El sector el¨¦ctrico har¨¢ un recorte selectivo de dividendos, atendiendo a la situaci¨®n particular de cada sociedad
El reajuste en el sector el¨¦ctrico privado, incluido un recorte selectivo en los dividendos de estas empresas, puede quedar definitivamente planteado antes de que finalice el presente mes de marzo. La postura de la Administraci¨®n al negarse a autorizar el previsto incremento 8% en las tarifas, que representan unos menores ingresos a estas empresas del orden de los 300 millones de pesetas en d¨ªas laborables, ha constituido un importante acicate para lograr que los m¨¢s reticentes se decidieran a asumir el compromiso. En este sentido, la carta remitida por el presidente de la agrupaci¨®n patronal del sector, Unesa (Unidad El¨¦ctrica), Juan Alegre Marcet, a la directora general de la Energ¨ªa, Carmen Mestre, en la ¨²ltima quincena del pasado mes, se considera en medios del sector como el paso m¨¢s importante dado desde el acuerdo gen¨¦rico al que llegaron Gobierno y empresas privadas en mayo de 1983.
El primer y m¨¢s evidente efecto que ha tenido la misiva de Juan Alegre -la tercera de una correspondencia iniciada por ¨¦l mismo a mediados de enero y contestada por la directora general de la Energ¨ªa pocos d¨ªas despu¨¦s- ha sido el relanzamiento de un grupo de trabajo mixto Administraci¨®n-Unesa, cuya finalidad es el establecimiento de la situaci¨®n real de las compa?¨ªas el¨¦ctricas, que hab¨ªa visto ralentizada su actividad por las m¨²ltiples dificultades que estaban planteando algunas de las compa?¨ªas que atraviesan situaciones m¨¢s comprometidas.En medios pr¨®ximos al Ministerio de Industria se mantiene la tesis de que el principal problema que tienen las compa?¨ªas el¨¦ctricas privadas deriva de los desequilibrios financieros a los que se enfrentan.
El conocimiento de las situaciones reales en que se encuentran las empresas es considerado como indispensable por una parte importante de los representantes de las empresas privadas y por medios oficiales. Se parte de la tesis de que el sector est¨¢ inmerso en una grave crisis, pero que no todas las compa?¨ªas se encuentran en situaciones iguales y, lo que es m¨¢s importante, que no todas tienen la misma capacidad de enfrentarse al futuro. As¨ª come, casi todas las partes interesadas est¨¢n de acuerdo en que habr¨¢ que aplicar tratamientos quir¨²rgicos en este sector, desde algunas de las grandes compa?¨ªas se viene insistiendo en que es imprescindible que no se generalice la situaci¨®n y se establezcan los criterios diferenciadores entre unas empresas y otras.
Pol¨ªtica de compensaciones
Otro de los puntos aceptados pr¨¢cticamente por todos es la necesidad de aportar las ayudas necesarias piara que no se produzca un hundimiento de este sector. Pero a partir de aqu¨ª existen diversos criterios de actuaci¨®n. Para una parte de los empresarios privados situados en torno al propio presidente de UNESA, la soluci¨®n debe ser conjunta y deben contribuir a ella todas las compa?¨ªas el¨¦ctricas en la medida de sus posibilidades.Desde estos medios se insiste en que soluciones de este tipo s¨®lo contribuyen a empobrecer a todas las compa?¨ªas, sin que puedan nunca llegar a conseguirse soluciones efectivas a medio y largo plazo.
As¨ª, admiten un cierto nivel de sacrificio para superar la actual situaci¨®n, pero -aunque no sea m¨¢s que en voz baja-, aceptan la posibilidad de que el sector p¨²blico tenga que asumir la tutela de alguna de las empresas que presentan estados financieros m¨¢s comprometidos.
De esta pol¨¦mica se deriva directamente la incertidumbre existente en torno a la pol¨ªtica de distribuci¨®n de beneficios de las empresas el¨¦ctricas.
Hoy se trabaja sobre la hip¨®tesis de recortes selectivos, seg¨²n cada caso. De esta forma, los dividendos complementarios que estas empresas acostumbran a repartir los primeros d¨ªas de julio no ser¨ªan pr¨¢cticamente homog¨¦neos, como en a?os anteriores. En medios oficiosos se apunta como ejemplo el hecho de que Hidroel¨¦ctrica Espa?ola podr¨ªa mantener el porcentaje de sus beneficios que distribuye; que Iberduero podr¨ªa incluso recuperar algo de lo que ya recort¨® con anterioridad, mientras que para el resto de las grandes del sector estas hip¨®tesis establecen la posibilidad de que se produzcan reducciones de entre uno y dos puntos en los citados dividendos complementarios. Las socieda.des que atraviesan peores momentos son, las que han venido manifestando mayores reticencias a este proceso.
En todo este proceso est¨¢ poni¨¦ndose de manifiesto que al menos una parte de los privados estar¨ªan estudiando la posibilidad de aceptar una mayorpresencia del Estado, en el sector como mal menor. Seg¨²n esta tesis, se tratar¨ªa de conformar dos grandes bloques: uno, integrado por las empresas privadas con posibilidades de futuro, y otro, con participaci¨®n mayoritaria de caudales p¨²blicos, que en ocasiones deber¨ªa actuar como escoba de las compa?¨ªas privadas en peor situaci¨®n. La concentraci¨®n empresarial, seg¨²n estas tesis, no se producir¨ªa necesariamente de forma total, sino que se podr¨ªan adquirir activos de las sociedades en peor situaci¨®n, sin tener que proceder a la toma de participaciones mayoritarias en su capital.
Este punto de vista encuentra contestaci¨®n desde los dos flancos. Para algunos empresarios tradicionales, el aumento de la presencia p¨²blica en el sector representa una seria amenaza, a la vez que vuelve a resucitar el temido af¨¢n nacionalizador del Gobierno socialista.
En el otro lado de la balanza, y desde medios pr¨®ximos a las posturas de los ortodoxos del PSOE en temas energ¨¦ticos, se apunta que esta situaci¨®n volver¨ªa al Estado al papel de almac¨¦n de desechos, y miran con aprensi¨®n lo que califican de "voracidad de los m¨¢s fuertes".
Lo que s¨ª parece descartado por el momento, o al menos as¨ª lo manifiestan casi todos los portavoces de las empresas del sector, es un proceso indiscriminado de fusiones. Las tres compa?¨ªas el¨¦ctricas medianas, Electra de Viesgo, Reunidas de Zaragoza e Hidroel¨¦ctrica del Cant¨¢brico, parecen tener asegurada su independencia, al menos en los pr¨®ximos meses, al no entrar su control inmediato en la agenda de prioridades de ninguna de las grandes con posibilidades de desembolsar sus precios.
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