'Dirty Harry'

La argumentaci¨®n ni es nueva ni original. Es m¨¢s, estos d¨ªas, con la detenci¨®n de violadores c¨¦lebres y las campa?as contra el crecimiento de la delincuencia ciudadana, todos la hemos podido o¨ªr de nuevo: la ley se preocupa m¨¢s de defender a los culpables que de proteger a los inocentes.Clint Eastwood, arropado en un extra?o sentido del humor y una afici¨®n por la parodia grosera de la simbolog¨ªa sexual m¨¢s t¨®pica, aporta su granito de arena al asunto. Su papel, el de Dirty Harry, es el de un polic¨ªa poco inquieto por minucias legales o de procedimiento. No hace falta probar nada, basta con el convencimiento. Si ¨¦l est¨¢ seguro de que un individuo es culpable, ¨¦sa es raz¨®n suficiente para que le pongan grilletes al sospechoso.

En Impacto s¨²bito, los jefes de tan impetuoso polizonte est¨¢n preocupados por la mala imagen que Eastwood confiere al cuerpo, preocupaci¨®n que, ante los ojos del director, equivale a complicidad con asesinos y a turbias historias de corrupci¨®n funcionarial. Para evitarse nuevos conflictos, Eastwood es enviado a un pueblecito marinero, donde una chica violada 10 a?os antes acaba de regresar para dedicarse a practicar unas expeditivas vasectom¨ªas con una pistola de grueso calibre. Las v¨ªctimas de su furor castrador son sus antiguos violadores, un grupito de personajes que linda con la oligofrenia.

Ojo por ojo, diente por diente; contra violaci¨®n, castraci¨®n; quien a hierro mata, a hierro muere... Tanta coincidencia de principios filos¨®ficos s¨®lo pod¨ªa culminar en amor. El polic¨ªa y la violada vengadora se dejan seducir por las afinidades mutuas y se ayudan a acabar con las respectivas labores de exterminio de seres asociales. Luego, ante la promesa de no volver a las andadas, el inspector silenciar¨¢ los ocho asesinatos de su nueva amiguita y la c¨¢mara, montada en un helic¨®ptero, se remontar¨¢ hacia los aires para ofrecernos una vista general de la Am¨¦rica tranquila que est¨¢n fabricando los protagonistas.

Los filmes de Eastwood son meros comics, divertidas parodias del g¨¦nero, propuestas en las que el propio h¨¦roe se r¨ªe de s¨ª mismo, film¨¢ndose a contraluz y dot¨¢ndose de atributos supermanescos. Puede que s¨ª, pero no es eso lo que debiera sorprender. A fin de cuentas, que Eastwood se burle un poco de su personaje es l¨®gico, ya que es la ¨²nica manera de protegerlo del rid¨ªculo. Lo que no es tan l¨®gico es el ¨¦xito de sus espect¨¢culos, hechos de chuler¨ªa, sangre y venganza. Son filmes para una sociedad enferma, que se queja de la prostituci¨®n callejera y se regocija con el descaro de la m¨¢s indigna de las violencias. Es un extra?o sentido del humor ese que se alimenta de matanzas en tres dimensiones, v¨ªsceras desparramadas o gargantas abiertas a navajazos.

El mayor m¨¦rito de Impacto s¨²bito y lo que distingue a Eastwood de sus colegas de apostolado fascistoide es. la capacidad del director para filmar lugares como Los ?ngeles como si fueran nuevos para el cine.