Un asesinato
La VanguardiaAs¨ª termina la campa?a, con un entierro. Ayer, unos encapuchados entraban en la vivienda de Enrique Casas Vila, primer candidato al Parlamento vasco por el PSE-PSOE en Guip¨²zcoa, apartaban de un manotazo al hijo que abr¨ªa la puerta y asesinaban al senador socialista. El tiempo que quedaba hoy para los ¨²ltimos debates lo ocupar¨¢ el entierro de un hombre de cuarenta a?os, f¨ªsico nuclear, el primer parlamentario que mata el terrorismo.ETA, se hab¨ªa dicho un d¨ªa antes, ten¨ªa esta vez miedo de la abstenci¨®n y hab¨ªa dado por eso un apoyo m¨¢s expl¨ªcito que nunca a Herri Batasuna. Ahora, sin duda, los votos de Herri Batasuna, muchos o pocos, ser¨¢n los votos de ETA. ?Es que ETA aspira a ganar las elecciones? ?Es que trata de llegar al poder en el propio Pa¨ªs Vascomediante el voto mayoritario a Herri Batasuna? No parece que ETA aspire a ganar por votos. Lo que s¨ª es posible es que aspire a ganar por miedo, y aunque ETA niegue, ETA est¨¢ detr¨¢s de todo.
El sentido de unas elecciones es la capacidad que se da al pueblo de escoger sus representantes. No se llamar¨ªan elecciones si no se pudiera elegir. Hay diferencias pol¨ªticas y sociales que permiten elegir entre derechas e izquierdas, entre concepciones distintas de la nacionalidad, entre personas... Lo que no hay en democracia es la elecci¨®n entre la democracia misma y su contraria, que es la violencia. 0 se recurre a las urnas o se recurre a las armas. El terrorismo es lo contrario de la democracia.
Y, no obstante, por la fuerza de las cosas, si el pueblo vasco quiere, tiene ah¨ª su oportunidad m¨¢s extrema, acaso la ¨²ltima, para que quede clara su voluntad. ?C¨®mo los que dicen estar en lucha armada y, por tanto, renunciar a la regla de los votos y al pacto de la convivencia, van a poner su esperanza en el juego de las mayor¨ªas y las minor¨ªas? Y, sin embargo, apoyan a unos candidatos, piden el voto para una lista electoral. Con ello dan por supuesto que hay en el pueblo vasco quienes hacen un doble juego: operan por las armas, asesinando, y al propio tiempo entran en la contienda electoral y del modo m¨¢s provocativo posible.
En esa contradicci¨®n del terrorismo que interviene en unas elecciones hay tambi¨¦n un homenaje a la democracia, una confesi¨®n de que el juego electoral atribuye poder, otorga peso significativo, incluso en ambientes dominados por el temor y por el terror mismo. Frente a la abstenci¨®n que tem¨ªa ETA, puede ahora producirse la abstenci¨®n del atemorizado. O puede, por el contrario, sentirse todo el mundo llamado a hacer ese poco que puede hacer el ciudadano, votar en secreto.(...
24 de febrero
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