Beirut vive bajo la psicosis de una nueva intervenci¨®n militar del Ej¨¦rcito israel¨ª
La multiplicaci¨®n de las declaraciones de jefes palestinos dando a entender que los fedayin participan en los combates contra el Ej¨¦rcito regular liban¨¦s y la frecuencia de las incursiones a¨¦reas y patrullas de reconocimiento israel¨ªes hacen resurgir el espectro de una nueva, aunque a¨²n improbable, intervenci¨®n militar de Israel en L¨ªbano para intentar expulsar por segunda vez del pa¨ªs a las guerrillas palestinas. Ayer, una columna blindada de 36 carros de combate lleg¨® hasta Damur, a unos 15 kil¨®metros al sur de Beirut, aunque m¨¢s tard¨¦ volvi¨® a sus posiciones al sur del r¨ªo Awali.
El lunes por la noche, Beirut vivi¨® nuevamente en plena psicosis de invasi¨®n israel¨ª, cuando la emisora de la falange cristiana, La Voz de L¨ªbano, que goza de una gran audiencia, interrumpi¨® sus programas durante una hora para anunciar un bombardeo seguido por un masivo desembarco israel¨ª en las playas del sur de la capital, operaciones militares que la radio nacional libanesa no tard¨® tambi¨¦n en se?alar.Tanto las milicias musulmana y cristiana como el Ej¨¦rcito liban¨¦s y el portavoz de Tel Aviv desmintieron rotundamente a las emisoras, cuyas falsas informaciones alarmaron a numerosos residentes de los suburbios del sur de Beirut, que huyeron de sus casas en busca de refugio.
El influyente diario beirut¨ª An Nahar, dirigido por un consejero del presidente Am¨ªn Gemayel, no descartaba, sin embargo, en su editorial de ayer, una segunda intervenci¨®n militar israel¨ª a gran escala, "instigada por EE UU" para poner t¨¦rmino al creciente deterioro de la situaci¨®n en detrimento de los exaliados de Israel, los cristianos libaneses.
Presionar a los drusos
El Gobierno de Isaac Shamir no parece, por ahora, poder permitirse el lujo, de cara a su opini¨®n p¨²blica, de iniciar una nueva guerra, costosa en vidas humanas israel¨ªes, para erradicar de Beirut y sus alrededores a los elementos armados palestinos, y se limita, seg¨²n declar¨® el domingo el ministro de Defensa, Mois¨¦s Arens, "a presionar a los drusos libaneses para incitarles a impedir el regreso de los terroristas que intentan infiltrarse en L¨ªbano meridional", ocupado por las fuerzas armadas de Israel.
Para presionar a la milicia drusa que capitanea Walid Jumblat, la columna acorazada israel¨ª lleg¨® hasta Damur, el punto m¨¢s al norte alcanzado desde que se retirara al r¨ªo Awali el pasado septiembre, y la fuerza a¨¦rea de Te? Aviv atac¨® por segunda vez en 48 horas "bases terroristas" situadas en Masuriet y Bhamdun, localidades de la sierra controlada por los drusos.
Arens afirm¨® que "numerosos terroristas (t¨¦rmino empleado por Tel Aviv para referirse a los palestinos) combat¨ªan al lado de la milicia drusa", acusaci¨®n que, parad¨®jicamente, confirm¨® Abu Saleh, uno de los cabecillas de la rebeli¨®n palestina contra Yasir Arafat, al declarar que sus hombres luchaban bajo las ¨®rdenes del Frente de Salvaci¨®n Nacional Liban¨¦s, cuyo principal dirigente es Jumblat.
A cambio del apoyo druso a los palestinos -que Jumblat prometi¨® la semana pasada no desembocar¨ªa en una situaci¨®n similar a la existente en L¨ªbano antes de la invasi¨®n israel¨ª de 1982-, los palestinos disidentes preguntaron el lunes en Damasco a los dirigentes de la oposici¨®n libanesa si no pod¨ªan obtener la reactivaci¨®n de los acuerdos de El Cairo de N69 entre la OLP y el Gobierno de Beirut.
Estos acuerdos permitieron a la resistencia palestina disponer de una presencia armada en L¨ªbano, empezando por una polic¨ªa propia en los campamentos de refugiados abandonados el lunes por el contingente italiano de la fuerza multinacional y donde ya se han producido los primeros incidentes armados. A su regreso a la capital siria, Nabih Berri, jefe de la milicia chiita Amal, que controla Beirut oeste desde hace dos semanas, asegur¨® que todos los participantes en las reuniones de Damasco, a las que asistieron el ministro de Estado sirio para Asuntos Exteriores y probablemente el jefe de Estado Mayor, hab¨ªan acordado "impedir la presencia en la ciudad de palestinos en armas", lo que, por ahora, parecen haber conseguido.
Berri tambi¨¦n anunci¨® ayer que los restos del Ej¨¦rcito liban¨¦s que se encuentran en Beirut oeste, la sexta brigada en concreto, y la gendarmer¨ªa colaborar¨¢n en ese sector de la capital "para garantizar la seguridad de los habitantes, la de instituciones p¨²blicas y privadas y Embajadas".
S¨®lo si la milicia drusa del Partido Socialista Progresista fuese desbordada por los palestinos disidentes ser¨ªa previsible una nueva intervenci¨®n israel¨ª de envergadura, opinan los observadores.
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