El sitio de Sagunto, paso a paso
El proyecto de cierre de la cabecera de altos hornos de Sagunto, dentro del macropl¨¢n de reconversi¨®n del sector sider¨²rgico, se va cumpliendo con parciales victorias p¨ªrricas del Gobierno. Cada paso hacia aquel objetivo ha sido dado no sin antes librar una costosa batalla. As¨ª fue en septiembre del pasado a?o, a ra¨ªz de la paralizaci¨®n del tren n¨²mero 28, el llamado estructural, y lo ha sido ahora con el apagado definitivo del alto horno n¨²mero dos.En ambos casos, la direcci¨®n de la factor¨ªa ha empleado la t¨¢ctica del doble pisot¨®n para negociar luego la liberaci¨®n de un solo pie. Es decir, ante la sistem¨¢tica resistencia de los trabajadores a cumplir las ¨®rdenes, la empresa ha respondido con el despido autom¨¢tico. Con ocasi¨®n del tren estructural se enviaron 69 cartas de despido y fueron incoados 90 expedientes de suspensi¨®n de empleo y sueldo. Con el alto horno n¨²mero dos han sido 230 los despidos disciplinarios, am¨¦n de la amenaza de cierre patronal, el irresistible lock-out. Antes, como ahora -y posiblemente como ser¨¢ en el futuro-, los plantes que los obreros han hecho para bloquear el proceso destinado a limitar la producci¨®n han sido doblegados utilizando el despido como arma negociadora. Las dos veces que esto se ha planteado, el conseguir la readmisi¨®n ha pasado a un inmediato primer plano, lo que el propio comit¨¦ de empresa ha reconocido como "de lo malo, lo menos malo".
El rodillo gubernamental es imparable, entre otras razones porque el programa de reconversi¨®n de la siderurgia pasa por la inapelable reducci¨®n de la productividad en Altos Hornos del Mediterr¨¢neo. Y la reconversi¨®n es, en s¨ª, innegociable. Frente a ello, la firme postura de unos trabajadores manifestada desde hace m¨¢s de 13 meses con marchas sobre Madrid y Valencia, huelgas generales en la comarca, agresiones, manifestaciones, detenidos, cortes de vias de comunicaci¨®n, ocupaci¨®n de locales oficiales y hasta un herido de bala.( ... )
An¨ªbal tard¨® ocho meses en conquistar Sagunto, a pesar de que el general cartagin¨¦s no dispon¨ªa de cartas de despido. Al Gobierno se le podr¨¢n reprochar muchas cosas, excepto el haber enviado a los guardias al interior de la factor¨ªa-fortaleza. Tampoco podr¨¢ ech¨¢rsele en cara la voluntad de creaci¨®n de empresas alternativas en la comarca, con 2.400 puestos de trabajo previstos. Sagunto resiste, seg¨²n algunos, ejemplarmente, pero desde la perspectiva de que el Estado es el patrono de los trabajadores de AHM. Una cuesti¨®n que no deja de ser un privilegio que quiz¨¢ quisieran para s¨ª much¨ªsimos otros afectados por las suspensiones, los planes de reconversi¨®n, crisis en general y fugas de empresarios a Brasil.
25 de marzo
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.