El consumo el¨¦ctrico en el primer trimestre supera notablemente las previsiones del PEN
El incremento en la demanda de energ¨ªa el¨¦ctrica registrado durante el primer trimestre del presente a?o ha resultado superior a las previsiones oficiales establecidas para el decenio en el Plan Energ¨¦tico Nacional (PEN). Del 3,3% contemplado como incremento en la demanda para todo el per¨ªodo, el consumo de energ¨ªa el¨¦ctrica a nivel nacional se ha incrementado en los primeros meses de 1984 en cerca de un 7% (un 6,52% hasta el 25 de marzo, una vez descontado el efecto del 29 de febrero, al ser ¨¦ste un a?o bisiesto, seg¨²n datos de Unesa). A partir de aqu¨ª, desde medios pr¨®ximos a algunas empresas privadas del sector, se han comenzado a avanzar hip¨®tesis sobre la posible modificaci¨®n de los objetivos fijados en el PEN.La pol¨¦mica entre las compa?¨ªas el¨¦ctricas m¨¢s saneadas y las que atraviesan momentos de mayor compromiso ha encontrado un nuevo cauce para el debate. Al fondo, la Administraci¨®n contin¨²a sin definir uno de los aspectos sustanciales para el sector, la pol¨ªtica tarifaria, mientras que la prevista "cl¨¢usula de revisi¨®n" del PEN no deja de ser un proyecto administrativo. Aunque los tres meses transcurridos del presente a?o resultan una referencia excesivamente aleatoria, sobre todo si se tiene en cuenta la proyecci¨®n decenal del PEN, no es menos cierto que las previsones del Gobierno sobre aumento de la demanda pierden buena parte de su vigencia.
Cuando el PEN no ha sido a¨²n aprobado por el Parlamento, aparece ya una primera acotaci¨®n. La reducci¨®n en la capacidad de producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica, que se deriva del par¨®n nuclear por el que se interrumpe la construcci¨®n de cinco centrales nucleares, es susceptible de revisi¨®n y, de hecho, comienza a ser cuestionada.
Parece innecesaria la entrada en servicio de todo este pontecial que, por otra parte, representar¨ªa un esfuerzo financiero al que el propio sector no es capaz de hacer frente por s¨ª mismo. Pero este par¨®n, tal y como est¨¢ planteado, ha dado lugar a que se establezcan algunas consideraciones en medios especializados que podr¨ªan resumirse en una cierta suspicacia en torno a la capacidad productiva total que contempla 7.500 megavatios (millones de kilovatios), sin considerar las variaciones que en el tejido productivo del pa¨ªs hayan podido tener lugar desde entonces. Otro frente de pol¨¦mica en torno al par¨®n nuclear es que, al no afectar a las centrales de Vandell¨®s y Trillo I, ambas con participaci¨®n p¨²blica, y s¨ª a los dos grupos de Valdecaballeros, de propiedad privada -participan en ella Hidrola y Sevillana-.
Por ¨²ltimo, tambi¨¦n se apunta que la interrupci¨®n de las obras de construcci¨®n de la central nuclear de Valdecaballeros puede afectar negativamente a una de las compa?¨ªas el¨¦ctricas m¨¢s peculiares, Sevillana de Electricidad, que hasta el momento hab¨ªa conseguido mantener una estructura financiera aceptable, aunque para generar beneficios dependiera en cierta medida del mecanismo de las compensaciones.
Mientras, la pol¨¦mica entre las propias empresas contin¨²a abierta. Seg¨²n fuentes del sector, para las compa?¨ªas que atraviesan una situaci¨®n m¨¢s comprometida, la soluci¨®n debe venir por un reparto en las cargas del sector, igualitario por tanto para todas las empresas. Las sociedades que atraviesan coyunturas m¨¢s favorables, en principio, se niegan a aceptar esta f¨®rmula e insisten en que los problemas financieros del sector no pueden ni deben atajarse por esta v¨ªa. En concreto, plantean la necesidad de que sea la pol¨ªtica tarifaria y unos planes financieros suficientemente claros, con participaci¨®n de las propias empresas, la banca y la propia Administraci¨®n, quienes contribuyan a poner remedio a los grandes problemas de fondo, mientras que aceptan las compensaciones como f¨®rmulas a posteriori.
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