Francia quiere imponer el sistema de dos etapas para la integraci¨®n en la CEE de las frutas y verduras espa?olas
Si los ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) se ponen finalmente de acuerdo, hoy lunes, sobre la declaraci¨®n agr¨ªcola a entregar a Espa?a ma?ana martes, la vieja aspiraci¨®n espa?ola de ingresar en el Mercado Com¨²n habr¨¢ recibido lo que muchos expertos consideran el espaldarazo definitivo. En efecto, los productos agr¨ªcolas han sido el obst¨¢culo que permanentemente ha bloqueado los esfuerzos espa?oles por unirse a los diez pa¨ªses comunitarios. Seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, Francia, tradicional opositora a la entrada de Espa?a mientras no se alcanzara un acuerdo sobre la agricultura mediterr¨¢nea, ha levantado sus objeciones y parece desear que las conversaciones con nuestro pa¨ªs finalicen el pr¨®ximo mes de septiembre, lo que permitir¨ªa el ingreso de Espa?a a principios de 1986.
El camino para el ingreso, sin embargo, no ser¨¢ f¨¢cil, porque esa declaraci¨®n agr¨ªcola incluir¨¢ sin duda alguna -Francia, con Italia y Grecia detr¨¢s, parece haberlo conseguido- el sistema de dos etapas para la integraci¨®n del sector hortofrut¨ªcola espa?ol.El resto de la agricultura espa?ola pasar¨ªa por una "transici¨®n cl¨¢sica" progresiva. Pero el comercio se ver¨ªa sometido a un r¨¦gimen de vigilancia. Tras una iniciativa ¨ªtalo-germana, los ministros tendr¨¢n un texto de compromiso -m¨¢s de 60 p¨¢ginas- sobre la mesa, que s¨®lo deja abierta la cuesti¨®n de la duraci¨®n de la transici¨®n. Pero junto a ¨¦l tendr¨¢n el texto anterior, lleno de reservas, y un resumen de las principales cuestiones que han de dirimir.
La CEE justifica la necesidad de una primera fase para las frutas y hortalizas por la falta de estructuras y mecanismos (organizaciones de productores, precios y normalizaci¨®n de los productos) para aplicar la pol¨ªtica agr¨ªcola comunitaria. Durante esta primera etapa (ahora se llama "fase inicial", por aquello de la presentaci¨®n), seg¨²n el texto de compromiso, Espa?a no gozar¨ªa de ninguna financiaci¨®n comunitaria a los gastos de intervenci¨®n, es decir, para garantizar los precios. ?sta y las restituciones (diferencia entre el precio nacional y el de exportaci¨®n) vendr¨ªan de fuentes nacionales. Eso s¨ª, Espa?a se quedar¨ªa con los aranceles de importaci¨®n de estos productos, que normalmente van a las arcas comunitarias.
La CEE ejercer¨ªa una verdadera tutor¨ªa sobre los precios espa?oles, ya que para este sector, si fuesen rn¨¢s bajos que en la Comunidad, no podr¨ªan aumentar a un ritmo m¨¢s r¨¢pido en Espa?a que en la CEE, y si fuesen m¨¢s altos, se ver¨ªan congelados, salvo excepciones, para mantener los ingresos de los agricultores, jugando con el tipo de la peseta verde.
El r¨¦gimen de comercio durante esta fase :inicial y para este sector entre Espa?a y la CEE permanecer¨ªa igual que ahora (a negociar cada a?o bilateralmente y casi? sin regulaci¨®n), aunque se asegurara la preferencia comunitaria y se fueran reduciendo los aranceles y suprimiendo las restricciones cuantitativas (a lo que se resiste Francia), salvo excepciones. Pero de hecho durante uno o dos a?os Espa?a estar¨ªa peor tratada que Marruecos o Israel, que gozan de una mayor rebaja arancelaria.
Duraci¨®n de las etapas
Es decir, este sector espa?ol recibir¨ªa un trato de pa¨ªs tercero. Es m¨¢s, con esta declaraci¨®n se dispara la puesta en marcha del nuevo reglamento de frutas y hortalizas en la CEE, que supondr¨¢ un aumento de los precios de entrada de estos productos en la CEE, con lo que disminuir¨¢ la competitividad espa?ola. Durante esta etapa, Espa?a, con un programa, de acci¨®n desde la adhesi¨®n, tendr¨¢ que ir adaptando sus estructuras a las de la CEE, desmantelando las ayudas incompatibles y denunciando los acuerdos, con pa¨ªses terceros y respetando las disciplinas de producci¨®n. De hecho, la normalizaci¨®n de la calidad de los productos reducir¨¢ la producci¨®n.
La duraci¨®n es asunto a decidir por los ministros y no se excluye pedirle a Espa?a que intervenga directamente en la discusi¨®n, lo que implicar¨ªa la aceptaci¨®n por Madrid del principio de las etapas o fases.
El per¨ªdo de transici¨®n cl¨¢sico se aplicar¨ªa a todos los dem¨¢s productos desde la adhesi¨®n, y para las frutas y hortalizas, desde el comienzo de la segunda fase. Espa?a dispondr¨ªa de siete a?os como m¨¢ximo para organizar sus estructuras de mercado, aproximar precios (mismo r¨¦gimen de tutor¨ªa) y ayudas, eliminar aranceles y otras tasas, lograr la Uni¨®n Aduanera y tomar a su cuenta la preferencia comunitaria frente a pa¨ªses terceros. El texto de compromiso indica que se establecer¨ªa un calendario de previsiones anual (lo que forzar¨ªa a renegociarlo cada a?o) con techos indicativos, aunque s¨®lo para productos sensibles de una y otra parte. Si se superasen estos techos, a trav¨¦s de un comit¨¦ de gesti¨®n intervendr¨ªa la Comisi¨®n Europea, que decidir¨ªa las medidas a tomar. Puede servir a Espa?a para defender su sector l¨¢cteo y carne, pero da?a a sus intereses hortofrut¨ªcolas y el comercio del producto en cuesti¨®n.
Algunos sectores espa?oles (l¨¢cteo, carne bovina, cereales y arroz) tendr¨ªan que adaptarse desde antes de la adhesi¨®n, seg¨²n un calendario de objetivos a fijar. Es decir, antes del ingreso, Espa?a tendr¨ªa que suprimir sus monopolios interiores de producci¨®n y comercializaci¨®n, desmontando el monopolio del trigo, los cotos arroceros y las concesiones exclusivas a las centrales lecheras. Las ayudas incompatibles, salvo excepciones a negociar, han de ser eliminadas el d¨ªa de la adhesi¨®n.
Vino y aceite de oliva
El proyecto de declaraci¨®n es sustancial, pero no entra en detalles sectoriales, producto por producto. En principio, el aceite de oliva lo deja para m¨¢s adelante. En cuanto al vino, s¨®lo se?alaba la necesidad, desde la adhesi¨®n, de que Espa?a equipare sus precios con los de la CEE para evitar desv¨ªos en el comercio. Ahora han llegado nuevas ex?gencias francesas pidiendo imprecisas disciplinas de producci¨®n de vino, cuotas y prohibici¨®n del coupage (mezcla principalmente de vinos blancos y tintos).
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