Agitadas v¨ªsperas del refer¨¦ndum constitucional en Brasil
Faltan todav¨ªa dos semanas para el 25 de abril, d¨ªa en que el Congreso brasile?o votar¨¢ la propuesta de reforma constitucional presentada por la oposici¨®n y que prev¨¦ el restablecimiento inmediato de las elecciones directas para la presidencia.Pero en los ¨²ltimos d¨ªas, los preparativos del Gobierno y de la oposici¨®n para la fecha generaron una tensi¨®n que elev¨® en muchos grados la temperatura de la crisis pol¨ªtica brasile?a.
La oposici¨®n, consciente de las pocas posibilidades de ¨¦xito de su proyecto, que necesita dos tercios de los votos parlamentarios, anunci¨® una serie de medidas de presi¨®n, que incluyen una huelga general para el d¨ªa 25 de abril.
El Gobierno amenaz¨® con declarar el estado de emergencia -que corresponde, bajo muchos aspectos, al estado de sitio- en Brasilia, R¨ªo de Janeiro y S¨¢o Paulo.
Esa posibilidad fue formalmente admitida en la noche del s¨¢bado por el ministro de Justicia, Ibrahim Abi-Ackel. La declaraci¨®n del ministro coincidi¨® con severas cr¨ªticas de algunos importantes dirigentes de la oposici¨®n y defend¨ªan el paro total para el d¨ªa 25.
Plan de seguridad
De todas formas, las perspectivas de una marcha nacional multitudinaria sobre Brasilia est¨¢n descartadas. Los sectores m¨¢s duros de las fuerzas armadas ya anticiparon, y eso tambi¨¦n se confirm¨® el s¨¢bado por la noche, que ser¨¢ puesto en acci¨®n un plan de seguridad para impedir manifestaciones populares en la capital el d¨ªa 25. El Gobierno afirma que no admitir¨¢ una presi¨®n sobre el Congreso.Los cuatro ¨²ltimos d¨ªas fueron de intensas especulaciones pol¨ªticas en Brasil. Por un lado, los partidos de oposici¨®n admitieron por primera vez la necesidad de estudiar alternativas para el caso de que su propuesta de enmienda constitucional resulte rechazada.
Por otro lado, advirtieron a sus bases sobre los peligros de un endurecimiento radical de las posiciones del Gobierno y de los sectores m¨¢s duros del poder militar.
Las perspectivas de una intervenci¨®n federal en los dos principales Estados gobernados por la oposici¨®n, S¨¢o Paulo y R¨ªo de Janeiro, trajo de regreso el fantasma de la mano militar brasile?a.
Los observadores afirman que el momento exige cautela, tanto por parte del poder como de los l¨ªderes oposicionistas. La perspectiva de un grave retroceso en el sistema de normalizaci¨®n de la vida pol¨ªtica brasile?a aument¨® considerablemente en las ¨²ltimas 48 horas. ?sa es la situaci¨®n que el presidente Jo¨¢o Baptista Figueiredo deja, al iniciar un viaje por Espa?a, donde llegar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 11, y a Marruecos.
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