El ocultismo y la parapsicolog¨ªa no desvelaron el enigma
La extra?a muerte de Mar¨ªa Teresa Mestre estuvo siempre envuelta por toda clase de enigmas que, individualmente, parec¨ªan ser las claves que resolver¨ªan la misteriosa desaparici¨®n y posterior mutilaci¨®n de la esposa de Enrique Salom¨®. La afici¨®n de la v¨ªctima al ocultismo y sus repetidas visitas a videntes de Vilanova y Madrid contribuyeron tambi¨¦n a que los investigadores iniciaran sus pesquisas decant¨¢ndolas hacia hip¨®tesis sumamente misteriosas. El descuartizamiento del cad¨¢ver tambi¨¦n desat¨® hip¨®tesis relacionadas con sectas que habr¨ªan llevado a cabo alg¨²n ritual sat¨¢nico.Las siete monedas halladas en el interior del guante izquierdo de la v¨ªctima era, sin duda, el principal enigma. Nadie pod¨ªa creer que fuera simplemente, como se trataba en realidad, el cambio de una compra efectuada minutos antes de su muerte, porque nadie sospechaba que la v¨ªctima hab¨ªa fallecido el mismo d¨ªa de su desaparici¨®n. Mar¨ªa Teresa sol¨ªa guardar el cambio en un guante, pero todos cre¨ªan ver alg¨²n simbolismo en aquel n¨²mero siete o la clave del asesinato. La personalidad de Salom¨® Indujo a creer que podr¨ªa tratarse de una venganza por el envenenamiento por aceite de colza.
Las continuas declaraciones de los videntes que hab¨ªa visitado Mar¨ªa Teresa Mestre, como Pilar Prades, de Vilanova 1 la Geltr¨², y Bel¨¦n Alarma, de Asturias, y del parapsic¨®logo Diego de Araciel, fueron seguidas con atenci¨®n por la polic¨ªa, porque pod¨ªan conocer el estado de ¨¢nimo de la v¨ªctima.
Pese a que estos amantes del ocultismo y la parapsicolog¨ªa intentaron ver en el m¨¢s all¨¢ el alma de la desaparcida y creyeron saber las causas de la muerte y las caracter¨ªsticas fisicas del asesino, sus opiniones apenas fueron tenidas en cuenta.
Salom¨® no quiere hablar
Enrique Salom¨® se neg¨® ayer a recibir a la Prensa. Cuando un redactor de EL PAIS llam¨® a la puerta de su chal¨¦, en Tarragona, abri¨® la puerta un polic¨ªa nacional de guardia. Tras ¨¦l, una mujer de treinta y tantos a?os, rubia, disculp¨® al viudo de Mar¨ªa Teresa Mestre: "Hoy el se?or Salom¨® no recibir¨¢ a nadie, quiz¨¢ ma?ana. S¨ª, telefoneen ma?ana. Nosotros a¨²n no sabemos nada oficialmente". Por tel¨¦fono, Salom¨® se excus¨® alegando que "han operado a mam¨¢ (con este apelativo tanto pod¨ªa referirse a su madre como a su suegra, que viven con ¨¦l y con sus hijos) y no puedo recibir a nadie". Salom¨® insisti¨® tambi¨¦n, aparentemente molesto, en que no hab¨ªa sido informado oficialmente de la detenci¨®n del presunto asesino de su esposa: "Me he enterado esta ma?ana, por una llamada telef¨®nica, que no era del gobernador civil".
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