El doctor Perucho tiene raz¨®n

Las recientes declaraciones realizadas a EL PAIS por el eminente bi¨®logo espa?ol doctor Perucho, en el sentido de que, a su juicio, la formaci¨®n cient¨ªfica b¨¢sica que reciben los estudiantes de la Universidad espa?ola es similar a la que reciben los estudiantes norteamericanos, son, como m¨ªnimo, esperanzadoras. Sin duda, el doctor Perucho ha sido muy generoso y elegante en sus palabras, porque, ciertamente, estamos todav¨ªa muy lejos de una Universidad que en su conjunto provea a los estudiantes de una formaci¨®n b¨¢sica equiparable a la de pa¨ªses cient¨ªficamente desarrollados; pero no es menos cierto que existen ya en nuestro pa¨ªs universidades que han alcanzado cotas muy elevadas en sus capacidades docente e investigadora.Estamos habituados a escuchar o leer opiniones muy contrarias a las que comentamos, que, sin ser del todo falsas, no son del todo ciertas por razones obviamente opuestas, y que, lejos de servii: como acicate para nuestra superaci¨®n, inducen m¨¢s bien al pesimismo y a ciertos complejos infundados de inferioridad (recu¨¦rdese Andorra, de Max Frisch). Por eso el an¨¢lisis de un cient¨ªfico de la categor¨ªa del doctor Perucho -con todas las acotaciones que pueda llevar, en raz¨®n, insisto, de la elegancia con que est¨¢ hecho- es un estimulante para tantos y tantos de nosotros, profesores de Universidad que, conscientes de las limitaciones de todo tipo existentes, de nuestro bagaje c¨ªent¨ªfico-hist¨®rico-individual, dirigimos nuestro trabajo con mayor o menor tino (tambi¨¦n llamado ¨¦xito) hacia una mejor formaci¨®n docente e investigadora cuyos resultados puedan ser recogidos por los estudiantes en los primeros y segundos ciclos.

Otra cosa, en efecto, es la adecuaci¨®n correcta del tercer ciclo, que, aunque ¨ªntimamente relacionado con lo anterior, presenta otra problem¨¢tica. Pero ese es otro tema. / Profesora de Fisiolog¨ªa Animal. Universidad Aut¨®noma de .