El Stravinski esencial para culminar la temporada sinf¨®nica de RTVE

Escuchar en un mismo concierto la Sinfon¨ªa de los salmos y La consagraci¨®n de la primavera equivale no ya a encontrarse con dos obras capitales de nuestro siglo y aun de toda la m¨²sica, sino a comprobar que nuestra capacidad de asombro se renueva cada vez que se asiste a la puesta en pie de estos monumentos sonoros, fruto de una de las mentes musicales m¨¢s l¨²cidas, innovadoras y sabias que ha dado la historia.Tambi¨¦n se renueva cada vez el car¨¢cter de test para los int¨¦rpretes. Todo en estas partituras es verdad, no hay una nota sin su dificultad y su significaci¨®n.

Balance positivo

Digamos que la sesi¨®n del jueves, sin alcanzar a ser redonda, ofreci¨® un balance positivo. La versi¨®n de la Sinfon¨ªa de los salmos fue claramente de menos a m¨¢s, lo que hace pensar en que pudiera no estar suficientemente rodada en ensayos; el primer tiempo, con una intervenci¨®n coral escasamente pulida, hac¨ªa prever que no se iba a rebasar el umbral de la lectura, pero ya el inicio de la doble fuga, con el espl¨¦ndido solo del oboe, bien secundado por otras maderas, elev¨® el tono interpretativo y se alcanz¨® incluso gran calidad en algunos momentos clave del Aleluya final.La interpretaci¨®n de Le sacre.... parec¨ªa m¨¢s madurada. Alguna irregularidad circunstanc¨ªal, como un adelanto del timbal en delicado momento, no afecta al ordenado curso general que procur¨® la batuta precisa de Enrique Garc¨ªa Asensio, en una actuaci¨®n entregada como merec¨ªan la obra puesta en los atriles y la efem¨¦ride de ser ¨¦ste el ¨²ltimo concierto de la actual temporada y, por ende, el ¨²ltimo concierto del maestro valenciano como titular de la orquesta, aunque se anuncian futuras actuaciones conjuntas.

Hubo al final correspondencia de afectos: Garc¨ªa Asensio levant¨® al fagot, a los metales, a toda la orquesta, con profusi¨®n de saludos, y ¨¦sta aplaudi¨® con unanimidad a su director.