Pens¨¢bamos que hay que liberarse de ese miedo precisamente para que, como sucedi¨® en el mundo cl¨¢sico antes de que lo cubrieran todos los velos enlutados del medievo, la vida se afirmase con alegr¨ªa en nuestra sociedad.?ramos conscientes, eso s¨ª, de que nuestro empe?o iba a suponer un enfrentamiento m¨¢s entre quienes, aqu¨ª, como en tantos otros sitios, cuando los temas de nuestro tiempo dejan de ser de tipo religioso, pol¨ªtico o social, para ser puramente vitales, sin duda por determinantes sociales, pol¨ªticos o religiosos, est¨¢n por la cantidad de vida y contra todo lo que, en definitiva, pueda reducir el n¨²mero de brazos para las f¨¢bricas y de soldados para empu?ar las armas, y los que estamos por la calidad de vida y contra cosas como el hacinamiento, la explotaci¨®n, el fomento de la subnormalidad, los tab¨²es sexuales y de otras clases, la represi¨®n, el hambre y la prolongaci¨®n de sufrimientos que no reportan nada ni llevan a ninguna parte. ?ramos conscientes de que el traer aqu¨ª a colaci¨®n ahora el tema de la eutanasia iba a suponer una batalla m¨¢s entre los bienpensantes y los progres, pero est¨¢bamos dispuestos a librar esa batalla y apost¨¢bamos a que terminar¨ªamos gan¨¢ndola, porque sab¨ªamos que, aunque en tiempos como ¨¦stos de reacci¨®n pudiera parecer otra cosa, el mundo termina siempre venciendo resistencias y yendo hacia adelante /
Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.