Unos segundos despu¨¦s de la 'Gran Explosi¨®n'
No hay respuestas que expliquen la existencia del universo en lugar de la 'nada', seg¨²n el cient¨ªfico Hubert Reeves
A los cient¨ªficos les ha sido imposible llegar al momento cero de la Gran Explosi¨®n (Big Bang) inicial, pero han conseguido al menos remontarse a unos pocos microsegundos despu¨¦s de la explosi¨®n, cuando la materia y la antimateria se aniquilaban todav¨ªa, transform¨¢ndose en luz, en un universo muy caliente, muy denso y en expansi¨®n infinita. A pesar de haber nacido pr¨¢cticamente de la nada, el cosmos engendr¨® las part¨ªculas elementales, los ¨¢tomos y las mol¨¦culas, cuya evoluci¨®n dio lugar a la aparici¨®n del ser humano. Esta fascinante capacidad de la materia para organizarse, diversificarse y vivir, ?habr¨¢ tenido el mismo desarrollo fulgurante en otras galaxias? ?Existen, por consiguiente, otros seres dotados de inteligencia en el universo? Reeves se muestra optimista al respecto.Pregunta. ?Por qu¨¦ hay un universo en lugar de no haber nada?
Respuesta. Es una pregunta esencial a la que somos incapaces de responder. El primero que la formul¨® fue Leibniz. De hecho, el investigador que se dedica a la cosmolog¨ªa se ve obligado a formul¨¢rsela si no quiere tropezar con graves confusiones a la hora de analizar las diferentes teor¨ªas que exponen el principio del universo. Son muchos quienes han tenido una reacci¨®n de malestar filos¨®fico ante la teor¨ªa de la evoluci¨®n del universo; prefieren una cosmolog¨ªa que postule la existencia de un universo eterno.
Sin embargo, el problema filos¨®fico no consiste en descubrir si el universo tuvo o no un principio, sino en comprender por qu¨¦ hay algo en lugar de no haber nada. En cuanto se establece esta separaci¨®n entre la metaf¨ªsica y la f¨ªsica es decir, entre la existencia ontol¨®gica del universo y los diferentes mecanismos que han podido provocar su aparici¨®n- se puede aceptar cualquier modelo del universo. Ya no se est¨¢, en efecto, en el campo del porqu¨¦, sino del c¨®mo, y se puede, entonces, pretender construir una ciencia.
P. Dado que en la b¨®veda celeste se pueden observar todos los fen¨®menos que se han sucedido a lo largo de millones de a?os -cuanto m¨¢s lejos alcanza nuestra vista m¨¢s nos sumimos en el pasado-, ?podemos considerarla como el archivo m¨¢s amplio y viejo del mundo?
R. Es, en efecto, una descripci¨®n muy gr¨¢fica de la realidad. Los objetos que existen en el universo son, sin lugar a dudas, el resultado de procesos que tuvieron lugar en el pasado. Al igual que el arque¨®logo, el astrof¨ªsico intenta reconstruir el pasado del universo, investigando c¨®mo surgi¨®, c¨®mo viven y mueren las estrellas, c¨®mo se form¨® el sistema solar, etc¨¦tera. Para responder a las preguntas que se plantea trata de identificar todos estos elementos y descubrir, mediante el an¨¢lisis de sus caracter¨ªsticas actuales, las huellas de su origen. No obstante, el astrof¨ªsico tiene una ventaja sobre el arque¨®logo. Cuando no subsisten vestigios, este ¨²ltimo tiene que reconstruir mentalmente el pasado. Por el contrario, el astrof¨ªsico puede, gracias a la lentitud con que se desplaza la luz, escrutar directamente el pasado, observar un objeto cuyo aspecto original no se ha alterado. En realidad, sus archivos est¨¢n siempre presentes.
'Un pasado que no se borra'
P. Por consiguiente, el pasado que investiga el astrof¨ªsico no se borra.
R. Mientras dispongamos de medios que nos permitan mirar lo bastante lejos podremos observar a tiempo los fen¨®menos y reconstruir, por etapas, todo el pasado del universo. Por ejemplo, la radiaci¨®n f¨®sil -que constituye la mejor prueba de la explosi¨®n inicial- indudablemente se ha transformado con el paso del tiempo, pero sus caracter¨ªsticas siguen siendo las mismas en la actualidad que cuando surgi¨® el universo, hace 15.000 millones de a?os.
P. ?Podr¨ªa explicarnos qu¨¦ es la radiaci¨®n f¨®sil, descubierta recientemente por los cient¨ªficos norteamericanos Penzias y Wilson?
R. Es un resplandor que se difundi¨® por todo el universo. No puede distinguirse a simple vista, pero s¨ª con un radiotelescopio. Fue emitido un mill¨®n de a?os despu¨¦s de que naciera el universo, lo que confirma precisamente la teor¨ªa del Big Bang.
P. En esta odisea del espacio que es la evoluci¨®n c¨®smica, las estrellas nacen y mueren como nosotros. ?Por qu¨¦ concibieron los griegos un universo inm¨®vil?
R. Las estrellas tienen una vida muy larga y, por consiguiente, hubo que esperar mucho tiempo antes de que surgiera la idea misma de que pod¨ªan nacer, vivir y morir. En realidad, el ser humano que observa el cielo tiene muy pocas oportunidades de percibir un cambio. Pero las estrellas desempe?aron un papel muy importante en la evoluci¨®n del pensamiento humano. Fueron los primeros objetos en los que se observ¨® un comportamiento regular y ordenado. Esta observaci¨®n fue, por cierto, la que dio origen a la idea de que existen leyes universales que determinan el comportamiento de todos los elementos del universo. Era l¨®gico, por tanto, que se llegara a la conclusi¨®n de que la b¨®veda celeste era un campo inm¨®vil, eterno y sin ning¨²n cambio.
'Las manchas solares'
P. ?Se debe a ello que en Occidente se haya reconocido la existencia de manchas solares 2.000
Unos segundos despu¨¦s de la 'Gran Explosi¨®n'
a?os despu¨¦s de que los chinos las hubieran descubierto?R. En efecto, es un fen¨®meno bastante curioso. Aunque las manchas solares se pueden percibir a simple vista, en Occidente no fueron descubiertas hasta que aparecieron Galileo y su telescopio. Los chinos ya las hab¨ªan identificado hac¨ªa m¨¢s de 2.000 a?os. Esta experiencia demuestra la influencia que puede tener una concepci¨®n filos¨®fica del mundo sobre la investigaci¨®n cient¨ªfica. En Occidente se consideraba que el Sol era un ser perfecto, y la idea de que pudiera tener manchas era, sin duda, inconcebible. En realidad, nos sucede lo contrario de lo que se ha afirmado corrientemente: hasta que no creemos, no vemos. Mientras nuestro medio cultural no nos prepare para comprender determinados fen¨®menos, tendemos a eliminar las percepciones que no se ajustan a nuestra concepci¨®n del mundo.
P. ?Se puede, entonces, considerar como cierta la idea de Adorno de que las ideolog¨ªas prevalecientes contaminan incluso la investigaci¨®n cient¨ªfica?
R. No creo que se deba dar un sentido absoluto a esta afirmaci¨®n, porque estoy convencido de que el ser humano no se deja nunca condicionar completamente, ni siquiera por su ideolog¨ªa. Sin embargo, es indudable que tiende a dejarse determinar por ella. Es un factor que debe tenerse en cuenta, sin olvidar que puede ser superado en determinadas circunstancias.
P. No obstante, algunos investigadores parecen poner en duda la sorprendente teor¨ªa de la expansi¨®n del universo. Edgard Morin sostiene, por ejemplo, que "no se puede imaginar un principio a partir de la nada". ?Existe acaso resistencia a aceptar esta teor¨ªa debido a sus resonancias b¨ªblicas?
R. Plantea usted el problema de la influencia de la ideolog¨ªa sobre la aceptaci¨®n de las teor¨ªas cient¨ªficas. Este factor ha desempe?ado, sin duda, un papel muy importante. Durante mucho tiempo se desconfi¨® de las influencias teol¨®gicas, y lo cierto es que la ciencia no habr¨ªa podido progresar si no se hubiera librado de algunos argumentos finalistas. Sin embargo, la misma teor¨ªa del Big Bang inicial parece tener connotaciones religiosas. Ya Hes¨ªodo hab¨ªa formulado la noci¨®n de caos inicial, y todas las mitolog¨ªas que difundieron esta concepci¨®n del principio del universo parec¨ªan haber sido superadas.
Es probable que esta correlaci¨®n entre una idea cient¨ªfica y una creencia b¨ªblica haya podido suscitar cierta desconfianza. No obstante, debe evitarse que este recelo deforme la objetividad cient¨ªfica, ya que el investigador debe deshacerse de todos sus prejuicios, sean ¨¦stos religiosos o antirreligiosos.
'La expansi¨®n infinita del universo'
P. De acuerdo con la ley de gravedad de Newton -la materia atrae a la materia-, ?por qu¨¦ el universo se expande y se diluye su concentraci¨®n en lugar de contraerse y hacerse m¨¢s denso?
R. En un universo muy caliente la energ¨ªa de la explosi¨®n hace que las galaxias se alejen a pesar de la gravitaci¨®n. ?Seguir¨¢n, sin embargo, alej¨¢ndose indefinidamente, o llegar¨¢ un momento en que la gravitaci¨®n las obligue a contraerse? Para responder a esta pregunta es necesario referirse a la velocidad de escape: en t¨¦rminos de bal¨ªstica, se trata de la velocidad que necesita alcanzar un cuerpo para escapar a la atracci¨®n de un planeta. Un cohete necesita, por ejemplo, alcanzar una velocidad de 11 kil¨®metros por segundo para no volver a caer sobre la Tierra. Si las galaxias tienen suficiente energ¨ªa para escapar a su propia gravedad, el universo seguir¨¢ expandi¨¦ndose indefinidamente. Si su energ¨ªa es, por el contrario, insuficiente, el universo volver¨¢ a contraerse. Para determinar qu¨¦ es lo que va a suceder es necesario conocer la fuerza con la que se atraen las galaxias, es decir, la gravedad del aniverso; ¨¦sta depende, a su vez, de la cantidad de materia que contiene.
Puesto que la densidad cr¨ªtica del universo es hoy de unos 10 ¨¢tomos por metro c¨²bico, si el universo tiene una. densidad superior terminar¨¢ -en unos 10.000 millones de a?os- por replegarse sobre s¨ª mismo. Si, por el contrario, su densidad es, inferior, las galaxias seguir¨¢n alej¨¢ndose indefinidamente. Queda todav¨ªa por descubrir la densidad media del universo. Es un problema por el que se han interesado desde hace mucho los astrofisicos, y en la actualidad est¨¢n casi seguros de que esta densidad es inferior a la densidad cr¨ªtica; tal vez no supere siquiera los 0,3 ¨¢tomos por metro c¨²bico.
'Dos eventualidades'
P. ?Se puede, por consiguiente, suponer que el universo seguira expandi¨¦ndose y enfri¨¢ndose indefinidamente?
R. En electo, la teor¨ªa m¨¢s veros¨ªmil es la. que coincide con la hip¨®tesis de la escasez de la materia y, por tanto, con la expansi¨®n infinita del universo, a pesar de la fuerza de gravedad.
P. ?Cu¨¢l es la aportaci¨®n de la relatividad general de Einstein, seg¨²n la cual la gravedad obedece a una curvatura geom¨¦trica espaciotemporal?
R. Hemos considerado dos eventualidades: un universo ligero que se expande y es abierto, y un universo pesado que se contrae y es cerrado. Al postular la existencia de unacurvatura, la relatividad general de Einstein nos permite relacionar la dimensi¨®n del universo con estas caracter¨ªsticas. Si la expansi¨®n del universo es infinita, su volumen tambi¨¦n es infinito y, en consecuencia, el n¨²mero de galaxias es ilirnitado. Si, por el contrario, el universo es denso y cerrado, su volumen no es infinito. Al avanzar en l¨ªnea recta se terminar¨¢ por volver al mismo sitio, ya que el espacio es curvo como lo es la superficie de laTierra.
P. A pesar de su concepci¨®n optimista del mundo, al que supone din¨¢mico, inventivo y en perpetua transformaci¨®n, ?no cree que, a la larga, la entrop¨ªa nos llevar¨¢ al apocalipsis, a una muerte t¨¦rmica, es decir, a un anti-Big Bang.
R. Puesto que nuestras fuentes de energ¨ªa se est¨¢n, en efecto, agotando, ?qu¨¦ futuro podemos esperar a largo plazo? El f¨ªsico norteameric- ano Dyson opina que la intervenci¨®n del hombre podr¨ªa prolongar la habitabilidad de nuestro universo. El ser humano, que no apareci¨® hasta 15.000 millones de a?os despu¨¦s de que surgiera el universo, ha sido, hasta ahora, un ser pasivo, que se ha limitado a observar porque le era imposible intervenir sobre el universo. En el futuro podr¨ªa convertirse tal vez en el gerente de las fuentes energ¨¦ticas del universo y conseguir, con su interverici¨®n, que la vida se prolongue. Si llega a comprender las leyes del universo podr¨ªa, por fin, actuar sobre ¨¦l.
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