De la despenalizaci¨®n a la legalizaci¨®n del aborto

Cuando el proyecto de ley de despenalizaci¨®n del aborto, en su d¨ªa aprobado por las C¨¢maras y hoy pendiente de la sentencia del Tribunal Constitucional, fue presentado y debatido, sus promotores insistieron ante la opini¨®n p¨²blica en que se trataba de una mera despenalizaci¨®n y en tres supuestos muy precisos.Trataban as¨ª de disipar los temores y de contrarrestar los argumentos de quienes sospechaban que el trecho que va entre la delpenalizaci¨®n de derecho y la legalizaci¨®n de hecho es muy corto y que en la pr¨¢ctica se saltar¨ªa pronto y con facilidad.

Frente a las reiteradas promesas de entonces de no sobrepasar los l¨ªmites de la despenalizaci¨®n, aparece ahora un Plan General de Centros de Orientaci¨®n Familiar, publicado por el Ministerio de Sanidad, seg¨²n el cual el aborto, en los casos previstos por la ley, se incorporar¨ªa a los servicios de la Seguridad Social.

De aplicarse este criterio se cumplir¨¢n los temores de muchos y se borrar¨ªa el lindero entre, la despenalizaci¨®n y la legalizaci¨®n. Ser¨ªa un salto cualitativo ante el cual los que hemos defendido el derecho a la vida de los no nacidos no podr¨ªamos permanecer en silencio. Ser¨ªa una vuelta de tornillo que convertir¨ªa al Estado y a la Sanidad, cuya tarea es la defensa de la vida de todos, en c¨®mplices de la muerte de algunos, practicada, para mayor agravante, con el dinero p¨²blico y en contra de los sentimientos y aun de la voluntad de much¨ªsimos contribuyentes.

Con un aborto subvencionado por la Seguridad Social puede que algunos piensen que ganamos un punto en modernidad. Nosotros estimamos que m¨¢s bien bajamos un pelda?o en la escala de la degradaci¨®n. No es as¨ª, atentando contra el valor fundamental de la vida, como se propicia el rearme moral de la sociedad, al que repetidamente se ha llamado desde las m¨¢s altas instancias de la actual Administraci¨®n. As¨ª, lo que se propicia es todo lo contrario: su lento y progresivo desmantelamiento. ( ... ).

, 5 de marzo