Londres quedo paralizado por la huelga de transportes p¨²blicos

M¨¢s de tres millones de personas tuvieron que acudir ayer a sus trabajos en Londres caminando, haciendo joging o en bicicleta, como consecuencia de la huelga de transportes p¨²blicos convocada en protesta por los planes del Gobierno de suprimir el Greater London Council (GLC), superayuntamiento de la ciudad, regido por los laboristas. La huelga de transportes coincidi¨® con el decimoctavo d¨ªa de la huelga del sector del (carb¨®n y con un recrudecimiento de las actividades de los piquetes, que bloquearon diversas autopistas y se enfrentaron violentamente con la polic¨ªa.

Desde primeras horas de la ma?ana las carreteras de acceso a Londres y el centro de la ciudad quedaron pr¨¢cticamente paralizados. Ante la ausencia de trenes suburbanos, metro y autobuses, los londinenses intentaron llegar a sus trabajos en coches privados, provocando un enorme caos de tr¨¢fico. Los que no viven demasiado lejos de su lugar de ocupaci¨®n optaron por caminar o por la bicicleta, para encontrarse medio atufados por los gases que desped¨ªan los miles de coches atrapados en los atascos.La huelga dur¨® 24 horas, pero hoy continuar¨¢n las acciones de protesta con marchas en pr¨¢cticamente todos los barrios de la ciudad. Seg¨²n una encuesta publicada esta semana por el diario The Standard, dos terceras partes de los londinenses son contrarias a la abolici¨®n del GLC y piensa que con la desaparici¨®n de este superorganismo los servicios p¨²blicos funcionar¨¢n peor. Los temores son especialmente fuertes en el caso del transporte p¨²blico, uno de los m¨¢s caros de Europa, y sobre el que ya han existido discusiones entre el Gobierno central y el Greater London Council.

El Gobierno de Margaret Thatcher ha planeado la abolici¨®n de todos los superayuntamientos de Gran Breta?a por considerar que de lapidan el dinero y que son innecesarios, dada la estructura casi federal de las grandes ciudades brit¨¢nicas; pero un peque?o sector del partido conservador se muestra preocupado por las consecuencias de esta decisi¨®n. Los laboristas, que dominan buena parte de estos ayuntamientos, se oponen radicalmente.

Tercera semana de huelga

Mientras tanto, prosigue la huelga de mineros, que ha entrado en su tercera semana y que comienza a afectar a las actividades normales de la industria. Las acer¨ªas han tenido que cortar a la mitad su producci¨®n por falta de combustible, y se teme que surjan problemas con la producci¨®n el¨¦ctrica, porque algunos sindicatos han organizado piquetes a la entrada de las centrales para impedir el acceso del carb¨®n. Seg¨²n datos facilitados ayer por la patronal, s¨®lo est¨¢n trabajand6 37 de las 175 minas del pa¨ªs.La huelga del carb¨®n ha provocado duros enfrentamientos entre los mineros partidarios de la protesta y los deseosos de seguir trabajando. El Gobierno ha organizado la operaci¨®n de protecci¨®n m¨¢s importante que se recuerda en la historia de los conflictos laborales de Gran Breta?a, con m¨¢s de 10.000 polic¨ªas, pero aun as¨ª no ha podido impedir que zonas inicialmente reacias a la huelga se terminaran uniendo al paro.